Ford quiere que los propietarios de sus coches eléctricos adopten de forma generalizada la tecnología de carga bidireccional o ‘V2G’ (vehicle-to-grid). Tecnología que, entre otras cosas, puede ayudar a la red durante los periodos de máxima demanda de energía. Para ello, la marca estrena una interesante medida en California (EEUU): pagar a los propietarios que usen sus vehículos eléctricos para alimentar la red.
Para esta acción, recogida en el programa ‘Emergency Load Reduction Program’ (que forma parte de un plan mayor para aliviar la carga de la red eléctrica de la región), Ford contará con la colaboración de un proveedor de servicios públicos del sur de California, Southern California Edison.
Que te paguen por cargar tu coche eléctrico y devolver energía a la red, inviable en España
Pionera en este campo, no es la primera vez que la marca del óvalo impulsa una iniciativa de este tipo: el año pasado Ford ya se asoció con Honda y BMW para crear una plataforma que permitiera a los propietarios adscritos “obtener beneficios económicos mediante una serie de servicios de recarga gestionada y de intercambio de energía”.
Hace unos meses Ford también llevó a cabo en Maryland una iniciativa junto a las compañías Sunrun y Charge Station Pro, por la que se escogió a tres propietarios de una pick-up eléctrica Ford F-150 Lightning para un curioso programa de incentivos: los clientes “recibirán un pago basado en la cantidad de energía compartida, que se estima en 800 dólares durante los cuatro meses de duración del programa”, anunciaba entonces Sunrun. Este acaba próximamente.
Ahora es diferente. Pues lejos de limitarse a unos pocos propietarios, la acción de Ford y la eléctrica de California pretende extenderse mucho más. Según lo anunciado, “los conductores de vehículos eléctricos en el programa California Power Response de Ford ganarán 1 dólar por kWh de energía reducida durante los picos de la red, creando incentivos financieros nunca antes posibles con los vehículos de gas”.
Se espera que esta acción proporcione un valioso alivio para la red eléctrica en momentos de alta demanda de energía, al tiempo que prepara el camino para futuras innovaciones en el campo de la carga bidireccional, la gestión de la energía y la interacción con la red.
El pago de un dólar por kWh es más de lo que parece, pues es más de lo que suele costar utilizar un cargador rápido en la región, que ronda los 0,50 dólares por kWh. También es más de lo que suele costar a un propietario de un vehículo eléctrico cargar por la noche en casa, aunque el precio final siempre depende de otros factores como la hora de carga, etc.
En este sentido, según los cálculos de varios propietarios de eléctricos en EEUU publicados en Reddit, los costes de la carga nocturna en casa están entre 0,10 y 0,20 kWh por hora, “suponiendo que tenemos un paquete de baterías de 40 a 80 kWh y una eficiencia de carga del 90 %”, especifican. En cuanto a la Ford F-150 Lightning, con su paquete de baterías de 98 kWh o de 131 kWh, es de suponer que el precio esté más ajustado.
La tecnología de carga bidireccional o V2G se está extendiendo poco a poco, y cada vez son más los fabricantes de automóviles y las compañías eléctricas los que unen fuerzas para ofrecer esta funcionalidad. Esta solución, que hace posible el ahorro inteligente de energía y de dinero durante las horas valle para redirigirla en las horas más caras o suministrar luz durante un apagón, tiene muchas ventajas… pero no está exenta de inconvenientes.
Al menos hasta que no se generalice más y entre en juego la presión de la ‘ley de oferta y la demanda’, uno de los más importantes es el precio. Iniciativas como la de Ford en California (e impensables en España, al menos a corto plazo) podrían ayudar a rebajar los precios.
Hoy en día, el coste total del sistema (incluyendo la carga y la instalación) puede ir desde los 10.000 dólares a los 30.000. Es decir, de poco más de 9.000 euros a los más de 27.200 al cambio. En este último caso, hablamos de aproximadamente el 40 % del coste de una F-150 Lightning compatible, ya que la tecnología V2G requiere una batería de rango extendido, lógicamente más cara que la estándar.
Pese a todo, iniciativas pioneras como ésta impulsan la tecnología de carga bidireccional, que no solo representa una innovación en la movilidad eléctrica: también abre nuevas posibilidades para los propietarios de vehículos eléctricos, al permitirles ganar dinero al devolver energía a la red durante picos de demanda.
Este sistema optimiza el uso de energía, pero también contribuye a la estabilidad de la red, un hecho importante de cara a un futuro energético más sostenible y colaborativo.