Probamos el Audi SQ2: 300 CV que hacen rápido pero no divertido a este pequeño SUV
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Probamos el Audi SQ2: 300 CV que hacen rápido pero no divertido a este pequeño SUV

Audi ha querido ponerle algo de picante a su SUV más pequeño creando el Audi SQ2, un coche que a pesar de sus escasos 4,21 metros de largo, quiere convertirse en una alternativa a los compactos deportivos. Su motor 2.0 TFSI de 300 CV, la carrocería rebajada 20 milímetros y muchos elementos específicos lo diferencian de un Q2 normal. ¿Conseguirá estar a la altura de su hermano el Audi S3? Te lo contamos.

Los tiempos cambian, los gustos también

Cuando yo tenía 20 años, muchos chavales de mi edad soñaban con aquel coche compacto deportivo lanzado por Audi cuando pocos se atrevían con tanta potencia en ese segmento. Muy rápido y capaz de mantenerse bien pegado al suelo con mucha más facilidad que un BMW Serie 3 Compact gracias a la tracción Quattro, era difícil resistirse a sus encantos.

Sí, me refiero al Audi S3 de primera generación. Recuerdo haber probado dos unidades, la primera de color amarillo con matrícula de Barcelona y el motor 2.0 Turbo de 210 CV. La segunda de color rojo, ya con la actualización a 225 CV y matrícula sin distintivo provincial. Dos coches que me dejaron marcado.

Los números del Audi SQ2 no son malos: entrega 300 CV, 400 Nm de par y acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos mientras alcanza 250 km/h de punta.

Los tiempos cambian y a pesar de que hoy en día sigue existiendo un excelente Audi S3 en carrocería tres puertas o SportBack, al compacto deportivo le ha salido un hermano SUV con el que comparte muchos elementos.

Audi SQ2 logotipo trasero

El coche que hoy nos ocupa es el Audi SQ2, la versión de altas prestaciones del fresco SUV que la marca de los cuatro aros lanzó al mercado hace dos años, del que tan solo habíamos probado la versión 1.6 TDI de 116 CV.

Este, con el motor 2.0 TFSI de 300 CV promete sensaciones fuertes con sus registros de menos de cinco segundos en el 0 a 100 km/h, pero como no todo son cifras había que comprobar cómo se comporta, valorarlo respecto a un Audi S3 y sobre todo, saber si realmente podemos considerarlo una versión deportiva o simplemente dejarlo en un Q2 rápido.

Por dentro y por fuera

Audi SQ2 delantero lateral

Ligeros cambios estéticos marcan el estilo del Audi SQ2. Son detalles para realzar su posicionamiento, aunque no podemos hablar de cambios muy drásticos ya que el modelo que toma como base ya destaca por su aspecto deportivo a primera vista gracias a una carrocería compacta, aerodinámica trabajada y llantas que por lo general suelen ser grandes.

En el frontal nos encontramos con una parrilla ligeramente distinta a la de un Q2 normal, con muchos detalles en color negro y el logo SQ2 insertado entre las láminas verticales que le dan forma.

Audi SQ2 frontal
La parrilla Singleframe en color negro forma parte de un paquete específico

El faldón delantero incluye unas entradas de aire de mayor tamaño, aunque no más que las que luce un Q2 con paquete S-Line. Las llantas son específicas, en este caso opcionales de 20 pulgadas (de serie son de 19 pulgadas) y en su interior dejan ver las pinzas de freno en rojo con el logo S, que delata a esta versión más prestacional.

Las taloneras laterales con el logo Quattro, los detalles como el pilar C en negro y muchos otros elementos en ese color, hacían que en esta unidad el color Gris Nardò de la carrocería cobrase más sentido si cabe.

Audi SqQ2 trasera lateral
Las cuatro salidas de escape en la trasera son el detalle que te permite diferenciarlo de un Q2 normal y corriente.

En la trasera encontramos cuanto salidas de escape de considerable diámetro, pintadas en color negro y dispuestas dos a cada lado. No es que sea el SUV más llamativo del mundo ni que vaya girando cabezas a su paso, pero resultón sí que es.

En el interior los cambios respecto a un Q2 son mínimos, simplemente unos asientos de corte deportivo con algo más de agarre lateral, el volante con la parte inferior plana y el emblema S insertado y los acabados en color negro en techo y pilares del mismo. Esos son los principales cambios respecto al modelo base.

El control de crucero adaptativo permite a velocidades de hasta 65 km/h asistir al conductor interviniendo en la dirección, la aceleración y los frenos. Es parte del completo equipamiento de serie.

Tal vez por esos escasos cambios también encontramos una serie de plásticos que desentonan en un coche cuyo precio base supera con creces los 50.000 euros. Me refiero a los paneles interiores de las puertas, duros y con muy mal tacto, más dignos de un low cost que de un coche Premium.

Audi SQ2 interior
En el interior se combinan elementos de mucha calidad con unos plásticos en el interior de las puertas que no están a la altura.

Es una pena porque empañan un habitáculo que por lo demás convence y que cuenta con una calidad de acabados como esperas en un Audi, por muy pequeño que sea. No faltan el Audi virtual cockpit con pantalla de 12,3 pulgadas, el MMI Navegación plus con su pantalla retráctil de 8,3 pulgadas y mucho equipamiento de serie, como el Audi pre sense front o ayudas a la conducción como el control de crucero adaptativo con Stop&Go.

En marcha con el Audi SQ2

La posición de conducción en el Audi SQ2 es ligeramente más alta que la que adoptarías en un Audi S3, pero se supone que ese es uno de los puntos que busca el que se decanta por un SUV en lugar de por un compacto o un turismo más tradicional.

Audi SQ2 lateral posterior
El pilar C en color negro parece haberse convertido en tendencia entre los SUV urbanos

El motor 2.0 TFSI se pone en marcha pulsando un botón y aunque su sonido es perceptible, no es tan notable como por ejemplo en un CUPRA Ateca, con quien comparte bloque, planteamiento y algunos elementos más, aunque el alemán es considerablemente más pequeño y más bajo.

En uso diario y ámbitos mayoritariamente urbanos en los que realmente no buscas más que un Q2 algo impetuoso, el coche se comporta de maravilla. Cumple de sobra con su cometido, es bastante ágil y gracias a esa potencia extra respecto a la mayor parte de coches, es fácil ser el primero entre semáforo y semáforo.

Audi SQ2 Prueba 22
La caja S-Tronic de 7 velocidades y doble embrague es de serie

Todo responde a la electrónica que gracias al Audi Drive Select de serie permite adaptar su personalidad a las circunstancias entre cinco modos (efficiency, comfort, auto, dynamic e individual), haciendo que en el modo Confort sea un coche cómodo y sencillo de llevar, tanto como lo sería un Q2 1.6 TDI como el que probamos hace ya unos cuantos meses.

Incluso si queremos buscar unos consumos contenidos los encontraremos, especialmente si seleccionamos el modo Efficiency que ayuda a reducir consumos y hace cosas como apagar el motor al bajar de 7 km/h para detenernos.

Audi SQ2 lateral
La altura al suelo es 20 milímetros inferior a la de un Q2, de ahí que su carrocería se vea especialmente compacta.

Aunque pensándolo bien, los consumos no deberían ser algo preocupante para quien está dispuesto a gastarse 54.750 euros en un coche que tiene como argumento de mayor peso la pasión frente a la razón, sobre todo habiendo Q2 casi igual de vistosos con el paquete S-Line y la configuración adecuada.

Si quieres aprovechar los 300 CV, lo mejor será que te vayas a una buena carretera de montaña. En ese momento el Audi SQ2 te demostrará, en cuanto pises el acelerador a fondo, lo mucho que corre. Es un coche tremendamente rápido, capaz de pegarte al asiento y con la capacidad de tracción y aceleración como tiene pocos coches en su segmento.

Audi SQ2 moldura interior
La moldura que recorre todo el interior incluye la palabra Quattro y permite elegir el tono de luz LED en su interior

Como buen Audi, la tracción integral conectable juega un papel muy importante. Gracias a su reparto de potencia entre ambos ejes, las pérdidas de tracción se minimizan y son casi imperceptibles.

Si fuerzas un poco más las reacciones y le quieres buscar las cosquillas, encontrarás un conjunto rápido a la hora de enlazar curvas a izquierda y derecha, pero al que se le atragantan un poco los giros más cerrados. No es capaz de enmascarar una tendencia al subviraje demasiado acusada.

Audi SQ2 interior

La dirección tampoco transmite mucha información y por todo eso, considerarlo deportivo es mucho decir. Podemos quedarnos en “un Audi Q2 que corre mucho”, y viéndolo en perspectiva eso es lo que pretende ser. Si no, al lado de la S habría una R y sería un RSQ2 que por ahora no parece que vaya a llegar.

Aun así, es un coche muy completo que permite disfrutar al volante, sobre todo si no buscamos hacer tiempos y lo que queremos es simplemente ir rápido. Uno de los puntos fuertes que tiene, es que permite ir rápido a cualquiera, sin que sea necesario que seas un tipo demasiado ávido en esto de la conducción.

Audi SQ2 frontal

Ese comportamiento bastante neutro en conducción deportiva no emociona, pero es precisamente gracias a él por lo que cualquiera puede ir bastante rápido en este coche sin meterse en complicaciones. Va bien, va por el sitio y salvo error tuyo, es difícil que la diversión acabe en tragedia.

Esta versión deportiva lleva muelles específicos más duros, los cuales sirven además para rebajar la altura al suelo 20 milímetros. Penaliza algo el confort, ya que se trasladan al habitáculo todas las irregularidades del terreno, pero tampoco es crítico.

Audi SQ2 llanta y pinza de freno

En contraprestación la carrocería en las curvas apenas balancea y eso también ayuda a que sea fácil ir rápido sin tener que compensar inercias como ocurre en SUV de planteamiento similar de mayor tamaño y masa.

La caja de cambios S-Tronic de 7 marchas y doble embrague es otro de sus puntos fuertes. Salvado el pequeño retraso a la hora de salir desde parado, mal endémico de todas las cajas de este tipo del Grupo Volkswagen, una vez que has alcanzado ritmo y quieres jugar con las levas situadas detrás del volante, lo que obtienes es grandioso.

Es casi inmediata a la hora de subir marchas, las engrana de forma rápida y eficaz, de ahí que las cifras en aceleraciones sean tan buenas. También permite en reducciones jugar con el régimen del motor, aunque no ejecuta las reducciones si tiene que dejar el motor muy cerca del corte.

Tampoco has de dejar pasar el sistema de launch control, que permite salir desde parado a un ritmo que dejará con la boca abierta a cualquiera que lo vea. La pena es que todos esos aspectos positivos no vengan acompañados por un sonido algo más emocionante. Aunque es perceptible el sonido, no te pone los pelos de punta.

Audi : nuestra puntuación

.2

Diseño exterior 8
Diseño interior 7
Calidad 6
Habitabilidad 7
Maletero 6
Motor 9
Seguridad 9
Comportamiento 7
Comodidad 7
Precio 6

A favor

  • Consumos ajustados
  • Diseño con personalidad
  • Prestaciones
  • Facilidad para ir rápido

En contra

  • Maletero pequeño
  • Precio alto
  • Sonido discreto
  • Calidad de algunos plásticos

La principal conclusión que podemos sacar del Audi SQ2 es que se trata de un capricho curioso. Es un coche muy completo en un envoltorio muy pequeño. Coqueto, elegante y rápido, no podemos tacharlo de deportivo, pero tampoco pretende serlo.

No es el coche que me compraría, pero tampoco lo es un Q2 equipado hasta arriba con llantas de 19 pulgadas y de esos se ven muchos por la calle. Todo eso me lleva a pensar que es un coche pensando para los que el Q2 les ha enamorado por su encanto estético, lo quieren con un poco más de picante del habitual y pueden permitirse los 54.750 euros que cuesta. Si se vende, será porque los hay.

Audi SQ2 logotipo y parrilla

Ficha técnica

Versión probada   SQ2
Cilindrada1.984 cm³ Tipo de tracciónQuattro
Bloque motor4 cilindros en línea turbo CombustibleGasolina
Potencia (CV @ rpm)300 @ 5.300 Capacidad del depósito55 litros
Par motor (Nm @ rpm)400 @ 2.000 Consumo urbano8,8 l/100 km
Masa en vacío1585 kg Consumo extraurbano6,2 l/100 km
Velocidad máxima250 km/h Consumo combinado7,2 l/100 km
Aceleración 0-100 km/h4,8 segundos Capacidad maletero355 litros
TransmisiónS-Tronic 7 velocidades Precio54.750 euros

El coche para esta prueba ha sido prestado por Audi. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas

Fotografía | Héctor Ares

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