Cómo irse de tramo y volver en grúa

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Recientemente he recibido la inspiración gracias a Forocoches. Con cierta periodicidad os traeré una selección de 10 vídeos con un denominador común. Conductores sin la suficiente experiencia, que se las dan de pilotos. Y se la acaban dando, pero contra objetos fijos o móviles, sin más víctimas graves que coche y ego.

Empezamos con dos chavales de Pontevedra que iban a fuego con un Renault Clio Sport y con lluvia entre Ponteareas y Cillarga. En una curva a izquierdas se produce la fatalidad: velocidad excesiva, contravolante incorrecto y golpe contra la cuneta. Por el pitido que suena juraría que tira de freno de mano.

La pérdida de control era muy previsible, si con tan poca adherencia se bloquean las ruedas, lo raro es que no pase nada. El ritmo era muy alto para esa carretera, menos mal que no venía nadie de frente, o no resultaría tan gracioso este fragmento de la oda al “yo controlo”. Pero hay más…

“¿Quieres hacer un video guapo?”, pregunta el conductor. Pese a la llamada a la prudencia del pasajero por razones más que evidentes, comienza la fatalidad. Creo que está grabado en Valencia, el tío conduce de un carril a otro de forma errática y claramente peligrosa para el tráfico.

La escena es muy típica del Grand Theft Auto, y como sabemos los que hemos jugado, la posibilidad de pegársela en esas condiciones es muy alta, aunque no se vaya deprisa. En los últimos segundos del vídeo, no me preguntéis como, pierde el control, cruza dos carriles y choca contra un coche aparcado.

Nuevamente la selección natural y Darwin vuelven a ganar. Esta vez hablamos de un Peugeot 206, según apunta un comentario en la carretera de la L’Arrabasada (Tarragona Barcelona). La velocidad de entrada en la curva es claramente imposible para el coche, antes de tocar el freno ya había perdido adherencia.

Además de lo evidente, nuestro amigo ha sido traicionado por la suspensión trasera del 206, demasiado traviesa en condiciones de este tipo. Lo único inteligente que hace el conductor es darse contra la montaña en vez de matar a los de la moto que venían de frente y que no tenían culpa de su estupidez.

Este otro acontece en el circuito de Nürburgring. Por lo visto unos chicos se fueron desde el Reino Unido con un BMW Serie 5 (tal vez E34) hasta Alemania para disfrutar del infierno verde. No hacía un día muy apacible y las circunstancias invitaban a ir con cuidadito, pero no fue así.

No tarda ni 7 segundos en darse una piña en la primera curva. Un coche de propulsión (tracción trasera), con el gas tan mal dosificado y para postre sin ayudas electrónicas que te salvan son los ingredientes de este golpe. No fue muy fuerte, pero se quedaron fuera de combate y embarrados. Menuda gracia.

Seguimos en Alemania, pero esta vez los sobrados son alemanes. Circulan a muy alta velocidad por zona urbana, llegan a coger unos 140 km/h. Es una larga avenida con todos los semáforos en verde, y se confían demasiado. No da mucha sensación de velocidad lo que vemos, pero iban muy deprisa.

Cuando llega la primera curva pasa lo que tiene que pasar, sufren un sobreviraje y acaban golpeando contra algo no demasiado duro, y el coche vuelca. No sé qué coche es pero creo que tendría algunos añitos. Me encantaría ver cómo se lo cuentan a papá, por que claro, de 50 no pasaron y tal…

Este también me encanta. Sobrao con cigarrito, la mano izquierda en el volante de un Ford Focus, ya tenemos un desenlace previsible. Atacan un puente más deprisa de lo que hay que ir, tal vez a 100 km/h cuando empieza el momento divertido. Un leve sobreviraje acaba por hacer más que insinuarse.

En el momento álgido el coche se pone de lado y los protagonistas tienen asientos para la muerte en primera fila, van transversales a la protección metálica que les separa del vacío, esperando al golpe aleccionador. Fue el ir cruzados lo que les salvó de caer por el puente. Espero que aprendieran la lección.

Este merece que nos cebemos con él por subnormal, ¿a quién se le ocurre tomar una curva de esa forma en una urbanización? Por mucho que digan los colegas que no hay riesgo, es demasiado alto. Y si ya se toma con el freno de mano y lo sumamos con el “yo controlo” volvemos a tener un accidente gracioso.

No hay víctimas, sólo que se carga por completo la suspensión de su Volkswagen Golf. ¿A nadie le enseñó a este hombre en Barrio Sésamo que un coche de tracción delantera no es un tracción trasera? Con la fuerza con la que golpea la acera no creo que la reparación fuese NADA barata.

Este creo que también aconteció en Valencia. Tenemos a dos tuneros, uno con un Audi A3 y otro con un Citroën Xsara, marcándose un bailecito en un gigantesco parking que no tiene coches (algo es algo). Los pasos de ballet son graciosos y acompasados, y de forma totalmente absurdan acaban chocando.

El Xsara embiste frontalmente al Audi a la altura del pilar B, la sensación de miedo del conductor que venía venir el Citroën debía ser máxima. Los sistemas de seguridad pasiva funcionaron bien, no pudieron sufrir más que heridas de poca consideración. Eso sí, los coches a hacer puñetas, sobre todo el Xsara.

Nos vamos ahora hasta Chicago, Estados Unidos, para observar cómo se toma y cómo no se toma un giro cerrado con tracción delantera. Los protagonistas son un Volvo S40 y un Honda Civic. El chico del Volvo se cebó menos con el freno de mano, la maniobra estuvo más o menos bien hecha, pero el segundo…

... para mejorar al badass de su colega, entra más rápido con el Civic y acaba cruzando completamente el coche y volviéndolo incontrolable. La juez farola dictó sentencia y destrozó el paragolpes trasero y puede que algo más. La cara de “Dios, la he cagado” es digna de verse en HD.

Y por último este vídeo americano también en plan Need for Speed, con música negrata de la guapa y un Mitsubishi Lancer EVO de paseo por una carretera de montaña. El pasajero parece estar disfrutando… al principio.

Sólo hay una cosa más potente al volante que la adrenalina, y es ver a cámara lenta cómo te la vas a pegar. El vídeo acaba súbitamente pero a tenor de la velocidad no creo que fuese un accidente muy severo. Una vez más, el exceso de velocidad y de confianza forman un explosivo cóctel que ya véis cómo acaba.

Próximamente, en más entregas, más piñas de los que se creen que saben conducir coches de verdad y no terminan de controlar en la consola. Si es que todos somos unos conductores cojonudos hasta que nos damos una leche, y el bajón que da darse cuenta es una sensación impagable. ¿Habrá aprendido alguno?

Un saludo para Danstructor

Vía | Forocoches

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