Un conductor drogado siembra el pánico en Madrid durante 30 kilómetros de persecución... hasta que consiguen pararle

Un conductor drogado siembra el pánico en Madrid durante 30 kilómetros de persecución... hasta que consiguen pararle
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"Que saquen a los conductores de la carretera porque no va a parar". Un conductor drogado podría haber causado un auténtico desastre de no ser por la actuación de la Policía. Todo comenzó este pasado 28 de octubre, cuando un individuo de 28 años que por poco atropella a una mujer en San Blas, Madrid, se dio a la fuga.

Nada menos que 10 vehículos policiales trataron de detener al conductor en una persecución de 30 km, después de que chocara contra varios coches patrulla e intentara atropellar a dos agentes, que resultaron heridos.

Según detalla El Mundo, todo comenzó cuando unos agentes observaron cómo el conductor de un Peugeot estuvo a punto de atropellar a una mujer en San Blas. Al darle el alto, huyó y comenzó una frenética persecución en la que el conductor no duda en llevarse a cualquiera por delante en dirección a la M-30.

El vehículo carecía de matrícula y tenía signos evidentes de haber sufrido un accidente, y según se ha hecho eco la cabecera, "presentaba un agujero en la chapa del vehículo que pudiera corresponder con un impacto de bala".

En la huida, golpeó varios vehículos y trató de arrollar a los agentes que intentaban darle de nuevo el alto en dirección a la A-4. La persecución se vuelve tan peligrosa que la Policía Municipal tiene que pedir refuerzos a la Guardia Civil, ya que durante la misma el conductor realizaba una conducción temeraria, poniendo en riesgo la vida de otros conductores y de peatones.

Finalmente, consiguieron detenerlo en la A-4 a la altura de Pinto, pero la cosa no acabó aquí ya que el conductor agredió a los agentes que trataban de sacarlo del coche.

El sujeto, que dio positivo en cocaína, acabó en el hospital (luego a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía del distrito de San Blas para su posterior puesta a disposición judicial), mientras que los dos agentes heridos fueron atendidos por los servicios de emergencias.

Los cargos a los que se enfrenta son innumerables: conducción temeraria, uso de drogas al volante, intento de homicidio, al que seguramente se le sume el robo del vehículo que conducía.

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