
Reinventar algo tan simple como una puerta no es nada fácil. Que se lo digan a Peugeot cuando lo intentó con el desaparecido Peugeot 1007 y sus puertas deslizantes. Sin embargo, la marca francesa no ha sido la única que ha intentado sustituir las puertas de toda la vida por otras más innovadoras.
La empresa Jatech lo hizo hace décadas con su "puerta de coche que desaparece". Llegó a montar este sistema en un Lincoln Continental MkVIII y hay un vídeo que muestra cómo funciona.
Un sistema demasiado complejo para montarlo en coches de producción
Hay algo que impide que muchos coches estén impecables: las marcas de portazos de otros coches. Por desgracia, en España es especialmente habitual que mucha gente abra la puerta de su vehículo y golpee con ella el lateral del coche que tiene al lado, tanto al entrar como al salir. Mucha gente (demasiada) no tiene cuidado y acaba señalando el coche de otro, sin importarle lo más mínimo. Basta con darse una vuelta por cualquier calle en la que haya varios coches aparcados para comprobar que absolutamente todos tienen alguna marca de este tipo, tanto arañazos como abollones.
Es un gran problema que se hubiera minimizado muchísimo si hubiera llegado a buen puerto un invento que desarrolló una empresa llamada Jatech LLC hace varias décadas. Mi compañero Daniel Murias habló de este sistema hace años y ahora The Drive lo ha recuperado de la mano de un vídeo que publicó la propia Jatech LLC en YouTube hace casi 18 años, el 21 de septiembre de 2007. Es el único vídeo del canal de esta empresa y acumula más de 21 millones de reproducciones.
El invento se llama ‘Disappearing Car Door’. Traducido al español significa “puerta de coche que desaparece” y no puede ser un nombre más apropiado porque cumple exactamente con lo que promete. Aunque el vídeo se subió en el año 2007, da la impresión de que es mucho más antiguo, diría que de mediados de los años 90. De hecho, es de esa época el Lincoln Continental Mark VIII que aparece en el vídeo y se utilizó como prototipo para mostrar el funcionamiento de estas puertas tan singulares.
Lo de reinventar las puertas de un coche es algo así como intentar reinventar la rueda, puede que por eso no llegara a nada este sistema, pero lo cierto es que es muy interesante. Como se ve en el vídeo, las puertas no se abren de forma convencional, sino que se esconden debajo del coche.
De esa forma, acceder y salir del coche es muchísimo más cómodo porque no hay absolutamente nada que estorbe y queda un espacio enorme para entrar y bajarse. También es mucho más fácil sentar a un niño en su sillita y atarle.
Para facilitar el acceso también a las plazas traseras, en este prototipo de Lincoln coupé se amplió varios centímetros el hueco original de la puerta y eliminó el pilar B. Por lo demás, la compañía aseguraba que el suelo y los asientos permanecían en la misma posición que en el modelo original. También prometía que el vehículo tenía la misma rigidez estructural.
Por supuesto, otra de las ventajas es que no hay posibilidad de golpear a ningún coche con la puerta y tampoco hay opción de rayar tu coche con columnas o paredes. Simplemente por eso me hubiera encantado que este invento hubiera salido adelante. También sería más fácil aparcar en batería porque no se necesitaría tanto espacio respecto a otros coches para abrir la puerta.
La puerta se esconde y se despliega con una velocidad sorprendente y, según dice el vídeo, se puede accionar con el mando a distancia. Sus creadores también aseguraban que no comprometía la altura libre al suelo del coche, aunque hablamos de una época en la que no había coches eléctricos que llevan la batería justo debajo del habitáculo.
El prototipo de Lincoln ofrecía una altura libre al suelo de 152 mm. Eso sí, en las puertas no había hueco para los mandos de los elevalunas y los retrovisores, como tampoco para reposabrazos y huecos portaobjetos.
Evidentemente, el invento de Jatech no llegó a nada. En el artículo que publicó Daniel Murias en 2016 explicó por qué: “La complejidad del sistema y la necesidad de rediseñar una parte importante del coche: reubicación del depósito de gasolina, motores eléctricos para las puertas o sistema de aire comprimido, airbags laterales, sistema de apertura en caso de emergencia, etc. Vamos, un rompecabezas al que nadie quiso someter su coche. Por otra parte, que se sepa, ningún fabricante se interesó por esa patente”.
Es probable que nada más ver estas puertas te hayas acordado del BMW Z1 porque sus puertas se abren de una forma muy parecida, pero no igual. En el BMW, las puertas también se deslizan hacia abajo y se esconden, digamos que en los faldones, pero sin dejar un espacio tan amplio como el que tiene el prototipo de Licoln porque esos faldones eran enormes, precisamente para que cupieran las puertas. Curiosamente, este coche se puede conducir con las puertas bajadas.
Pero el BMW Z1 no es el único coche de producción que tuvo puertas poco convencionales. El Kaiser-Darrin tenía un sistema similar, pero sus puertas se deslizaban lateralmente para esconderse en las aletas delanteras. El resultado era similar al del Licoln con las puertas de Jatech, pero con un funcionamiento distinto. Tampoco podemos olvidarnos de las puertas del Mercedes-Benz 300 SL, del más reciente Mercedes-Benz SLS AMG o de las que tiene el Tesla Model X, ni de las que tienen los Lamborghini o algunos Koenigsegg.
Imágenes | Jatech (YouTube)