Nueva Zelanda puede estar cerca de tener su red de taxis voladores gracias a Kitty Hawk

Nueva Zelanda puede estar cerca de tener su red de taxis voladores gracias a Kitty Hawk
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La compañía de taxis voladores Kitty Hawk ha dado un golpe sobre la mesa en la carrera de los coches voladores. La empresa ha lanzado su 'Cora', un híbrido entre avión y helicóptero que combina la propulsión eléctrica, el despegue vertical y el software de vuelo autónomo.

'Cora' aterrizará en Nueva Zelanda, un país en el que la compañía ha encontrado menos trabas que en Estados Unidos en materia de regulación del espacio aéreo. Quieren hacer realidad el transporte aéreo privado en tres años.

Despega como un helicóptero, vuela como un avión

Kitty Hawk lleva sangre Google, pues está financiada por el cofundador de Google, Larry Page, y por el director fundador del laboratorio X de Google y CEO de la compañía, Sebastian Thrun. La empresa ha estado probando sus coches aéreos en secreto desde octubre de 2017 en Canterbury, Nueva Zelanda, y quieren revolucionar el transporte aéreo privado.

Según The New York Times, Kitty Hawk y la ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, han llegado a un acuerdo para probar los aviones autónomos de la compañía con sede en California como parte de un proceso oficial de certificación. Se espera que el proyecto derive en una red comercial de taxis voladores en Nueva Zelanda en tan solo tres años.

Estos taxis voladores autónomos pueden recorrer hasta 100 km en un solo viaje y alcanzar una velocidad máxima de 150 km/h. Sus 12 hélices le permiten aterrizar en superficies reducidas, como azoteas o aparcamientos. La compañía segura que 'Cora' combina un software de conducción autónoma con "experta supervisión humana".

Asimismo, en Kitty Hawk ya están probando una aplicación similar a Uber que les permitiría a los usuarios hacer uso de 'Cora' para sus desplazamientos diarios.

Cora2

Además de Kitty Hawk, Larry Page invirtió una buena suma de dinero en otra compañía llamada Zee.Aero, y presentó el Flyer en abril de 2007, que conseguía sobrevolar superficies con agua con el pasajero montado a horcajadas.

Recientemente, el gigante asiático Geely adquirió Terrafugia, especializada en coches voladores y cuyo objetivo es materializar un coche volador práctico que dispare las posibilidades de libertad en los desplazamientos. También tenemos a Toyota, que ha invertido en 'SkyDrive', a Lilium con su VTOL, a Uber, a Google y a Airbus junto a Italdesign.

Porsche también se ha unido a la carrera, pero no lo ve claro hasta dentro de una década. Sin embargo, Kitty Hawk parece estar cerca de materializar un cambio de paradigma en materia de movilidad a golpe de hélice.

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