Que las berlinas no pasan por su mejor momento es algo más que evidente. Los SUV les comieron la tostada hace ya muchos años y, poco a poco, han ido desapareciendo del mercado decenas de modelos que se vendieron realmente bien hace décadas, de todos los segmentos y de todos los niveles, puesto que ni siquiera se han salvado alternativas premium de la talla del Lexus LS, el que fuera el buque insignia de la marca japonesa.
De hecho, la firma premium del grupo Toyota es un buena muestra del declive de las berlinas. Desde que Lexus se fundó en 1989, apostó muy fuerte por este formato de coches, sin embargo, ha ido eliminando todas las berlinas de su catálogo hasta dejar un solo modelo de este tipo: el Lexus ES.
Más calidad, más tecnología y más espacio
El ES llegó a España hace solo unos años, con su séptima generación, pero es mucho más popular en otros mercados, no en vano, su primera entrega vio la luz cuando nació Lexus.
Teniendo en cuenta que las berlinas de Lexus que sí han sido importantes en nuestro mercado (ES, GS y LS) han desaparecido, parecía que el ES no iba a tener sucesor, al menos en España, pero Lexus no solo ha decidido traer una nueva entrega, sino que ha aprovechado este cambio de generación para que el ES dé varios pasos hacia delante.
De esta forma, los nipones vuelven a apostar por las berlinas, en la línea de otras marcas, como Mazda o Volkswagen, y al igual que esas firmas, también lo hace en clave eléctrica, aunque solo en parte. Y es que, de la misma forma que el Mazda 6e y el Volkswagen ID.7, el nuevo ES es 100% eléctrico, pero, a diferencia de esos modelos, también tiene una versión híbrida no enchufable (HEV), como el ES anterior.
Esa es la principal novedad de esta octava generación del ES, pero no es, ni mucho menos, la única. También es un coche significativamente más grande y tiene un enfoque más premium, por lo que, en cierta medida, cubre el hueco que ha dejado el extinto LS: aunque sigue siendo una berlina del segmento E que rivaliza con los Audi A6, BMW Serie 5 y Mercedes Clase E, es mucho más grande que cualquiera de ellos y, después de montarme, también he podido confirmar que es un punto más premium.
Y es que este nuevo ES mide 5,14 metros de largo. Son 16,5 cm más que su predecesor, que ya era un coche grande, y eso que utiliza la misma plataforma GA-K de Toyota que ese modelo, pero Lexus ya hecho muchos cambios, por eso, también es más ancho (5,5 cm más), más alto (11 cm más) y, lo más importante, tiene una batalla 8 cm más larga, lo que le permite ampliar considerablemente el espacio interior.
Más allá de estas nuevas dimensiones, lo que llama la atención del exterior es el nuevo diseño, más acorde con los últimos lanzamientos de la firma, como el recién renovado Lexus RZ.
Gracias a ello, tiene un aspecto mucho más moderno que el de su antecesor y se ve mucho más musculado, con formas muy marcadas en el lateral y una trasera muy llamativa que incluye pilotos unidos por una franja de luz LED y el propio nombre de Lexus iluminado, una solución que está muy de moda últimamente.
Personalmente, me parece que tiene más personalidad y que gana atractivo, aunque mantiene el formato clásico de carrocería de tres volúmenes, demostrando que las últimas tendencias de diseño pueden encajar perfectamente con el formato de berlina tradicional.
Por dentro también ha pegado un buen cambio, tanto a nivel de diseño, como de calidad y, como decía unas líneas arriba, de habitabilidad. El salpicadero es completamente horizontal, tiene muchos menos botones y todo el protragonismo recae en la pantalla central y en un cuadro digital mejor integrado en el salpicadero y esta vez sin marco (también son los “cuernos” que tenía el marco del cuadro del modelo anterior).
La consola central también está mucho más limpia, en parte, porque la enorme palanca de cambios del último ES ha dejado paso a un selector mucho más discreto.
Otra de las novedades es el volante. Además de cambiar su diseño, no está rematado con el logo de Lexus, sino con el nombre de la marca. Por supuesto, también hay que hablar de un nuevo multimedia, de una mejor conectividad, (incluyendo un navegador que programa rutas en las versiones eléctricas, teniendo en cuenta la batería, el consumo, los puntos de carga, etc.) y más asistentes a la conducción, todos ellos agrupados en lo que Lexus llama Lexus Safety System+.
Como todavía no he podido conducirlo y únicamente he tenido la oportunidad de subirme, no puedo decir si el nuevo multimedia o los nuevos asistentes funcionan mucho mejor, pero he visto una mejora evidente en la calidad general del interior.
Tratándose de un Lexus, hablar de mejora de calidad, es mucho decir, porque el anterior ES ya estaba muy bien hecho, pero esta nueva generación es todavía más premium.
En este sentido, también está claramente un nivel más arriba que todos sus rivales, incluidos los del trío alemán, es decir, los Audi A6, BMW Serie 5 y Mercedes-Benz Clase E. Este nuevo ES utiliza materiales de mejor calidad, tiene ajustes de primerísimo nivel y pone muchísima atención a los detalles.
Si tuviera que hacer un símil con la relojería, me recuerda a los Grand Seiko japoneses: no son tan populares como los relojes suizos, pero lo cierto es que tienen nada que envidiar a sus rivales de Omega, Tudor o incluso Rolex, de hecho, están hechos con una atención a los detalles tan alta que sus acabados son mejores.
Lexus asegura que también ha mejorado el confort de marcha, la calidad de rodadura y el confort acústico, pero ha que esperar a conducirlo para comprobar hasta qué punto llegan esas mejoras.
Otra de las cosas que se hacen evidentes simplemente con subirse es la ganancia de espacio. Delante, da sensación de ser más grande por el nuevo diseño, pero es detrás donde realmente crece. Es amplio en todas las cotas, aunque llama la atención el enorme espacio que hay para las piernas. Incluso puede tener asientos posteriores con reposapiés elevable en el acabado tope de gama
Además de los diferentes niveles de equipamiento, hay tres mecánicas disponibles: el ES 300h híbrido, con etiqueta ECO y 201 CV, el ES 350e eléctrico, con 224 CV y 530 km de autonomía, y el ES 500e AWD, con 343 CV, dos motores, tracción total y 480 km de autonomía.
Las dos variantes eléctricas utilizan distintas baterías, de 77 kWh de capacidad el menos potente y de 75 kWh de capacidad el ES 500e AWD, pero ambas comparten una potencia máxima de carga de 150 kW en corriente continua.
Hoy por hoy, no es una cifra destacable, y menos en una berlina de este segmento, donde hay modelos como el Volkswagen ID,7, que carga a 200 kW, el BMW i5, que puede hacerlo a 205 kW o el Audi A6 e-tron, que llega a los 225 kW. Ojo, no es la potencia de carga más lenta de la categoría, ni mucho menos, pero es mejorable.
De lo último que puedo hablar a falta de conducir el coche, es del precio. Ya está a la venta desde 61.500 euros. Es curioso porque ese precio de partida es el mismo para el ES 300h y para el ES 350e, es decir, el híbrido y el eléctrico de menor potencia cuestan exactamente lo mismo. Por encima de los dos, el ES 500e AWD arranca en 65.500 euros.
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