El plan propuesto a Bruselas por el Gobierno central de empezar a cobrar un peaje, a partir de 2024, en todas las vías de alta capacidad del país, sigue sin ser definitivo.
A la espera de que este sistema se debata en el Parlamento Europeo, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha dicho que aún no hay planteado un modelo de pago por uso, y que no saldrá adelante sin el apoyo del sector del transporte, uno de lo más afectados.
Los pórticos serán una opción poco probable
En declaraciones en el Congreso de los Diputados, Ábalos ha aclarado que el Ejecutivo no tiene un plan cerrado para establecer un modelo de cobro en las vías de alta capacidad (incluidas las regionales) a los usuarios que las utilicen.
"Tenemos muchísimas dudas para decidir qué sería lo justo", ha dicho.
Así, no se han establecido tarifas (se habla de 1 céntimo por kilómetro), ni tecnología de cobro, pero en un principio se rechazaría un sistema por pórticos al estilo de Portugal y que tanto atrae a las concesionarias.
De momento, se trata de una medida que aún no es ley, y que según Ábalos saldrá adelante solo si existe consenso en el Parlamento y en el sector del transporte, que ya ha amenazado con movilizaciones si se lleva adelante.
También ha recordado que este año se destinan de los Presupuestos Generales del Estado 1.239 millones de euros al mantenimiento de carreteras (es decir, saldrá del bolsillo de todos los contribuyentes) y que se deben debatir otras fórmulas para que este gasto lo asuman solo aquellos que hacen uso de ellas y se liberen esos recursos para otros fines.
A modo de ejemplo, la asignación fija que recibe la Iglesia Católica cada año de los Presupuestos Generales del Estado -además del IRPF- y que ascendió a más de 11.000 millones de euros solo en 2015, podría ser una buena forma de abordar el mantenimiento de las infraestructuras sin castigar el bolsillo de los conductores.
Aunque hay muchas más, claro.
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