El retrofit no tendrá ayudas públicas en España. El ejemplo de Francia nos dice que no han servido de mucho

El retrofit no tendrá ayudas públicas en España. El ejemplo de Francia nos dice que no han servido de mucho
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El retrofit, que es el proceso de convertir un coche de combustión en eléctrico, no tendrá ayudas en España. El Partido Popular había propuesto que parte de los fondos europeos se destinaran a incentivos para realizar esta actividad, pero no ha contado con los apoyos suficientes.

La propuesta se presentó ayer y fue votada en el Congreso de los Diputados: sólo los populares y Ciudadanos votaron a favor. La intención era introducirla como disposición en la normativa de movilidad eléctrica y energías renovables, recogida en el Real Decreto-ley 29/2021.

Por ejemplo en Francia, esta actividad va financiada con ayudas públicas desde que comenzó a ser legal. No obstante, pese a estos incentivos, son poquísimos los coches o vehículos convertidos que se han homologado.

Sin incentivos para un proceso caro

Retrofit

La intención de esta propuesta era la de primeramente subvencionar el retrofit, cuyo proceso de homologación es muy costoso. Para ello proponían destinar parte del montante de los fondos del Plan de Recuperación. Y asimismo planteaba agilizar el proceso y reducir las trabas burocráticas, así como los costes de este proceso de conversión.

¿El objetivo? Facilitar esta actividad en España y a su vez fomentarla, como alternativa a la compra de un coche eléctrico y de cara al veto que los térmicos sufrirán en 2050. Fecha en la que Europa planea que ningún coche con motor de combustión pueda circular.

Sea como fuere, se ha quedado en papel mojado, pues de los 332 votos posibles, solo 100 diputados han votado a favor (Partido Popular y Ciudadanos esencialmente), mientras que 162 han votado en contra: PSOE y Unidas-Podemos, así como PNV y Bildu, entre otros. Vox se ha abstenido.

Un proceso de homologación complicado y caro. En España el retrofit lo ampara a nivel legal la normativa de reforma de vehículos, recogida en el Real Decreto 866/2010. Y el gran escollo con el que se topa es con el proceso burocrático y el elevado precio que supone la homologación de estas conversiones de térmico a eléctrico.

Y es que homologar un coche o vehículo de motor convencional que pasa a tener una mecánica eléctrica supone unos 7.000 euros sólo en ensayos. Y si se busca conseguir la misma certificación para homologar un kit con el que transformar un número limitado de coches en España el precio se multiplica. A lo que se añade que, homologar un paquete de baterías, supone unos 70.000 euros a parte del resto.

Retrofit

Así, las empresas que en España realizan este tipo de conversiones, como eCoche o Elektrun Cars, o optan por varias vías para que salga más barato: o bien unirse para compartir costes de homologación; o bien buscar la misma homologación en países como Holanda o Eslovenia, donde el proceso burocrático es menos costoso, pero igualmente válido ya que se enmarca en la misma regulación comunitaria.

En total, estiman estas entidades, el retrofit de un coche térmico, oscila de media entre los 15.000 y los 20.000 euros, comprendiendo todo el proceso. A lo que añadir el precio que se pagó por el coche donante, claro.

Pocas conversiones pese a las subvenciones. En Francia, se permite el retrofit desde hace tres años, en su caso a golpe de regulación específica. Y se acompañó de subvenciones públicas para poder sufragar parte de la actividad en lo que toca a las homologaciones.

Pese a estas ayudas estatales, pocos coches o vehículos se han homologado tras recibir el retrofit. Estos incentivos pueden alcanzar los 2.500 euros o incluso los 5.000 euros en función de la renta del solicitante.

Pero el año pasado, dos años después de la puesta en marcha de estos incentivos, apenas se había homologado una decena de coches convertidos a eléctricos. Es decir, que pese a que este país sí que cuenta con ayudas, no ha supuesto fomentar esta actividad al nivel esperado.

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