Irene Mendoza
La última actualización de ‘Grand Theft Auto Online’ ha vuelto a demostrar que Rockstar tiene un olfato especial para la crítica. En esta ocasión, el blanco de su sátira no son los políticos ni las redes sociales, sino los robotaxis autónomos y lo que representan para parte de la sociedad estadounidense: vigilancia, poder tecnológico y una relación cada vez más tensa con la calle.
Bajo el nombre ficticio de KnoWay (hola, Waymo) en el juego hay una flota de robotaxis que no protagoniza la actualización, pero sí una de sus misiones clave: un encargo diseñado para que el jugador secuestre los vehículos, provoque accidentes, sabotee su funcionamiento y haga caer a la empresa que los gestiona. Una exageración muy GTA que, incómodamente, se parece bastante a lo que pasa fuera de la pantalla.
Cuando GTA convierte la movilidad autónoma en una misión criminal
En el universo de Los Santos, los robotaxis de KnoWay prometen transporte seguro mientras presumen del eslogan de que “saben adónde vas”, una alusión directa y muy irónica a la vigilancia y al control de datos. Y las misiones van mucho más allá de conducir: el jugador debe hundir a la empresa provocando atropellos, destrozos urbanos y accidentes espectaculares.
Además, Rockstar presenta a KnoWay como una extensión encubierta de las agencias federales, una crítica directa a la percepción real de que los vehículos autónomos son sensores rodantes que observan la ciudad las 24 horas.
En EEUU los robotaxis de verdad, especialmente los de Waymo, se han convertido en los últimos tiempos en objetivo de vandalismo y protestas. Por ejemplo, durante manifestaciones contra las redadas del ICE en Los Ángeles, varios vehículos autónomos acabaron con cristales rotos, grafitis e incluso incendiados.
En San Francisco, los ataques han ido desde pinchazos de neumáticos hasta bloqueos deliberados con conos de tráfico. Según analistas expertos, para muchos manifestantes, en parte estos coches simbolizan el poder de las grandes tecnológicas, la pérdida de empleos tradicionales y una sensación creciente de vigilancia urbana constante.
Vigilancia, miedo y frustración social
Para defenderse de las acusaciones, Waymo ha declarado varias veces que limita el acceso gubernamental a las grabaciones de sus vehículos y que solo colabora con las autoridades cuando las solicitudes son legales y proporcionadas. Aun así, la percepción social pesa más que los comunicados oficiales.
En contextos de tensión social, los robotaxis se convierten en blancos fáciles: no protestan, no huyen y representan “el sistema”. El GTA Online coge estos hechos reales y el clima creciente de desconfianza y los transforma en mecánica de juego en esta última actualización. Una caricatura violenta de la realidad que no se burla del futuro, sino que refleja, de forma exagerada pero reconocible, la cara B de la movilidad autónoma actual.
Imágenes | Reddit, Rockstar
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