Fórmula 1: McLaren y el protagonismo del piloto en el rendimiento del coche

Fórmula 1: McLaren y el protagonismo del piloto en el rendimiento del coche
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Pones a 200 personas a trabajar en el diseño del próximo monoplaza, dedicando en muchas ocasiones bastante más de 8 horas al día en darle todas las vueltas posibles a las líneas y las cifras. Descartas decenas de diseños elaborados mediante las técnicas más avanzadas de CFD, y decides ensayar en el túnel con otras tantas decenas, de las que acabas quedándote con un par de opciones, o puede incluso que ninguna.

Y cuando crees que has diseñado el mejor coche del mundo, lo pones en pista y no hay manera de sacar el potencial que los ordenadores y el túnel sí eran capaces de ver. Esto pasa temporada sí, temporada también en la actual Fórmula 1. ¿Cómo es posible? Es sencillo: es posible porque a la hora de la verdad, los monoplazas los conducen pilotos, no ordenadores. Si un piloto no se siente cómodo en un monoplaza, ya puede ser potencialmente el más rápido del mundo, que no habrá manera de sacar ese potencial.

Esa precisamente es la línea que ha adoptado McLaren en el diseño de su nuevo MP4-30, como ya confirmó hace unas semanas su Director Técnico, Tim Goss, y como ha confirmado recientemente Eric Bouiller. El mejorado rendimiento que experimentó McLaren en el tramo final de la temporada pasada responde a este cambio de mentalidad en el equipo, y la decisión de optar por esta filosofía para el nuevo monoplaza no ha generado ninguna duda.

Un McLaren para pilotarlo al límite

De este modo, McLaren quiere un coche que permita a sus pilotos poder conducirlo al límite y sacar lo mejor de él. Prefieren un coche que a nivel de prestaciones tenga un nivel del 80%, pero que pueda ser aprovechado al 100%, que un coche con rendimiento excelente del 100%, pero del que los pilotos sólo pueden sacar el 70% por su complejidad y sensibilidad con los reglajes y las condiciones externas.

Peter Prodromou ha sido una de las piezas clave en este nuevo enfoque, y su prioridad estará en obtener downforce aprovechable. Mejor tener 700 kg de downforce que realmente puedan emplear los pilotos en su conducción al límite, que 800 kg que anuncia el túnel del viento pero que en pista no hay forma razonable de obtenerlos de una forma en la que el piloto se sienta realmente cómodo y tenga un pilotaje con el que pueda rendir al máximo.

Me parece que este nuevo concepto de diseño "driver friendly", como el propio Bouiller lo ha bautizado, es una extraordinaria noticia para Fernando Alonso, que si por algo se caracteriza es por ser capaz de obtener el máximo rendimiento de los monoplazas siempre que él sea capaz de pilotarlos cómodo. Esperemos que realmente sean cosa del pasado esas imágenes de la cámara onboard de los últimos años peleándose con el Ferrari, más que pilotarlo.

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