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En busca de la excelencia al sobrepasar a otro vehículo: ¿existe el adelantamiento perfecto?

En busca de la excelencia al sobrepasar a otro vehículo: ¿existe el adelantamiento perfecto?
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Adelantar no es una simple maniobra. Se trata de una operación que pone a prueba en mayor o menor medida la pericia de los conductores, su fidelidad a la normativa y, sobre todo, el respeto por la seguridad y la del resto de usuarios de la vía. ¿Cómo afrontar un adelantamiento con garantías?

Prohibido sobrepasar en 20 km/h el límite

Esta es, quizá, la primera consigna en la que piensa estos días la gran mayoría de los conductores en relación con el asunto. La maniobra de adelantamiento ha estado en el centro del debate público como consecuencia de la última modificación de la Ley de Tráfico. El cambio suprime el margen de 20 km/h para adelantar en vías convencionales:

(...) se suprime la posibilidad que tienen los turismos y las motocicletas de rebasar en 20 km/h los límites genéricos de velocidad fijados para las carreteras convencionales cuando adelanten a otros vehículos que circulen a velocidad inferior a aquéllas.

La medida impulsada por las autoridades de tráfico ha abierto un debate en torno a los adelantamientos, una vez que se anula el privilegio de poder superar en 20 km/h la velocidad máxima legal. Mientras algunas asociaciones como el RACE o Automovilistas Europeos Asociados (AEA) no han otorgado su beneplácito a la reforma, otros expertos como PONS Mobility son de la opinión de que no afectará a la seguridad vial.

Adelantamientos, ¿qué dice la ley (ahora)?

Adelantamiento

En cualquier caso, adelantar continuará constituyendo una maniobra que ha de ejecutarse con conocimiento y seguridad. Por supuesto, depende del contexto, de la vía y sus usuarios. No es lo mismo sobrepasar a un vehículo en una autovía que en una vía de doble sentido, como también es diferente adelantar a un camión que a un ciclista.

Por eso, el adelantamiento perfecto bien puede considerarse una entelequia. Lo que no quiere decir que no podamos, ni debamos, acercarnos y aspirar a cierta perfección.

Para ello, la regulación resulta la mejor guía de seguimiento obligatorio. La maniobra se apoya jurídicamente sobre los artículos 33, 34, 35, 36, 37 y 38 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Por cierto, el último cambio de los 20 km/h no se encontraba ahí recogido, sino en el artículo 21, referente a los límites de velocidad.

La norma general: adelantar por la izquierda

El artículo 33.1 de la Ley de Tráfico ya empieza con bastante "interés", pues establece una generalidad: es obligatorio adelantar por la izquierda. Ahora bien, es sabido que esta primera norma cuenta con sus excepciones. Según la DGT, se puede adelantar por la derecha:

  • Cuando el conductor del vehículo al que se va a adelantar indica su intención de detenerse, parar o girar hacia la izquierda.
  • En las ciudades donde circulan tranvías por vías de doble sentido de circulación con una vía para tranvía en el centro, se podrá adelantar a este por la derecha.
  • En vías urbanas, cuando exista más de un carril en el sentido de circulación y estos se encuentren delimitados (señalizados por líneas), se podrá adelantar por la derecha.

Para poder gozar del beneficio de las excepciones es preciso que el conductor que realiza la maniobra lo haga con la suficiente seguridad, sobre todo en cuanto a visibilidad se refiere. Es en autovía y otras vías rápidas donde más a prueba se pone la relación entre la norma general y las excepciones que benefician la fluidez del tráfico. Según el Observatorio sobre comportamientos de los conductores en la red de Autopistas, "el 14,6 % de los vehículos circula por el carril izquierdo sin estar adelantando".

Antes de adelantar...

En el siguiente artículo, el 34 de la Ley de Tráfico, se explican las precauciones que debemos tener antes de realizar un adelantamiento.

  • Debemos advertirlo con suficiente antelación con las señales preceptivas (es decir, con los intermitentes).
  • Comprobar que en el carril que se pretende utilizar existe espacio libre suficiente para que la maniobra no ponga en peligro ni entorpezca a quienes circulen en sentido contrario.
  • Hay que tener en cuenta y calibrar la velocidad propia y del resto de usuarios.
  • Hay que comprobar que el conductor del vehículo que le precede en el mismo carril no ha indicado su propósito de iniciar el adelantamiento. De ser así, este tendría preferencia en la maniobra.
  • Igualmente, también hay que asegurarse de que un vehículo posterior al propio no ha iniciado la maniobra.
  • Y, por supuesto, que circulemos en un tramo en el que esté permitida la maniobra y así lo indique la señalización.

Para ejecutar un adelantamiento en carreteras convencionales de doble sentido, han de ponerse en práctica todos estos comandos legales. El artículo 35 nos habla de la ejecución, junto a qué casos y cómo abortar la maniobra.

En el mismo, se hace hincapié en respetar las distancias de seguridad antes, durante y después de la maniobra. Adelantar de manera prematura alarga el tiempo de la operación por encima de lo deseado y pegarnos demasiado al coche que precede nos resta visibilidad.

Una visibilidad suficiente la obtendremos prestando atención, no solo a lo que vemos de frente, sino también la información que nos llega a través de los espejos retrovisores. En relación con esto, los sistemas de asistencia (ADAS) de los vehículos cada vez aportan más información para ayudarnos a efectuar este tipo de operaciones con menos riegos. Hablamos del Asistente de Señales de Tráfico (RSA), el Control de Luces Inteligente (AHB) o el Monitor de Ángulo Muerto (BSM), que Toyota ya incluye en sus vehículos bajo la etiqueta de Toyota Assist.

Adelantamiento en modo eléctrico

Corolla Adelanta

Como es obvio, la norma no se inmiscuye en el desempeño mecánico de la maniobra. Es decir, para adelantar, hemos de prever cuál será la respuesta de nuestro propulsor. Esto nos lleva a, antes de adelantar, cerciorarnos de conducir bajo un régimen de revoluciones conveniente para volcar la entrega necesaria en la aceleración que está por llegar.

Además, la maniobra no se termina cuando sobrepasamos al vehículo en cuestión, sino que hay que asegurarse de continuar circulando por encima de la velocidad del vehículo que ahora nos precede. En consecuencia, no conviene dejar de acelerar completamente.

Así, el comportamiento de cada vehículo y motor difiere. No es lo mismo realizar un adelantamiento con un pesado SUV diésel que con un coche eléctrico y ligero. En ese sentido, circular con un coche híbrido eléctrico puede otorgarnos cierta ventaja y seguridad.

La gestión electrónica en la entrega de energía nos asiste con toda la potencia una vez pisamos a fondo el acelerador. Como añadido, podemos ayudarnos de los diferentes modos de conducción, seleccionando por ejemplo un modo Sport, para ser más resolutivos.

En los casos que somos adelantados, es obligatorio facilitar la maniobra, si es posible, reduciendo de forma moderada la velocidad o echándonos a la derecha.

Adelantar a ciclistas

Trafico Ciclista

Entre los adelantamientos más delicados se encuentran aquellos destinados a sobrepasar a un ciclista. Hacerlo con seguridad da para una guía propia. Entre las máximas imprescindibles para ejecutar un adelantamiento de un ciclista, tenemos:

  • Respetar la distancia de seguridad lateral mínima de 1,5 metros.
  • Respetar el resto de distancias de seguridad.
  • Se puede invadir el carril contrario, "ya sea parcial o totalmente, comprobando previamente que se dan las condiciones para que pueda realizarse la maniobra con seguridad".
  • Hay que adecuar nuestra velocidad, reducirla, a la del ciclista y las condiciones que se den en la carretera. Esto se aplica tanto en vía urbana como en interurbana.

Del texto legal se desprende una realidad importante. Aunque a los ciclistas se les considera vehículos, con los matices propios que rodean la regulación de su tránsito, para adelantarlos conviene extremar al máximo la cautela.

¿Cuándo no se puede adelantar?

La Ley cuenta con un artículo propio que destierra una serie de situaciones en las que está prohibido adelantar:

  • "En curvas y cambios de rasante de visibilidad reducida y, en general, en todo lugar o circunstancia en que la visibilidad disponible no sea suficiente para poder efectuar la maniobra o desistir de ella una vez iniciada, a no ser que los dos sentidos de circulación estén claramente delimitados y la maniobra pueda efectuarse sin invadir la zona reservada al sentido contrario.
  • En los pasos para peatones señalizados como tales y en los pasos a nivel y en sus proximidades.
  • En las intersecciones y en sus proximidades [...]".

Estas últimas poseen cuatro excepciones, como si circulamos en una glorieta o si sobrepasamos a un vehículo de dos ruedas.

Como se puede comprobar, las diferentes situaciones y matices que arroja la conducción hacen complicado que podamos hablar de adelantamiento perfecto. Más bien, hay que aspirar a un tipo de adelantamiento que cumpla con la mínima seguridad.

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