Álvaro Ruiz
En el Libro Guinness de los Récords hay sitio para todo tipo de proezas, incluida la multa de velocidad más cara de la historia. Se registró en Suiza hace 15 años, pero sigue siendo el récord oficial, según este organismo.
En enero del año 2010, un radar cazó a un conductor circulando a 137 km/h en una zona donde el límite de velocidad era de 80 km/h. Ocurrió en Suiza, concretamente en las inmediaciones de St. Gallen, y el coche que conducía el infractor era un Ferrari Testarossa de color rojo.
En Suiza paga más quien más tiene
Como ya hemos visto en otras ocasiones, en Suiza, las multas por exceso de velocidad se imponen en base al dinero que tiene el infractor, es decir, en función de su renta y patrimonio, de manera que los millonarios son los que más pagan. Suiza considera que “los ricos no pueden comprar el derecho a violar la ley”, por eso, paga más quien más tiene. La idea es que la multa duela por igual al pobre y al rico.
Ese sistema de sanciones proporcional a la riqueza de cada uno ha hecho que veamos multas como la que se llevó hace poco más de un año un millonario francés residente en Suiza: superó en casi 30 km/h el límite de velocidad y tuvo que pagar una multa de 95.500 euros.
En España, habría pagado entre 300 y 600 euros, pero es que ni siquiera estaría cerca de pagar semejante multa el conductor al que pillaron a 297 km/h por la R4 al volante de un Porsche 911.
Sea como sea, así son las cosas en Suiza, y el conductor del Ferrari Testarossa que iba a 137 km/h en una zona de 80 km/h lo comprobó de primera mano. La multa que le impuso Suiza hace casi 16 años fue de 290.000 dólares, el equivalente a unos 246.200 euros.
El tribunal que juzgó su caso determinó que esa cifra era la que correspondía a su patrimonio, que en ese momento ascendía a 22,7 millones de dólares, unos 19,3 millones de euros al cambio.
También se tuvo en cuenta un “pequeño” detalle que multiplicó el valor de la multa: no era la primera vez que ese conductor del Testarossa se saltaba los límites de velocidad y le cazaban, por lo que el tribunal quiso darle un escarmiento por ser reincidente.
Imagenes | Mecum Auctions y Ferrari
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