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El Test del Alce, la maniobra de esquiva y cómo debemos actuar si se nos cruza un animal en la carretera

El Test del Alce, la maniobra de esquiva y cómo debemos actuar si se nos cruza un animal en la carretera
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La “Prueba del Alce” es una de las más conocidas en el mundo del motor por lo visualmente gráfica que resulta. Todos nos imaginamos circulando entre bosques, por una carretera posiblemente nevada, cuando se alza ante nosotros un enorme y majestuoso ejemplar de este animal.

Pero lo cierto es que los alces son muy poco frecuentes en nuestro país, y con otros tipos de animales quizás debemos actuar de diferente manera. Te lo contamos todo sobre la maniobra de esquiva en el siguiente artículo.

Antes de nada, ¿qué es la “Prueba del Alce”?

Cono

La prueba de maniobra de esquiva o maniobra evasiva es un test de seguridad para turismos y comerciales ligeros. Consiste en evaluar la estabilidad y agarre del vehículo ante una maniobra en S para evitar un obstáculo en la carretera. Desde 2002 está estandarizada por la norma ISO 3888-2 (actualmente en revisión), realizándose en pista seca a 72 km/h y con filas de conos que marcan la trayectoria de evasión.

La Prueba del Alce es originaria de Suecia, donde es común cruzarse con este animal

El test es también conocido como “la Prueba del Alce” (o “Moose Test”), ya que es originario de Suecia, donde es relativamente habitual encontrarse este animal invadiendo la calzada. En la prueba se han usado obstáculos e incluso maniquíes para simular al alce, aunque el estándar utiliza conos para evitar que se activen los sistemas de frenada automática.

Aunque es de uso común, el nombre de “Prueba del Alce” tampoco es correcto por el propio comportamiento del animal, que habitualmente estará en movimiento hacia el arcén o el carril contrario. La prueba de maniobra evasiva realmente está diseñada para esquivar peatones, vehículos en retroceso u obstáculos en la carretera.

RAV4 en el bosque

También hay que decir que la Prueba del Alce original es realizada por la revista especializada sueca  Teknikens Värld, utilizando conductores no profesionales y llenando el maletero de sacos de arena para simular un "equipaje extremo". Como resultado, no son pocos los fabricantes que han fallado sus tests durante estos años, con modelos realmente conocidos por sus capacidades off-road.

Por todo ello, no faltan expertos que ponen en duda la validez de la Prueba del Alce. Argumentan que se trata de un test poco realista, que el conductor promedio no está preparado para realizar la maniobra con seguridad, y que a esa velocidad la mayoría de vehículos fallan la prueba simplemente por la fuerza de su inercia. A día de hoy, ninguna institución de seguridad vial (Euro NCAP, NHTSA, IIHS…) incluye la Prueba del Alce en sus tests oficiales.

Entonces, ¿cómo debemos actuar si se nos cruza un animal en la carretera?

Alce

Hay otra cuestión que pone en duda la validez de la “Prueba del Alce”, y es que choca frontalmente con las recomendaciones de autoridades e instituciones para encuentros con animales en la carretera. Tanto Fundación MAPFRE, como RACC o la propia DGT alertan de los posibles peligros de la maniobra evasiva si se realiza a velocidades considerables, como salirnos de la calzada, invadir el carril contrario o chocar contra un obstáculo u otro vehículo.

Tratar de esquivar al animal puede llevarnos a salir de la carretera o chocar con otro coche

En vez de eso, proponen actuar de la siguiente manera:

  • Moderamos la velocidad (50-60 km/h) si entramos en un tramo con poca visibilidad o con las señales P-23 (Paso de animales domésticos) o P-24 (Paso de animales en libertad). Recordemos que se han actualizado recientemente.
  • Cuando avistemos a un animal frente a nosotros, tratamos de reducir la velocidad y frenar el coche. Si hemos moderado la velocidad con anterioridad, deberíamos tener una distancia de frenada suficiente.
  • Pondremos las luces de cruce para evitar deslumbrar y confundir al animal. Sobre el claxon no hay consenso sobre si sirve para alertarlo o si puede asustarlo.
  • Una vez hecho lo anterior, rebasaremos al animal lentamente y de forma controlada, preferiblemente por la derecha para no invadir el carril contrario.
  • Si no pudiéramos realizar la maniobra anterior de forma segura, y corriéramos el riesgo de perder el control con un volantazo, lo mejor es no evitar la colisión. Trataremos de frenar a fondo y sujetar el volante fuertemente, para impactar al animal de frente y a la menor velocidad posible.
  • Tras el impacto, realizaremos el protocolo PAS propio de un accidente (“Proteger, Alertar, Socorrer”).
  • Haya o no haya impacto, debemos advertir al SEPRONA (062) de la presencia del animal, sobre todo si su cuerpo ha quedado sobre la carretera.

Tenemos que saber que, de cara al seguro, seremos responsables de los daños (excepto el valor de la pieza) en todo momento, con tres excepciones: que la invasión de la calzada por el animal se deba a actividades de caza en las 12 horas anteriores, que la vía no esté cercada y señalizada debidamente, o que se trate de un animal doméstico.

Cómo realizar la maniobra de esquiva si nos vemos obligados

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Aún con las recomendaciones de evitar el volantazo al cruzarnos con animales, existen circunstancias en las que podemos sentirnos obligados a realizar la maniobra de esquiva: peatones que se cruzan, otros vehículos en retroceso, árboles o rocas caídos sobre el asfalto… Si en el proceso invadimos además el carril en sentido contrario, la maniobra debe incluir también la vuelta a nuestro carril lo antes posible.

Podemos sentirnos obligados a realizar la maniobra de esquiva con peatones u otros vehículos

Toyota nos explica en profundidad la maniobra en este artículo, pero repasemos las claves:

  • Permanecer atento a la carretera y respetar los límites de velocidad. Es fundamental para poder realizar la maniobra con la suficiente anticipación.
  • Realizar una maniobra en S, con un giro de volante a la izquierda e inmediatamente después otro a la derecha.
  • Actuar con suavidad y de forma controlada, para que el coche no pierda adherencia. Si giramos demasiado la dirección (algo habitual en conductores noveles), podemos perder el control.
  • Evitaremos tocar el freno DURANTE la maniobra, serán los sistemas del coche los encargados de disminuir la velocidad. Sí podemos frenar antes de llegar al obstáculo, si nos da tiempo a hacerlo con anticipación.

Podemos ver el proceso de forma más visual en el siguiente video, realizado en la escuela de conducción de RACC por un instructor oficial. La prueba se realizó a 70 km/h en pavimento deslizante, que equivaldría a unos 90 km/h sobre asfalto seco. El vehículo utilizado es un Toyota RAV4.

Cómo nos ayuda nuestro coche frente a los obstáculos

En realidad, la maniobra de esquiva no es sencilla de hacer, y es fácil perder el control de nuestro coche. Tampoco ayuda que se hayan puesto de moda los SUV y crossover, con mayor altura y por tanto más inestables. Por suerte, los coches incluyen cada vez más sistemas electrónicos que nos permiten realizar la maniobra con seguridad.

La maniobra de esquiva no es sencilla de hacer, y es fácil perder el control del coche

Tomemos de ejemplo el Toyota C-HR, modelo más vendido de la marca en los últimos años en España, y con una altura considerable teniendo en cuenta que se trata de un crossover. Por supuesto, el sistema ESP es fundamental en la estabilidad ante este tipo de maniobras, actuando sobre cada rueda para evitar que derrapen o se despeguen del asfalto. Otros sistemas como el ABS o el Control de Tracción también ayudan de forma similar.

Esp
Funcionamiento del ESP. Imagen: Agustín Galdón

En el caso concreto del Toyota C-HR, podemos encontrar sistemas de seguridad que nos ayudarán en situaciones similares. Por ejemplo, el Sistema de Seguridad Precolisión PCS nos puede ayudar a evitar o mitigar atropellos de peatones o ciclistas en ciudad, o choques pro alcance con vehículos estacionados en carretera. Recordemos que el Toyota C-HR obtuvo las 5 estrellas de Euro NCAP con pruebas de este tipo.

También puede contribuir a la estabilidad de un vehículo la arquitectura utilizada. El C-HR hace uso de la plataforma modular TGNA, que ofrece un centro de gravedad del vehículo más bajo de lo habitual. También sitúa las ruedas en las esquinas del conjunto, lo que consigue unos voladizos más cortos. Todos ellos son factores que a la postre mejoran la estabilidad general.

C-HR bosque

Lo cierto es que, con los cada vez más sofisticados sistemas de detección y la llegada del radar LiDAR (Toyota ya los utiliza en algunos modelos), la maniobra de evasión y la Prueba del Alce tienen los días contados. En cualquier caso, somos los conductores los que estamos al mando del vehículo, y seguirá siendo fundamental nuestra atención y capacidad de reacción al volante.

Imágenes | Toyota, Rawpixel, Pexels/Skitterphoto.

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