MO-TO, el coche de madera recibe una estética moderna y retro

tienen su punto, como pieza decorativa y artesanal, pero lo que da es que costarán un pastón con la tontería

Desde pequeño, lo que más me atraía de las miniaturas, o coches de juguete, era que se parecieran lo máximo posible a coches reales, incluso prefería un coche de juguete que fuera igual a un modelo de gran serie antes que otro que imitara a un coche de competición o casi desconocido, por mucho que estéticamente fuera más bonito, pero lo que quieres cuando eres pequeño es imitar la realidad y ésta se imita mejor con un coche reconocible. Siendo más mayor sí que aprecio los que imitan a grandes mitos poco corrientes, pero siempre que guarden semejanza.

Esta iniciativa, artesanal y minimalista, me parece muy loable, pero como niño (pequeño o grande), creo que sólo los vería como un complemento resistente para hacer locuras, sin que fueran la parte más apreciada de mi colección. Al menos, podrían haberle pintado el techo, para diferenciarlo de las ventanillas.

Pues a mi no me gustan, no veo que aliciente puede tener un trozo de madera que vagamente recuerda a algún modelo en concreto, cuando por no mucho puedes comprar maquetas de coches con una fidelidad muy superior...