Grafeno en 3D: el supermaterial con el que nos prometen baterías más ligeras y con mayor autonomía

Grafeno en 3D: el supermaterial con el que nos prometen baterías más ligeras y con mayor autonomía
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El grafeno lleva años imponiéndose como un supermaterial para fabricar baterías para coches eléctricos: es una lámina de una sola capa de átomos de carbono con el potencial de ser más fuerte que el acero, más flexible que el caucho, más conductor de la electricidad que el cobre, impermeable incluso a los átomos más pequeños y en un peso ultraligero.

Pero como ha ocurrido con las baterías de estado sólido, su talón de Aquiles es conseguir hacerlo escalable. Ahora una compañía llamada Lyten quiere conseguirlo con el denominado grafeno en 3D de la mano de grandes marcas, y de paso impulsar las baterías de litio-azufre ante la escasez de materias primas clave.

Diseñado a partir de gas natural

Lyten
Foto: Lyten.

Cuando el grafeno se arruga y se retuerce a escala nanométrica, se vuelve mucho más reactivo, lo que permite que las propiedades del este supermaterial, como su ligereza, se infundan en otros materiales, explica Lyten.

Diseñado a partir de gas natural, este material promete mejorar la resistencia, la conductividad o la permeabilidad, traduciéndose en una mayor vida útil y mayor densidad energética, lo que resulta en coches eléctricos de mayor autonomía.

De momento Stellantis ya ha invertido en esta compañía para conseguir hacer del grafeno en 3D un material que se fabrique a gran escala.

Las baterías de litio-azufre también prometen

A diferencia de las baterías de iones de litio tradicionales, las baterías de litio-azufre de Lyten no utilizan níquel, cobalto ni manganeso, materiales cada vez más caros debido a la complejidad que supone obtenerlas.

Volvo Recarga

Prometen ser un 60 % más ligeras, más seguras ante sobrecargas y fugas térmicas, con mayor densidad energética explican, y más limpias. Sus aplicaciones van desde la esfera automotriz hasta la aeroespacial, la marina o la de la energía.

El problema es que esa densidad energética se hace en detrimento de los ciclos de carga y la estabilidad de la batería al usar un ánodo de litio metálico. Es decir, no tiene una vida útil larga y no acepta cargas rápidas.

Stellantis también ha puesto los ojos en este tipo de baterías y pretende equipar sus futuros coches eléctricos con ellas.

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