La otra cara de Uber y Lyft: conductores hartos de que los tomen por taxistas gritan #getthefuckoutofmycar

La otra cara de Uber y Lyft: conductores hartos de que los tomen por taxistas gritan #getthefuckoutofmycar
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Y suma y sigue. Si hasta ahora teníamos claro que Uber se enfrentaba a taxistas, gobiernos y competidores del mismo ramo, ahora viene la vuelta de tuerca. Resulta que en Estados Unidos ya son unos cuantos los conductores que se han encontrado con gente que se les sube a bordo con el ánimo de compartir coche. ¿El problema? Que esos conductores no forman parte de Uber o Lyft.

Algunos de ellos ya han empezado a contar su problema en internet. Incluso se están empezando a recoger algunos testimonios en Twitter bajo el hashtag #getthefuckoutofmycar (algo así como sal de mi puto coche). Otros no han esperado a la creación de la etiqueta, pero a lo largo de los últimos meses han contado situaciones bastante surrealistas:

Alguien se metió en mi coche pensando que era su Uber. Le dije: "No, zorra, este es mi coche". Como que se metió y se puso cómoda.
"¿Eres de Lyft? Oh, Dios mío, no lo eres."
— La mujer que entró en mi coche mientras yo intentaba aparcar.
Una señora se me subió al coche pensando que yo era de Uber o como se llame esa mierda.
Hoy es la segunda vez que alguien intenta subir a mi coche porque cree que soy conductora de Uber.

LA SEGUNDA VEZ.
El efecto Uber: un tío se me ha intentando subir al coche.
Tres chicas blancas han subido a mi coche preguntando si yo era su conductor de Uber.
Un tío se ha subido al asiento de atrás de mi coche y me ha pedido que lo llevara a Hollywood. Gracias, Uber. #PonteUnMostachoRosa

Se deduce que el último ejemplo fue beneficioso para el conductor de Lyft que se llevó un cliente de Uber sin hacer nada. Mientras que Lyft utiliza en Estados Unidos un frondoso y llamativo mostacho rosa para identificar a los coches que prestan servicio, Uber no lo hace, de manera que se hace complicado para los usuarios de Uber distinguir si el coche que llega es o no el que ellos esperan.

Para evitar estos equívocos, las empresas que promueven esta modalidad de transporte recomiendan tener completa la ficha de usuario con foto y número de teléfono. De esta manera una llamada puede evitar más de un chasco al conductor que ve cómo alguien a quien no conoce de nada le aborda casi en marcha, y al usuario que se sube al coche equivocado.

Claro, que otra opción para evitar episodios como estos consiste en llevar el coche cerrado a cal y canto. Benditos cierres centralizados...

Vía | New York Post
En Motorpasión | Uber va contra todos: gobiernos, taxistas... y competidores

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