Si la llave de tu coche falla, con este truco japonés volverá a funcionar como el primer día: sólo necesitarás un lápiz

Si la llave de tu coche falla, con este truco japonés volverá a funcionar como el primer día: sólo necesitarás un lápiz
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Si tu coche o moto ya tienen unos años, puede pasar que al intentar introducir la llave en el contacto notes que no entra ni sale bien o que ya no gira como antes. Esto suele pasar por suciedad acumulada y/o falta de mantenimiento, pero tiene fácil solución.

Olvídate del “3 en 1”, sólo necesitarás un lápiz de grafito de los de toda la vida. Se trata de un sencillo método japonés que además de ser barato es tremendamente efectivo.

El truco japonés definitivo (y barato) para lubricar cerraduras

Llave2

Aunque no siempre lo tengamos en cuenta, la cerradura y el contacto de nuestro coche o moto también necesitan un mantenimiento periódico, como cualquier otro pequeño sistema mecánico. Y es que con el uso y el paso del tiempo, se van acumulando el polvo y la suciedad en su interior, lo que hará que el mecanismo “se endurezca”.

Estos contaminantes pueden llegar a alterar las partes móviles internas de la cerradura, lo que dificulta que la llave se entre y gire como debería. En los casos más extremos, la llave se desgasta en exceso y el mecanismo puede acabar dañándose. Para evitarlo, muchos acuden a remedios como espráis o desengrasantes, como el mítico “3 en 1” o el WD-40.

Sin embargo, este tipo de líquidos absorben el polvo y la suciedad, por lo que son eficientes a corto plazo, pero poco a poco se irá formando “una especie de pasta” que puede embotar las partes móviles internas y, a la larga, hará que el estado de la llave empeore e incluso funcione peor. Pasa incluso con las cerraduras de las puertas de las casas.

Pencil

Una solución igual de sencilla que efectiva (y de paso, bastante más económica) es un antiguo método japonés que hoy en día se sigue usando incluso en cerrajerías y talleres: usar un lápiz para “engrasar” la llave. ¿Por qué? La mina de los lápices, hechas de arcilla y grafito, actuará como lubricante natural de la llave.

Y cuanta más proporción de grafito tenga el lápiz, más lubricante (2B o superior). Es muy sencillo, sólo tendrás que frotar la punta del lápiz por toda la llave hasta que se forma una fina película en forma de polvo recubriendo el metal. Luego metes la llave en la cerradura varias veces y la giras otras tantas.

El único inconveniente es que pueden quedar algunos restos en la llave que podrán manchar la ropa o el bolso después, pero con limpiar la llave después de utilizarla será suficiente. Hace tiempo que también se vende grafito en polvo específico para cerraduras, pero además de ser más engorroso de utilizar, su rastro es más difícil de quitar que el del lápiz.

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