No solo el litio es importante: en cada coche eléctrico hay unos 52 kilos de grafito, y Europa apenas tiene

No solo el litio es importante: en cada coche eléctrico hay unos 52 kilos de grafito, y Europa apenas tiene
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Aunque el litio ha estado desde hace años en el punto de mira como material crítico para fabricar las baterías de los coches eléctricos, también lo ha estado el grafito, que procede en su mayor parte de China.

Para hacernos una idea, en cada coche eléctrico hay una media de 52 kg de grafito: una batería de iones de litio puede contener 15 veces más grafito que litio y representar alrededor del 25 % del volumen total de una batería. Su suministro se ha vuelto un imperativo en un momento de expansión para el coche eléctrico, sobre todo en Europa.

Uno de los principales retos que debe superar la industria del coche eléctrico para crecer el 35 % previsto este año, se necesitan operadores que puedan alimentar las gigafábricas de baterías con grafito refinado, explican desde Oil Price.

El grafito -una industria de 23 mil millones de dólares- constituye entre el 95 y el 99 % del material del ánodo (el electrodo negativo) de las baterías de iones de litio, y es el material más abundante de una batería.

Le siguen el aluminio, con casi un 19 % (se necesitan unos 35 kilos para una batería), el níquel, que conforma el 15,7 % (unos 29 kg), y después el cobre y el acero. Aunque son imprescindibles para la fabricación del cátodo, el manganeso, el cobalto y el litio conforman una parte proporcional menor.

Oilprice
Gráfico: Oil Price.

Y con China controlando la cadena de suministro gracias a sus minas, países como EEUU -donde no hay producción comercial- están empezando a levantar grandes fábricas para refinar grafito, como es el caso de Graphex Group en Detroit.

Y es que refinar grafito es un proceso complejo y caro que tiene además que superar trabas regulatorias. Fuera de China, pocas minas de grafito producen cantidades significativas. Encontramos la excepción en Balama, Mozambique, que explota la minera Syrah Resources y donde se calcula que hay casi 17 millones de toneladas de grafito.

Es la más grande que existe fuera de China, con una capacidad de producción de 350.000 toneladas métricas por año. Y obtener grafito de otro proveedor que no sea China es un caramelo para EEUU al que ya ha puesto el ojo encima.

También Europa busca disminuir la dependencia de la cadena de suministro de mercados extranjeros como China, donde este mineral, en su forma sintética, se obtiene a partir de combustibles fósiles.

Pero el Viejo Continente no tiene ni por asomo suficientes minas para cubrir la demanda de grafito del mercado. Rusia produce alrededor del 1,5 % del suministro mundial y, en la actualidad, esa fuente de suministro no está políticamente disponible para muchos países.

Mina de Balama
Sitio de operaciones en Balama, Mozambique. Foto: Syrah Resources.

Ucrania, antes de la guerra, también producía alrededor del 1,5 % de la producción mundial, y Noruega produce alrededor del 0,5 %. Alemania y Austria juntas producen menos de 300 toneladas.

Así que la única alternativa es la producción de grafito sintético a partir de combustibles fósiles (Aproximadamente la mitad del grafito utilizado por la industria de las baterías para vehículos eléctricos es sintético), lo que convierte al coche eléctrico en muchas cosas, pero no en ecológico.

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