Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba (parte 1)

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba (parte 1)
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A principios de año AMG nos sorprendía con su primer vehículo compacto, el A 45 AMG, y con el primer motor de cuatro cilindros creado con el sello de Affalterbach, un 2 litros de cilindrada con la mayor potencia específica del segmento. Como diría el mismísimo Jeremy Clarkson, es el cuatro cilindros de producción más potente... ¡del mundo!

Puede que nosotros nos conformemos con compactos ya muy potentes como el Renault Mégane RS de 265 CV, el Opel Astra OPC de 280 CV, el nuevo Audi S3 Sportback de 300 CV o el BMW M135i de 320 CV. No obstante, AMG no estaba por la labor de ponerle las cosas fáciles a la competencia. La idea debía ser destacar sobre el resto, y vaya si lo hace. El resultado es un compacto de carácter marcadamente deportivo y nada menos que 360 CV de potencia. ¿Te subes con nosotros?

Para su entrada al segmento de los compactos "calientes" Mercedes-Benz y AMG han puesto toda la carne en el asador. Hasta la llegada del futuro Audi RS3 o el poco probable Serie 1 M, no hay nada comparable al A 45 AMG, al menos por potencia y concepto. Por ahora es único en su especie.

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba

Si vamos al precio la cosa cambia. Por poco más de los 54.750 euros que cuesta de serie este A 45 AMG podríamos optar a deportivos con más pedigrí, aunque quizá menos exclusivos y definitivamente menos potentes. Un ejemplo es el Porsche Cayman, que cuesta unos 57.500 euros pero tiene "sólo" 275 CV extraídos de un 2.7 litros bóxer de seis cilindros. El concepto, eso sí, no es el mismo. Esto lo veremos en la próxima parte, dedicada a motor, dinámica, etc...

Discreto pero imponente

Después de pasar varios días con el A 45 AMG, cualquier Clase A parece poquita cosa. No es que los cambios estéticos del AMG con respecto al resto de la gama sean muy llamativos, pero definitivamente la apariencia es otra. Tiene más presencia. Impone, pero sin llamar en exceso la atención, y eso que la combinación con llantas de color negro no es la más discreta.

A ojos de un profano quizá los cambios no sean drásticos, pero los hay. El AMG incorpora faldones delantero y trasero específicos, difusor, splitter frontal, parrilla de doble lama, taloneras AMG, dos salidas de escape cromadas y llantas AMG de 18 pulgadas con neumáticos 235/40 R18.

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba

En el caso de la unidad de pruebas, dotada con el paquete AMG Night (963 euros), hay más elementos cromados y piezas en color negro brillante como el splitter, las taloneras o el difusor trasero. Además, las llantas son de 19 pulgadas en diseño multirradio y de color negro (1.366 euros), con neumáticos en medidas 235/35 ZR19.

Si damos el paso al interior nos encontramos con un habitáculo igual que el del resto de hermanos de la Clase A, aunque con ciertos detalles que lo hacen más atractivo o, al menos, más llamativo: contornos de los difusores de aire en rojo, volante deportivo, molduras en efecto fibra de carbono, pedalera de aluminio, cinturones de seguridad de color rojo (ver foto), revestimientos especiales, techo de color negro, cuadro de instrumentos AMG (ver foto), etcétera...

De nuevo, nuestro particular A 45 AMG monta equipamiento opcional, como los asientos AMG Performance (2.589 euros, más 421 euros por ser calefactables - ver foto -), techo panorámico de cristal (1.277 euros), volante AMG Performance en cuero y alcántara (791 euros) o conexiones multimedia en la guantera del reposabrazos central (339 euros).

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba

Impresiones del interior

El diseño general del habitáculo de este A 45 AMG es el mismo que en el Mercedes-Benz A 250 BlueEfficiency que probamos hace meses (partes 1, 2, 3 y 4), aunque hay varios elementos que no sólo lo diferencian del resto. También lo hacen más premium si cabe.

Este es el caso del volante, AMG Performance en nuestra unidad, que además de estar revestido de cuero y con las zonas de agarre en Alcántara, luce un aspecto achatado tanto en la zona inferior como en la superior, e incorpora levas fijas de aluminio (ver foto) que permiten accionar manualmente la caja de cambios automática de siete velocidades. De hecho, no existe la opción de cambiar de marcha con el selector del cambio. Sólo podremos hacerlo con las levas.

Los asientos, también opcionales, son más incómodos que los de serie a la hora de acceder al habitáculo y salir del mismo. Sus generosas zonas de apoyo laterales (tanto del asiento como del respaldo) tienen parte de culpa, aunque es el precio a pagar por estar bien sujetos y evitar zarandeos en conducción deportiva.

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba

A pesar de que podemos ajustar estos apoyos eléctricamente mediante mandos en el propio asiento para ceñirlos a nuestro cuerpo al máximo, si somos personas corpulentas, de espalda y piernas anchas, es probable que ni siquiera en la posición que menos "abraza" nos sintamos cómodos, puesto que el asiento nos oprime ligeramente. Lo lógico es que antes de decidirnos por los opcionales probemos unos y otros.

En general, y a pesar de ser muy parecido, el interior del A 45 AMG aporta más clase al conjunto y nos hace sentir en un coche más caro (y lo es). La práctica totalidad de los materiales son muy agradables al tacto (salvo alguna excepción, de plástico duro) y los acabados son todo lo buenos que cabría esperar en un coche de su precio, y más si es un Mercedes-Benz.

La parte trasera del habitáculo cuenta con tres plazas, aunque al igual que en el Clase A que ya probamos, la tercera es bastante estrecha y además el respaldo se abate a modo de reposabrazos central, por lo que no es la plaza más cómoda. Eso sí, cuenta con reposacabezas integrado, por si hemos de utilizarla.

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba

Los otros dos ocupantes de la banqueta trasera no tienen problemas de espacio, ya sea con respecto al techo, con respecto al respaldo del asiento delantero o a lo ancho (siempre y cuando la plaza central no vaya ocupada). Este Clase A no es un compacto de los que nos deje con mal sabor de boca en la parte trasera. No existe esa sensación de claustrofobia que sí podrían provocarnos otros modelos, con menos espacio interior. Es más bien al revés, resulta cómodo y espacioso.

En lo que respecta al maletero (ver foto), la capacidad es idéntica a la del resto de modelos de la gama, con 341 litros de volumen (inferior a la de un S3 Sportback o un M135i), o bien 1.557 litros si abatimos los asientos traseros. Resulta curioso encontrarnos con la carpeta del manual de usuario en una redecilla del maletero, pero es que la guantera no es muy generosa que digamos.

Bajo el suelo del maletero (ver foto) no vamos a encontrar rueda de repuesto, ya que la Clase A se conforma con un kit reparapinchazos. Eso sí, en el mismo hueco donde se aloja el kit hay espacio de sobra para guardar bultos no demasiado voluminosos, evitando así que nos roben sitio en el maletero propiamente dicho.

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba

Opcionales más interesantes

Las opciones de equipamiento más atractivas de toda la Clase A las encontramos en la lista de extras para este A 45 AMG, ya que la gran mayoría no están disponibles en versiones inferiores y van firmadas por AMG Performance Studio.

Las más interesantes son el paquete AMG Driver (2.732 euros, gastos de viaje y alojamiento por aparte), que eleva el límite del vehículo a 270 km/h e incluye un curso de conducción deportiva en Alemania, los ya citados asientos y volante AMG Performance, un paquete exterior de fibra de carbono (3.595 euros) o un paquete aerodinámico AMG adicional (2.157 euros), entre otras cosas.

Si queremos un comportamiento todavía más deportivo, AMG ofrece el denominado tren de rodaje AMG Performance (2.588 euros). Un llamativo alerón trasero AMG (1.078 euros), pinzas de freno en color rojo (460 euros) o el equipo de escape AMG Performance (719 euros), más sonoro, redondean la oferta.

Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba

Por último, también se ofrecen elementos y sistemas de seguridad como el detector de cambio de carril con asistente de ángulo muerto (1.087 euros), control de la presión de los neumáticos (439 euros), sistema Pre-Safe (478 euros), Intelligent Light System (805 euros) o asistentes de aparcamiento (980 euros) que pueden incorporar hasta cámara de marcha atrás (383 euros).

Mañana concluiremos la prueba de este Mercedes-Benz A 45 AMG con la parte más entretenida y esperada, en la que analizamos su motor, el cambio automático de siete velocidades, su comportamiento en ciudad y en carretera, y todo lo relacionado con prestaciones, consumos y diversión al volante.

Continuará...

En Motorpasión | Mercedes-Benz A 45 AMG, prueba (parte 2)

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