La gran mayoría de coches eléctricos abren sus puertas electrónicamente, lo que significa que necesitan la energía de la batería de bajo voltaje. Los coches de Tesla no son una excepción, lo que incluye la Tesla Cybertruck. Y eso significa que si se agota esta batería, o se corta el suministro eléctrico en caso de accidente, las puertas no se pueden abrir desde fuera.
Sí que lo puede hacer desde dentro gracias a su sistema de apertura manual. Así se evita que los ocupantes se queden atrapados. Pero con la Tesla Cybertruck esto se complica: primero, porque la solución de los Tesla siempre es bastante enrevesada y, segundo, por la propia fisonomía de esta enorme pick-up eléctrica. Esto en caso de emergencia es de todo menos deseable.
¿Una pick up eléctrica y blindada o un Escape Room?
Como ocurre con el resto de los Tesla, la Cybertruck tiene sistemas diferentes para abrir las puertas manualmente desde dentro: por fuera es imposible ya que no disponen de llave (va por tarjeta o bien desde la app). Las plazas delanteras disponen de una palanca en la puerta, junto a los botones de los elevalunas. Hasta ahí bien, aunque hay que saber que dicha palanca sirve para esto, leyéndolo previamente en el manual, a menos de nos lo indique el vendedor.
Pero en el caso de los asientos traseros, no es tan sencillo. La apertura manual se encuentra en el bolsillo de la puerta trasera y está bien escondida. Primero hay que retirar la alfombrilla de goma que cubre el fondo; luego levantar una suerte de tapa de plástico para dar con "el cable de liberación mecánica" (con una argolla para facilitar la tarea) y mientras se tira de éste, empujar la puerta.
Una apertura de emergencia muy poco accesible en caso de emergencia. Todo en el "hipotético caso de que Cybertruck no tenga suministro eléctrico de bajo voltaje", detalla Tesla en el manual. Esto puede darse porque la batería de 12V se descarga o si tenemos un accidente.
No un accidente cualquiera, eso sí: sólo ocurrirá si saltan los airbags. Como ocurre en la mayoría de coches, por seguridad, cuando se despliegan se corta el suministro eléctrico. Esto ocurre debido a un fusible de emergencia, que se rompe al abrirse el airbag.
Pero si nos ponemos en ese escenario, el sistema es muy poco práctico, por decirlo suavemente. Y desde luego nada intuitivo: imagina la situación de tener que explicar al pasajero trasero todo el proceso para abrir la puerta y que pueda salir de la Tesla Cybertruck, nervios mediante tras sufrir un choque.
Casi es más fácil pasar a los asientos delanteros si se tiene la movilidad suficiente y salir por la puerta delantera. Pero claro, hablamos de un accidente: esto será imposible si los pasajeros traseros están heridos de gravedad o inconscientes.
La otra opción: romper una ventanilla blindada. En caso de que el pasajero trasero no pueda salir por sus propios medios del coche, la única opción que resta es abrir la puerta desde fuera y a la fuerza, ya que no hay forma de hacerlo manualmente. En el caso de la Cybertruck no se puede acceder desde el maletero al habitáculo, así que la apertura manual de la caja de esta pick-up de poco sirve.
Pero resulta que en la Tesla Cybertruck los cristales van blindados. La marca californiana presume en sus especificaciones que pueden "resistir el impacto de una pelota de béisbol a 112 km/h" e impactos de granizo de clase 4 (la mayor protección disponible). Es decir que romperlos no será tarea sencilla.
En todos los Tesla la apertura manual es un engorro, de hecho en el Tesla Model X hay hasta que desmontar el altavoz de la puerta. Pero tras el SUV posiblemente la Cybertruck se lleva la palma. Aunque este verano un Model Y ya demostró que habría que darle una vuelta al sistema de Tesla: un bebé se quedó atrapado en un Tesla Model Y a pleno sol, tras descargarse la batería de 12V y, para sacarlo, los bomberos tuvieron que romper la ventanilla trasera.
Si en vez de un Model Y hubiera sido la Cybertruck, habría costado mucho más sacarle de allí. Aunque, recientemente, vimos como a un propietario le robaban la pick-up eléctrica enrollando literalmente la ventanilla delantera con las manos. Quizá sea mejor opción que liarse a martillazos contra ella.
Los Tesla no son los únicos coches de apertura electrónica que carecen de llave: la solución keyless está muy de moda y normalmente se equipa en las opciones más completas de los coches. Será muy cómoda en el día a día, pero no tanto en situaciones de emergencia. Y si encima añadimos de un sistema manual complicado y de una mole blindada, tenemos el combo perfecto.