Hay gente con mucha suerte XLIX: por la ladera del monte, más alto que el horizonte

Hay gente con mucha suerte XLIX: por la ladera del monte, más alto que el horizonte
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El piloto Nico Díaz, a punto de tener mucha suerte

Ingredientes para la historia de hoy: un Ford Fiesta, una competición de rally – el argentino Rally de Catamarca para más señas -, un piloto – Nico Díaz – y un copiloto – Luis Allende – que dan como cóctel una situación realmente estremecedora… aunque con final feliz.

En un momento de la prueba, tuvieron problemas de frenos “en un lugar veloz, a más de 100 km/h”, según explica el piloto argentino. Y ese lugar veloz resultó ser una carreterita rural muy bonita, de esas en las que a un lado hay montaña y al otro… nada. Y como Murphy pasaba por allí, la tostada se volvió del lado de la nada. Bueno, algo sí que había: un barranco y un río que sobrevolar.

La caída, desde luego, es para verla; pero lo que sucede a continuación ya es digno de buscar en el diccionario un calificativo de la escuela periodística de Piqueras y asignárselo. Escalofriante es poco. Precisamente porque hay gente con mucha suerte, y gracias al trabajo del equipo de Díaz, el piloto y su compañero están ahí para explicarnos cómo vivieron los momentos previos a volver a nacer:

¡Uf!, es todo lo que puedo decir. El que cuente el número de vueltas que da el coche gana. Afortunadamente, todo quedó en contusiones para los ocupantes del vehículo. Y decididamente (digámoslo todos a una, por favor), ¡hay gente con mucha suerte!

Vídeo | TCLAREVISTA (YouTube)
Gracias, BlueSkull, por la pista
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