Volvo ha decidido retrasar su proyecto de coche autónomo Drive Me para asegurarse que la tecnología es totalmente segura cuando llegue al público. En lugar de adoptar el método de Tesla que incorpora sistemas de conducción autónoma de diferentes niveles todavía en fase beta en sus coches, Volvo no lanzará su coche con nivel 4 de autonomía (en una escala de 5 niveles) hasta 2021.
Como parte del programa Drive Me, Volvo anunció hace cuatro años que tenía la intención de poner en circulación 100 coches autónomos en la ciudad sueca de Gotenburgo. Sin embargo, este proyecto se convierte ahora en 100 familias que conducirán un Volvo XC 90 con un nivel 2 de autonomía (los modelos actuales de Volvo ya equipan sistemas de nivel 2) a lo largo de los próximos años.
Problemas técnicos

El objetivo del proyecto Drive Me, que más tarde se extenderá a Londres y China, es recabar datos y patrones de comportamiento en un coche de conducción autónoma y qué opinan esas familias de esta tecnología.
“En el desarrollo de la conducción autónoma, algunas de las cuestiones que creíamos que serían complicadas de resolver, lo fueron más rápido de lo previsto. Y al mismo tiempo, hay problemas que requieren más inversión y tiempo para dar con la solución adecuada”, explicó Marcus Rothoff, director del programa de conducción autónoma en Volvo.

Uno de esos problemas a los que se enfrentan es para escoger el “equipo de sensores”. Y es que Volvo no quiere escoger los sensores y procesadores que equiparán su coche demasiado pronto. Para Volvo, esa tecnología avanza muy deprisa y, sencillamente, no quieren atarse a unos sensores que dentro de poco ya serán obsoletos, añade Marcus Rothoff.
Además, Volvo también se enfrenta a un problema técnico que no había previsto en 2013, en el momento del lanzamiento del programa. “La arquitectura eléctrica supone un enorme reto, mucho más grande de lo que pensamos cuando empezamos con este proyecto”, confesó Rothoff.
Reconocer el valor añadido para saber venderlo

Volvo quiere que sus clientes se sientan completamente seguros y que confíen en la tecnología de conducción autónoma, de lo contrario no la usarán y tendrán “un producto muy costoso con poco valor para el cliente”, explica Rothoff. Y es que el coche autónomo no debe ser únicamente un coche más seguro, esa tecnología debe ser percibida como un valor añadido por la clientela.
Volvo confía en Drive Me para saber qué valor añadido ven estas tecnologías. Y uno de esos valores añadidos podría ser el tiempo libre o más productivo que tengan en el Volvo de conducción autónoma. Y es que, según explica el CEO de Volvo, Hakan Samuelsson, “equipar un coche con una conducción autonóma de nivel 4 añadiría 10.000 dólares al precio de venta”.
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Ariasdelhoyo
Hombre, es que vender una tarjeta gráfica poco probada lo único que puede provocar es que te mates con el coche del Forza Motorsport, pero esto es más serio.
Sigo sin tener muy claro la viabilidad de los coches autónomos en un corto plazo.
Usuario desactivado
Si a un Volvo actual de cualquier modelo le pones todas las opciones necesarias para ello, ya tenemos coches autónomos, al menos en autopistas y autovías, aunque por seguridad no los vendan como tales y te obliguen a coger el volante si lo sueltas.
Y lo mismo en varias marcas, más claramente en los coches más caros y/o recientes.