Los defectos visuales figuran como uno de los trastornos más comunes entre la población mayor de 18 años. Según el informe 'La Visión en España 2020' -elaborado por Clínica Baviera-, un 79,5% de españoles en este grupo de edad padecen al menos un problema con su visión.
Estos problemas pueden afectar seriamente a la conducción, limitando el detalle con el cual percibimos el entorno, el campo visual o la capacidad para distinguir objetos a lo lejos.
Por ello la Dirección General de Tráfico ha publicado, a través de su revista 'Tráfico y Seguridad Vial', una serie de consejos orientados a los conductores con problemas de visión.
Lo que recomienda la DGT
Estos consejos han sido elaborados por la asesora médica de la DGT, Elena Valdés. Y son los siguientes:
- Utilizar siempre las gafas o lentes de contacto para conseguir la mejor visión al volante.
- Si necesitamos usar gafas 'de cerca', es recomendable que utilizar unas con lentes progresivas para observar mejor la información del tablero de instrumentos.
- Unas gafas de sol aportan mayor confort, ya que evitan el exceso de luz.
- Si notamos dificultades para conducir de noche -no distinguir bien las señales o no calcular bien las distancias-, es mejor planificar los desplazamientos para evitar conducir de noche o con climatología adversa.
- Al aumentar la velocidad, el campo de visión se estrecha de forma natural. Por ello, es recomendable reducirla cuando nuestras capacidades de percepción se vean mermadas.
- Si tomamos algún fármaco que afecte a la visión, es preciso seguir los consejos del médico y evitar la conducción nocturna.
- Si en una exploración un oftalmólogo dilata nuestras pupilas, no debemos conducir mientras no desaparezcan los efectos de la medicación dilatadora.
- Procurar conducir por rutas conocidas y con poco tráfico.
La vista, un sentido imprescindible para conducir
Foto: Pixabay
De acuerdo con las cifras elaboradas por Clínica Baviera, en 2020 el defecto visual más extendido entre los mayores de 18 años fue la presbicia -o 'vista cansada'-, con un 42% de afectados. El astigmatismo y la miopía fueron los siguientes con un 39,1% y un 38,9%, respectivamente. Asimismo, muchos de ellos presentaban más de un defecto a la vez: un 30,8% padecían dos, y un 14,2% hasta tres.
Todo lo anterior puede conllevar grandes riesgos cuando nos ponemos al volante, pues nuestra vista realiza la tarea esencial de recoger y procesar la información sobre lo que ocurre a nuestro alrededor. En cifras, la DGT estima que un 80% de lo que percibimos desde el asiento procede únicamente de los ojos.
En España, el único requisito exigido a este respecto para conducir es el de la agudeza visual. Durante los reconocimientos médicos para obtener o renovar el permiso deberemos demostrar una agudeza con ambos ojos superior a 0,5, tal y como marca la legislación vigente.
Si para esto último necesitamos utilizar gafas o lentes de contacto, se reflejará en nuestro permiso de conducir. Y si las autoridades de tráfico descubren que conducimos sin ellas, podemos exponernos a una sanción de hasta 300 euros sin pérdida de puntos.
Por último, llevar gafas o lentes de repuesto en el coche ya no es obligatorio -como sucedía hasta 1997-, pero sí es recomendable a fin de poder continuar el trayecto si las que llevamos se rompen o extravían.
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