SEAT León, prueba (exterior e interior)

SEAT León, prueba (exterior e interior)
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El SEAT León es un compacto de gran éxito en nuestro país que es tremendamente polarizante, tan venerado como detestado… más que como coche, por la fama que tiene gracias a cierto tipo de dueños (que sin duda no representan a todos los conductores de León). Aún así, si me lo fuese a comprar eso me daría lo mismo.

Cuando salió al mercado en 2005 fue un poco difícil de digerir el cambio sobre la primera generación, especialmente por la similitud con el Altea. Al final acabamos pasando por el aro casi todos y aceptándolo, aunque lo cierto es que el anterior tenía un encanto que este no tiene.

El año pasado sufrió un leve lavado de cara, actualizando su imagen hasta su reemplazo. También mejoró en equipamiento, en los motores (sobre todo en este punto), en la calidad percibida, en su tecnología, en eficiencia… Ya hay una notable diferencia con los pre-styling anteriores a 2009.

SEAT Leon 1.8 TSI DSG Sport

Exterior del SEAT León

Los cambios son más perceptibles mirándolo de frente, casi todo es diferente excepto las líneas básicas. En los laterales solo nos damos cuenta por el diseño de llantas y por los espejos retrovisores, que ahora tienen un tamaño más adecuado, antes eran solo suficientes. Además, hay colores nuevos.

En la parte trasera destaca el diseño de la luneta, que ahora es más grande y mejora la visibilidad apreciablemente. Solo por eso, merece la pena el cambio. El resto apenas se altera, salvo un par de cambios en los pilotos de poca importancia. Me gusta más como se ha quedado ahora, sinceramente.

A lo largo de la prueba vamos a ver imágenes de tres unidades de pruebas, dos son bastante sencillas y otra es de las más equipadas. En esta primera parte las fotos corresponden a la versión más equipada, en equipamiento Sport. Ojo, que por encima están los SEAT León FR y Cupra.

SEAT Leon 1.8 TSI DSG Sport

Las llantas de serie de los modelos normales van de 15 a 17 pulgadas, siendo las de 18 pulgadas (modelo Draco) opcionales, y no son muy caras. Las versiones sencillas tienen un solo tubo de escape, las más potentes dos tubos (FR y Cupra aparte). Solo se vende con cinco puertas, ya que los tiradores ocultos traseros dan un cierto “efecto tres puertas” a nivel estético.

Aunque su diseño fue cuestionado al principio, ahora vemos a rivales de categoría renovados que apuestan por líneas muy similares. Está envejeciendo bien y no quedándose desfasado con rapidez, por eso estéticamente los cambios no son de gran calado, solo ha evolucionado algunos rasgos.

Cierto es que hay cosas que ya están vistas en otros modelos anteriores, como el Alfa Romeo 147 (el diseñador es el mismo), pero sigue destacando por sus limpiaparabrisas ocultos en el pilar A, su peculiar trasera, un morro que no deja a nadie indiferente cuando se ve en el retrovisor… en fin, es un León.

SEAT Leon 1.8 TSI DSG Sport

Interior del SEAT León

El primer modelo de la segunda generación tenía mucho diseño, pero cojeaba en la terminación por tacto y aspecto de algunos plásticos, aunque el acabado estuviese bien hecho. Parece haber mejorado ahora, y tiene más personalidad, por ejemplo en volante, tablero de instrumentos o la consola central.

Tiene un habitáculo acogedor para cuatro adultos, pero si se sientan cinco, aunque sea un poco estrecho en amplitud, sus plazas traseras me parecen de las mejores del segmento, porque el pasajero central no va hecho polvo. También depende esto del equipamiento, con las versiones básicas se va mejor ahí.

Otro aspecto en el que ha mejorado mucho es en los motores, que ahora meten menos ruido al habitáculo. Pero si la comparación la hacemos con los TDI de inyector-bomba y los nuevos Common-rail, hablamos de mucha diferencia. Los nuevos motores dejan en evidencia a los anteriores, y son solo cinco años de diferencia. Perdón, ni eso.

SEAT Leon 1.8 TSI DSG Sport

Respecto a los León pre-styling, son diferentes el volante, tablero de instrumentos, consola central, asientos y tapicerías. Mantiene algunos errores de diseño, como la posición de los posavasos delanteros (muy atrás), la altura del cabecero central trasero, guantera muy pequeña o falta de luz de cortesía trasera en versiones básicas.

En el tablero valoro positivamente el cambio de la iluminación, blanca en vez de roja, me parece más agradable ahora. Los mandos del volante son más útiles, gobiernan más funciones y son más intuitivos. El climatizador ahora usa una pantalla integrada, ya no tiene la “ridiculez” de antes.

Hay materiales que no convencen, como el fondo de los posavasos, un plástico rugoso, mejor un fondo de goma que se pueda sacar y limpiar. El retrovisor interior no vibra con la música, pero sí puede vibrar en autopista y a velocidades legales. El volante básico de plástico convence, no parece baratero, aunque hay una mínima rebaba en todo el aro.

SEAT Leon 1.8 TSI DSG Sport

El tacto de los pedales es satisfactorio, aunque el pedal de freno es un poco esponjoso. Me gusta el cambio de marchas, le falta un toque de exactitud en el guiado, pero sin tacto mecánico ni pastoso. En cuanto al tacto de la dirección en sí, me parece totalmente satisfactoria para este segmento.

Los asientos de las versiones sencillas andan un poco justos en agarre lateral cuando hay mucha curva, de modo que son recomendables las versiones Sport para ese propósito. Además, la suspensión de serie es un poco blandita, aunque sujeta bastante bien al coche incluso cuando se le buscan las cosquillas.

En general creo que ha ganado con el cambio, no echo nada de menos en el modelo que reemplazó (pre-styling), parece un coche mejor hecho en cualquier sentido, aunque no haya una diferencia tampoco grande. Aguantará con dignidad hasta que le llegue el reemplazo.

SEAT Leon 1.8 TSI DSG Sport

Es un coche con el que se pueden hacer grandes kilometradas sin acusar más cansancio que en cualquier compacto, uno me lo llevé a Cádiz, otro a Murcia. Dicho de otra forma, certifico que es un buen rutero. Lo que más ruido hace en el coche son los neumáticos.

Me gustaría que se pudiese regular la presión lumbar del asiento en versiones básicas, porque me parece un poco duro (es regulable en versiones superiores). Dependiendo de la versión, tiene uno o dos revisteros. En general, es poco práctico para quien lleve habitualmente niños pequeños, las puertas traseras no tienen huecos.

Los motores en general se oyen muy poco, exceptuando el único TDI inyector-bomba que queda en la gama, el 1.9 TDI de 90 CV. Los gasolina, que ahora son todos turboalimentados, son muy agradables (quitando el 1.4 85 CV), con especial mención al 1.2 TSI de 105 CV. Hablaremos más adelante de él, y también del 1.8 TSI de 160 CV.

SEAT Leon 1.8 TSI DSG Sport

En cuanto al maletero, tiene 341 litros de capacidad. Se llena con relativa facilidad si se viaja con abundante equipaje, aunque para lo que es el segmento está bien en ese sentido. Los triángulos van perfectamente sujetos, no van molestando ni en zona de curvas, cosa que no se puede decir de todos sus oponentes.

La rueda de repuesto es pequeña, de tipo galleta, lo que en algunas versiones es un incordio. Tiene un depósito de combustible grande, de 55 litros, quizás habría sido mejor hacerlo más pequeño y ganar sitio para la rueda de repuesto. Si tuviese tracción total, sería incluso peor…

De serie cuenta con ganchos portabolsas en el maletero (antes no los tenía), así como iluminación, posibilidad de abatir asientos asimétricamente y compartimento izquierdo con bolsa de hilos. No se puede elegir ni opcionalmente una rueda de repuesto de tamaño normal. Tampoco puede tener una toma de 12 voltios en el maletero. El principal problema que tiene es el escalón exterior/interior, obliga a elevar los bártulos para cargar.

En Motorpasión | SEAT León, prueba (conducción y dinámica, equipamiento, versiones y seguridad, valoración y ficha técnica)

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