Las furgonetas eléctricas de reparto no siempre tienen tiempo de parar a recargar baterías. En Detroit lo han solucionado con carreteras que las cargan mientras circulan

Tras dos años de uso real, la primera carretera con carga inalámbrica de EEUU se amplía

Michigan
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Irene Mendoza

Durante años, la idea de carreteras capaces de cargar coches eléctricos por inducción mientras circulan sonaba a promesa futurista, pero en Detroit ya no lo es. En 2023 se instaló el primer tramo urbano de asfalto capaz de cargar vehículos eléctricos y las pruebas con furgonetas eléctricas adaptadas han sido un éxito incluso con frío y nieve.

El proyecto se desarrolla en la calle 14, junto al distrito de innovación Michigan Central, y es obra de Electreon. Y ahora, está a punto de ampliarse.

La primera carretera de EEUU con carga inalámbrica se amplía

Por simplificar mucho, el principio es el mismo que usamos a diario para cargar un smartphone, pero aplicado a gran escala y en movimiento. Bajo el asfalto se instalan bobinas de inducción conectadas a la red eléctrica que transmiten energía de forma inalámbrica y constante a los vehículos que pasan por encima, siempre que estén equipados con un receptor específico.

Las pruebas se han realizado con furgonetas eléctricas de reparto, un uso clave para validar el sistema. En este tipo de vehículos, el mayor problema no suele ser la autonomía, sino el tiempo: parar a recargar puede penalizar rutas y costes, aunque sea carga rápida. Cargar en marcha es una alternativa práctica que permite reducir paradas, suavizar picos de demanda y, a largo plazo, incluso plantear baterías más pequeñas y ligeras para furgonetas y camiones que ahora mismo son diésel la mayoría.

El siguiente paso ya tiene cifras y calendario. En 2026 se ampliará el sistema a unos 1,2 kilómetros de Michigan Avenue, dentro de un proyecto de mejora urbana valorado en unos 64 millones de euros al cambio. La infraestructura de carga inalámbrica se integrará en el carril derecho en ambos sentidos y formará parte de un corredor tecnológico que también incluirá carriles para vehículos autónomos y vías ciclistas elevadas, tal y como han avanzado las autoridades.

Carretera

Pero Detroit no está sola. En Francia, un consorcio público-privado prueba la carga por inducción en el carril derecho de la autopista A10, una de las más transitadas del país, con tráfico real. En paralelo, los llamados sistemas ERS (Electric Road Systems) exploran otras soluciones como catenarias aéreas o raíles electrificados en el suelo, especialmente pensadas para camiones de largo recorrido.

Una tecnología prometedora para el transporte de mercancías

La inducción es una de las tres tecnologías en evaluación porque no altera la conducción ni exige infraestructuras visibles. Su mayor potencial está en el transporte de mercancías: permitiría reducir emisiones no solo sustituyendo al diésel, sino también reduciendo el tamaño de las baterías, cuyo proceso de fabricación concentra la mayor huella de CO₂ de un vehículo eléctrico. 

Esquema Carretera Detroit

En el automóvil sigue siendo una rareza, aunque hay marcas que apuestan por ella como Porsche, que prevé lanzar en 2026 un Cayenne eléctrico compatible con carga inalámbrica estática. Mientras, pese a los avances esta tecnología también tiene claros límites. 

La carga por inducción pierde entre un 15 % y un 20 % de energía en la transferencia, exige adaptar los vehículos (encareciéndolos) y requeriría inversiones enormes si se quisiera desplegar a gran escala en miles de kilómetros de carreteras. No es una solución inmediata ni universal, pero en un futuro, puede ser clave para usos muy concretos como para vehículos de reparto o autobuses urbanos, por ejemplo. Detroit ha demostrado que la tecnología funciona; ahora la verdadera pregunta es dónde compensa pagarla.

Imágenes | Michigan Department of Transportation

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