Se ha hablado mucho acerca de cuándo alcanzaremos la paridad de precios entre los coches eléctricos y los impulsados por combustibles fósiles. Hace una década la respuesta podría ser incierta, pero hoy en día, con el precio de las baterías por debajo de los 100 dólares por kWh, nos acercamos a descubrirla.
Según recoge un estudio realizado por BloombergNEF para el grupo de presión Transport & Environment (T&E), los coches eléctricos serán más baratos que los coches de gasolina antes de 2027.
A mediados de 2026, los coches eléctricos pequeños costarían 12.000 euros
Según las proyecciones de BNEF, a partir de 2026 será igual de barato producir sedanes (segmentos C y D) y vehículos SUV eléctricos que sus equivalentes de gasolina.
Este punto de inflexión se alcanzaría en 2026 en el segmento de coches medianos, cuando el consumidor pagaría entre 15.000 y 20.000 euros antes de impuestos tanto por un coche de gasolina como por uno eléctrico.
Los sedanes, SUV pequeños, medianos y grandes así como las furgonetas pesadas también alcanzarían la paridad de precios en 2026.
Para los coches pequeños esta paridad tendría lugar más tarde, a mediados de 2026, y su precio rondaría los 12.000 euros.
Actualmente, entre los coches eléctricos más baratos que podemos encontrar en el mercado español, con ayudas a la compra, encontramos el Invicta Electric D2S (8.819 euros y una autonomía de 150 km) o el SEAT Mii Electric (desde 10.800 euros y una autonomía de 260 km).
Por otro lado, el estudio de BNEF también señala que las furgonetas ligeras eléctricas serán más baratas que las furgonetas de diésel un año antes, a partir de 2025.
Esto ocurrirá, de acuerdo al estudio, gracias a la bajada de los precios de las baterías que ya está teniendo lugar, puesto que es el elemento más caro del coche eléctrico.
También se conseguirá gracias a las líneas de producción especializadas. En este sentido, el informe advierte que el desarrollo rápido de la producción y de las ventas de vehículos eléctricos es esencial para la reducción de costes y para lograr que los consumidores se pasen a lo eléctrico de forma generalizada en el futuro.
Para T&E esto sólo se conseguirá si se endurecen los objetivos de CO₂ para los fabricantes de vehículos en la década de 2020, incluido un nuevo objetivo para 2027.
"Las furgonetas y los automóviles eléctricos de batería podrían alcanzar el 100 % de las ventas de vehículos nuevos en 2035, incluso en el sur y el este de Europa, si los legisladores endurecen los objetivos de CO₂ y refuerzan otras políticas a fin de estimular el mercado, como un despliegue más rápido de la infraestructura de puntos de carga", explica el grupo de presión ecologista.
De hecho, T&E ha impulsado recientemente una petición a la Comisión Europea para prohibir la venta de nuevos vehículos de gasolina para 2035, incluidos los híbridos. A esta iniciativa se han sumado compañías como Volvo, Uber, Ikea o Coca-Cola.
En este escenario, en el que la electromovilidad se impone, España se sitúa en el quinto puesto de países de la UE en los que resulta más caro cargar un coche eléctrico, a lo que se suma el lento desarrollo de la infraestructura.
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