
En el mundo de las modificaciones de coches hemos visto cosas muy locas. Por ejemplo los Mini aun más "minis", como los shorty. Pero esta creación está a otro nivel: sí, lo que ves es un Fiat Panda de primera generación reducido al imposible. Tanto como para caber tranquilamente entre dos coches estacionados.
Es obra de un italiano que quiere estampar su nombre, y el de su retoño, en el Libro Guinness de los Récords. Y posiblemente lo consiga: es más que probable que estemos ante el coche más estrecho jamás construido.
Un biplaza eléctrico de medio metro de ancho
Andrea Marazzi, de 30 años, es quien firma esta locura sobre ruedas basada en un Fiat Panda de 1993. Lo ha esculpido artesanalmente en el desguace que regenta su familia en Bagnolo Cremasco: Autodemolizione Marazzi. En total el trabajo le ha llevado un año y lo ha presentado recientemente en el evento 'Panda a Pandino', donde entusiastas modificaciones de modelos Panda son protagonistas. Pero ninguna supera este Panda de medio metro de ancho.
Parece increíble, pero este Panda ha sido creado al 99 % con piezas originales del modelo donante. Eso sí, modificadas al extremo: por ejemplo el techo, el capó o la zaga. Lo que ha mantenido son los laterales, las puertas o las cuatro ruedas del utilitario de Fiat. El proceso y cómo ha ido evolucionando lo muestra en su perfil de Instagram.
Sus dimensiones son ridículas. En vez de los 1,46 m del Panda original, firma solo 50 cm de ancho: lo suficiente para embutir dos asientos en disposición tandem como si de un Renault Twizy se tratara. En el frontal encontramos un solo faro, aunque flaqueado por dos intermitentes. La luna frontal y trasera quedan reducidas a la mínima esencia. También su peso: para la báscula en poco más de 265 kg. El volante parece más bien el de un periférico de videojuegos.
Obviamente, el vano que queda para el motor es tan ajustado que no puede llevar una mecánica original. Marazzi ha optado por endosarle un pequeño motor eléctrico con el que solo alcanza 15 km/h. No es un dechado de autonomía, claro: entre carga y carga recorre 25 km como máximo.
Tampoco es que importe mucho. Como es lógico este Panda tan modificado ha perdido el derecho a circular por carretera. Su autor y dueño se contenta con exhibirlo o darle pequeños acelerones en las dependencias del taller de su familia.
Según explican en Designboom, Marazzi está preparando la solicitud oficial para que el Guinness le reconozca como coche más estrecho de la historia. Lo consiga o no, aunque lo lógico es que se lleve el título, es cuanto menos aplaudible el minucioso y original trabajo de este joven italiano. Borja Iglesias se va a enamorar.
Imágenes | Marcocaravaggi en Instagram