La policía de Greenwich (Connecticut, EEUU) acaba de recuperar un Ferrari 812 GTS robado gracias a la inesperada ‘colaboración’ de los auriculares AirPods de su dueño, olvidados en el superdeportivo. Además, las autoridades han podido arrestar a los dos presuntos ladrones del Ferrari gracias al smartphone de uno de ellos.
Los dispositivos de Apple no sólo han permitido recuperar un lujoso y potente superdeportivo de más de medio millón de euros, sino que podrían haber contribuido a poner freno a una banda de jóvenes ladrones de coches que disfrutaban conduciendo su botín. Ambos contaban con antecedentes por varios robos y otros coches de lujo en su poder.
Cómo unos cascos de menos de 200 euros han ayudado a recuperar un coche de más de 500.000
El pasado 16 de septiembre, el Departamento de Policía de Waterbury (Connecticut, EEUU) recibió aviso sobre un flamante Ferrari 812 GTS de 2023 robado. El propietario había olvidado sus AirPods de Apple en el vehículo, y las autoridades jugaron esa baza a su favor utilizando la función de seguridad «Find My» de los auriculares para rastrear el vehículo.
Y es que, estos pequeños cascos equipan un sistema de geolocalización, lo que permitió a las fuerzas de seguridad rastrear el Ferrari 812 GTS hasta una gasolinera a 100 km de distancia del lugar del robo, pillando al ladrón in fraganti cuando éste iba a repostar.
Al ser abordado por la policía, el presunto ladrón intentó huir, pero acabó estrellando el Ferrari contra el coche patrulla y decidió darse a la fuga a pie, dejándose su móvil por el camino.
Según la cadena de noticias WFSB, el varón que conducía el Ferrari en el momento de los hechos, de 22 años, fue identificado gracias a su smartphone como Dion Schontten, “un viejo conocido de las autoridades por casos similares”. Además, la información y las fotos del teléfono llevaron a la identificación de otro joven de 19 años, Keon Webster, como cómplice.
Este caso recuerda a otros incidentes recientes, como el robo que sufrió el piloto de Fórmula 1 Sebastian Vettel en 2022, durante el Gran Premio de España en Barcelona. En esa ocasión, aunque el propio Vettel pudo rastrear la ubicación de sus cascos robados, no tuvo la misma suerte con su mochila.
Diez días después, ambos fueron detenidos, siendo acusados del robo del Ferrari y otros coches de alta gama, como un Acura TLX que conducían por turnos o un Audi S8.
“La detención de Schontten y Webster, ambos con amplios antecedentes penales, demuestra nuestro compromiso de garantizar que los delincuentes reincidentes rindan cuentas para que no sigan victimizando a nuestra comunidad”, dijo entonces el jefe de Policía de Waterbury, Fernando Spagnolo.
No obstante, pese a sus antecedentes, los dos han visto reducidas sus fianzas, ya que Schontten está detenido bajo fianza de 150.000 dólares (inicialmente era del doble), mientras que a Webster inicialmente se le pedía un millón y ahora está detenido bajo fianza de 300.000 dólares. Es decir, unos 273.400 euros al cambio. De no ser por unos cascos que cuestan en torno a los 150 o 200 euros, quizá aún les estarían buscando.