
Con un mundo cada vez más cálido y con mayor demanda energética, se ha avanzado mucho en cuanto a materiales aislantes para los edificios y las carreteras, incluso las marcas de coches ya trabajan en pinturas para reducir el calor en los vehículos y mejorar su rendimiento.
En Singapur los veranos son muy cálidos y la humedad llega a resultar asfixiante. Con temperaturas mínimas que rondan los 25 grados a lo largo de todo el año y un uso intensivo de los aparatos de aire acondicionado, un grupo de científicos ha desarrollado un nuevo tipo de pintura que refleja la luz solar y enfría las superficies mediante la evaporación lenta del agua, como si los edificios sudaran.
Un ahorro de hasta el 40 % en aire acondicionado gracias a la pintura
Según detallan en Science News, a diferencia de otras pinturas refrigerantes disponibles comercialmente y que están diseñadas para repeler el agua y proteger el material subyacente, esta nueva pintura funciona incluso en lugares cálidos y húmedos y puede llegar a reducir el consumo energético.
Esta pintura enfría tanto por radiación como por evaporación, y parece mantener los edificios bastante frescos. Para probarlo, los científicos pintaron tres casas pequeñas: una con pintura blanca normal, una con pintura de enfriamiento comercial que usa solo enfriamiento radiativo y una con su nueva fórmula. Después de dos años de sol y lluvia en Singapur, las primeras dos pinturas se habían vuelto amarillas, mientras que la suya todavía era blanca.
Según los resultados del estudio, publicados en la revista Science, esta pintura alcanza entre el 88 % y el 92 % de reflectancia solar (dependiendo de la humectación) y aproximadamente un 30 % de retención de agua. "Las pruebas de campo en la zona tropical de Singapur demostraron un rendimiento de refrigeración superior al de las pinturas blancas comerciales", explican los investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang.
Lo que destaca de este material respecto a otros es que el enfriamiento no requiere de entrada de energía, consiguiendo un enfriamiento pasivo. La estructura porosa de la pintura retiene agua y la libera lentamente, como el cuerpo cuando suda. Lo más prometedor de estas pruebas es que la casa cubierta con la nueva pintura consumía entre un 30 % y un 40 % menos de electricidad para el aire acondicionado que las demás.
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