Elon Musk ha vendido acciones de Tesla por valor de 6.900 millones de dólares en los últimos días, tras admitir “que podría necesitar los fondos” si pierde la batalla legal que tiene abierta contra Twitter tras cambiar de opinión el mes pasado sobre su deseo de comprar la red social.
No es la primera vez que el hombre más rico del mundo recurre a un movimiento similar para hacer caja, aunque según el propio Musk, esta vez lo hace porque "en el caso (esperemos que improbable) de que Twitter obligue a cerrar este acuerdo y algunos socios de capital no le apoyen, es importante evitar una venta de emergencia de las acciones de Tesla".
¿Podría obligarle Twitter a cumplir el acuerdo? Lo cierto es que sí. El procedimiento ya está en marcha y el juicio se celebrará en Delaware (EEUU) el próximo mes de octubre.
Un giro de guión que podría resultar realmente caro
El deseo de comprar Twitter por parte del CEO de Tesla, que fue anunciado a bombo y platillo, empezó a fraguarse a principios de abril.
Sin embargo, apenas tres meses después y cuando todo parecía atado, Musk decidió arrepentirse y renegar del multimillonario contrato que ya estaba sobre la mesa de ambas partes.
Como era de esperar, la noticia no fue del agrado de los responsables de Twitter, quienes anunciaron casi de inmediato que tomarían medidas legales para obligar al multimillonario a cumplir con su palabra y abonar los 44.000 millones de dólares (unos 43.000 millones de euros) acordados.
El principal motivo que hizo que Musk se echase atrás arriesgándose a las consecuencias es que dicho acuerdo contiene una exigencia que ahora el empresario sudafricano utiliza como caballo de batalla.
Pues para hacer efectiva la compra, Twitter debía demostrar que los bots y perfiles falsos representan menos del 5% del total de las cuentas activas en la red social (que ascienden a algo menos de 238 millones) y de lo contrario, se entendería que el trato quedaba invalidado.
Less than 5% of Twitter daily users are fake/spam
— Elon Musk (@elonmusk) August 6, 2022
Twitter asegura que el estamento se cumple y Musk insiste en que no, algo en lo que le apoyan miles de usuarios, como puede verse en la encuesta que publicó el pasado 6 de agosto en su perfil.
A priori, lo cierto es que convencer a un juez de que el problema del spam de Twitter representa un "efecto material adverso de la compañía" que altera sustancialmente el valor de la empresa y, por lo tanto, anularía el acuerdo (como sugieren los abogados de Musk) parece complicado.
El pasado mes de abril, cuando todavía parecía que la compra de Twitter iba a hacerse efectiva por parte del CEO de Tesla, este vendió acciones de su compañía de coches eléctricos por valor de 8.500 millones de dólares y entonces anunció “que no tenía previstas más ventas”.
Que ahora vuelva a hacerlo parece indicar que estaría preparándose para una derrota (en la que habría que incluir cuantiosas costas, daños y perjuicios y un largo etcétera)… o quizá para intentar llegar a un acuerdo.
Esto último tiene sentido tras haber cometido el error de firmar un acuerdo tan sustancial si realmente no quiere pagar 44.000 millones de dólares a una empresa que ya no le interesa comprar. Sea cual sea el desenlace, no parece que vaya a ser barato.
En total, Musk ya ha destinado más de 30.000 millones de dólares a la financiación del acuerdo, de los que más de 7.000 millones han sido aportaciones de un grupo de socios de su confianza, entre los que se encuentran el magnate de la tecnología Larry Ellison, el fondo de inversión estatal de Qatar y la mayor bolsa de criptomonedas del mundo, Binance.
Además, Musk ha vendido unos 7,92 millones de acciones de Tesla entre el 5 y el 9 de agosto, según sus archivos. De ser así, ahora poseería 155 millones de acciones de Tesla.
Estos últimos movimientos elevan el total de acciones de Tesla vendidas por Musk a unos 32.000 millones de dólares en menos de un año. Sin embargo, Musk todavía es el hombre más rico del mundo por delante de Jeff Bezos, con una fortuna estimada en 250.000 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
En cuanto al precio de las acciones de Tesla, ya ha subido casi un 15 % desde que el pasado 20 de julio el fabricante presentó su balance de cuentas en términos positivos.