La desaceleración de ventas en China no asusta a Volkswagen: arranca su primera fábrica de coches eléctricos en el país

La desaceleración de ventas en China no asusta a Volkswagen: arranca su primera fábrica de coches eléctricos en el país
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Volkswagen ha dado el pistoletazo de salida a la producción en la que ya es su primera fábrica centrada en la movilidad eléctrica en China junto al fabricante chino SAIC. La fábrica está situada en Anting (cerca de Shanghái), el centro automotriz en el país asiático, y se prevé que la producción en serie comience en octubre de 2020, con una capacidad anual de 300.000 coches eléctricos.

En el futuro, la planta fabricará modelos eléctricos basados ​​en la plataforma MEB para varias marcas del Grupo Volkswagen.

Menos incentivos en China, menos ventas de coches

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El grupo alemán se ha fijado como objetivo un volumen total de 22 millones de vehículos totalmente eléctricos a nivel global para 2028, con más del 50 % fabricados en China, por lo que esta fábrica es de vital importancia en el consorcio.

Será en Anting donde Volkswagen fabrique el primer modelo chino de la familia de eléctricos ID, y junto a la producción en la fábrica que tiene con FWA en la ciudad de Foshan, los alemanes prevén una capacidad de producción combinada de 600.000 unidades.

Esta inauguración se celebra días después de que Volkswagen iniciara la producción en serie del ID.3 en la planta de montaje de Zwickau (Baja Sajonia, Alemania), que acogerá además a otros cinco modelos cero emisiones de la marca.

En total, está previsto aumentar la producción local en China hasta 15 modelos con plataforma MEB de diferentes marcas para 2025. Un nuevo comienzo que se produce en un momento de gran desaceleración en el mercado automotriz chino y una disminución de los incentivos para los coches eléctricos por parte del Gobierno.

De hecho, desde la Asociación China de Fabricantes de Automóviles se ha advertido recientemente que este año es más que probable que se vendan menos vehículos electrificados que en 2018, puesto que las ventas cayeron un 45,6 % en octubre respecto de los niveles del año anterior.

Y es que los consumidores van retrasando la compra de vehículos a medida que Pekín ahoga las ayudas a la compra. A lo que hay que añadir la interminable guerra comercial que libran Estados Unidos y China.

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