Un matrimonio da a un borracho el viaje de su vida: 22 km dormido sobre el maletero

Un matrimonio da a un borracho el viaje de su vida: 22 km dormido sobre el maletero
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Carl y Hazel Webb, una pareja de la localidad de Tenn (Memphis, Estados Unidos), salieron recientemente de casa una noche con la intención de pasar una agradable velada en un festival de la barbacoa cercano. Tomaron algo, cenaron y se dispusieron a volver a casa. Al volver a su Ford Taurus el aparcamiento estaba bastante oscuro, se acercaron de frente, se montaron y emprendieron la vuelta a casa.

Todo muy normal hasta que 15 minutos de viaje después por la interestatal un coche de policía les dio el alto y les instó a detenerse en el arcén. Al pararse, el oficial de policía de Memphis se acercó por la ventanilla y preguntó a Carl: "Señor, ¿no se ha dado cuenta que lleva un cuerpo en el maletero?".

Si tomas alcohol, no te subas a un coche (literalmente)

Ford Taurus

Incrédulo, el matrimonio pensó inicialmente que era algún tipo de broma, que el policía les estaba tomando el pelo, a lo que el agente tuvo que insistir: "Señor, no estoy bromeando, hay un cuerpo en su maletero". Carl y Hazel entonces se bajaron del coche, fueron hasta la parte trasera y efectivamente, se encontraron el cuerpo de un hombre inconsciente tendido sobre la tapa del maletero.

Allí, tumbado, dormido, ajeno a todo lo que estaba sucediendo, un hombre vestido con una camisa hawaiana y pantalones caídos se estaba echando un plácido sueño. De alguna manera, después de más de 22 kilómetros de recorrido por autovía, aquél cuerpo inerte bajo los efectos del alcohol se había mantenido encima del maletero.

Pudo ser el pequeño alerón integrado sobre el portón, o que el señor Webb tenga una extremadamente suave forma de conducir (y de usar los retrovisores), pero de lo que no cabe duda es el bebedor no identificado ha tenido una noche con mucha suerte y le debe una al policía que evitó un situación bastante complicada.

Después de un buen rato insistiendo, el agente logró que el hombre se despertara y desorientado (además de muy borracho aún) comenzó a vagar por el arcén en dirección contraria hasta que el policía le cogió del hombro y lo metió en coche patrulla para llevarlo de vuelta a casa, sin enfrentarse a cargos pero con una lección bien aprendida. Si es que se acuerda de lo ocurrido.

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