Según se hace eco El Comercio, el pasado 31 de marzo un airbag Takata defectuoso desgraciadamente se cobró otra vida. El incidente ocurrió en Texas cuando tras un choque leve saltó el airbag del Honda Civic 2002 que conducía Huma Hanif.
La joven de 17 años chocó con otro vehículo en el condado de Fort Bend, a las afueras de Houston. En condiciones normales, tras el impacto podría haber salido ilesa (o casi) según las autoridades locales, pero una pieza de metal del sistema de inflado desprendida le seccionó una arteria.
Takata, los airbags y el nitrato de amonio
Con sólo 17 años, Huma Hanif ha perdido la vida por un airbag de Takata. Y ya son 11 las muertes hasta la fecha
Desde Honda aseguran que al propietario del vehículo, un familiar de Huma, se le lleva notificando desde el año 2011 que debía sustituir el airbag de su coche, aunque no llegó a hacerlo.
Las consecuencias vuelven a ser catastróficas y, una vez más, tanto la NHTSA (Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera) como Honda llaman a revisión a los vehículos que pueden estar afectados.
El escándalo de los airbags Takata vuelve a la palestra y parece que va para largo. Ya son 11 muertes (10 en Estados Unidos, 1 en Malasia) y 140 heridos a nivel mundial. Oficialmente las marcas afectadas son 14, pero casi cualquier vehículo de cualquier marca o país podría montar una de estas piezas potencialmente peligrosas.
Las cifras asustan. Podría haber entre 260 y 285 millones de infladores defectuosos
La última noticia sobre el asunto saltó el 22 de diciembre cuando un hombre de 52 años murió a causa del estallido del airbag mientras conducía su Ford Ranger del 2006. Sólo tres meses después nos volvemos a encontrar con la misma historia y no tiene pinta de que esto vaya a acabar de un día para otro.
Según los propios responsables de Takata no se puede saber qué dispositivos son peligrosos y cuáles no. El problema reside en una de las piezas del activador del airbag, una pieza defectuosa que se rompe irregularmente y cuyas partes se proyectan como metralla hacia el conductor. Este defecto puede ser provocado por el empleo de nitrato de amonio en el dispositivo pirotécnico, algo que Takata se ha comprometido a dejar de utilizar antes de 2018.
En total, la empresa fabricante ha producido entre 260 y 285 millones de infladores basados en nitrato de amonio y la mitad se ha montado en vehículos comercializados en los Estados Unidos. La última estimación realizada en Estados Unidos arrojaba una cifra de aproximadamente 24 millones de dispositivos que se pueden haber montado en 19 millones de vehículos desde 2004.
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