A partir del próximo 1 de julio todos los coches de Tesla tendrán prohibida la entrada al distrito turístico de Beidaihe, al este de Pekín (China), durante al menos dos meses.
Según Reuters, la decisión ha sido tomada por las autoridades de este enclave costero, donde cada año se lleva a cabo un retiro de los líderes del país asiático.
A principios de este mes ya sucedió algo similar cuando se prohibió el acceso de los Tesla a algunas carreteras en Chengdu, coincidiendo con la visita del presidente chino Xi Jinping a la ciudad.
No es la primera vez, y puede que no sea la última
También el año pasado, cuando el gobierno chino retiró el acceso a estos vehículos en sus complejos militares y de viviendas de altos cargos del ejército. En todas las ocasiones, la razón ha sido la misma.
Aunque las relaciones entre Elon Musk y China no parecen atravesar un mal momento (Tesla es el único fabricante extranjero que posee una Gigafactoría de sus características en Shangái, por ejemplo), el gigante asiático desconfía de las cámaras que llevan sus coches.
El propio Elon Musk ya ha asegurado en varias ocasiones que sus cámaras no tienen tal fin y que incluso “todos los datos que generan los coches de Tesla en China se almacenan exclusivamente en servidores de ese país”.
Pero las autoridades chinas no terminan de fiarse de que la gran cantidad de tecnología que equipan los Tesla no pueda acabar por revelar algunos de sus secretos mejor guardados.
Tesla utiliza varias cámaras pequeñas ubicadas principalmente en el exterior del vehículo, para ayudar a guiar las funciones de aparcamiento, piloto automático y conducción autónoma de nivel 2 que equipan sus coches.
Además, la mayoría de los modelos también tienen una cámara interior montada sobre el espejo retrovisor, pero estas en ningún caso están hechas para 'espiar' o grabar a las personas.
Tampoco tendría mucho sentido que Tesla ‘buscase problemas’ en el que es el mercado más importante de la marca a nivel global, donde el fabricante de automóviles planea duplicar su capacidad de producción próximamente. Sin embargo, parece que de momento la idea de las autoridades chinas no va a cambiar.
