Con este vídeo dan ganas de viajar a Fukushima para rescatar algunos de los coches que siguen allí abandonados

Con este vídeo dan ganas de viajar a Fukushima para rescatar algunos de los coches que siguen allí abandonados
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Dentro de unas semanas se cumplirán 12 años del accidente nuclear de Fukushima que fue provocado por un terremoto y el posterior tsunami que afectó a la costa noreste de Japón.

Solo se atribuyen dos fallecidos a este desastre, uno en el accidente y otro por cáncer varios años después. Sin embargo, las pérdidas materiales fueron enormes porque más de 100.000 personas fueron evacuadas de la zona por culpa de los niveles de radiación.

Nissan Skyline GT-R, Honda S2000, Nissan 300ZX...

Más de una década después, los alrededores de la central nuclear Fukushima I siguen deshabitados. Las casas, los comercios y las calles se abandonaron y todo se quedó congelado en el tiempo. Ahora, esa estampa distópica despierta la curiosidad de miles de turistas que acuden cada año a esta zona.

Uno de ellos es Bob Thissen, que acaba de subir a su canal de YouTube Exploring the Unbeaten Path un vídeo de su última visita a Fukushima. El objetivo es mostrar las decenas de vehículos abandonados que hay en los alrededores de la central donde tuvo lugar el accidente.

Dado que la evacuación de la zona fue inmediata para proteger a la población, todo se quedó según estaba. Por eso muchos vehículos permanecen en aparcamientos públicos y de centros comerciales, en mitad de la calle y, por supuesto, en garajes particulares. Es lo mismo que sucedió en Chernóbil.

Con el tiempo, la naturaleza se ha abierto paso y, además de invadir muchas construcciones, ha hecho mella en estos coches. El problema es que todos ellos siguen afectados por la radiación, por eso sus dueños no los han podido recuperar a lo largo de todos estos años.

Es cierto que después de tanto tiempo a la intemperie no merecería la pena recuperar muchos de ellos, pero hay ciertos modelos que cualquier apasionado del motor querría rescatar. Y no nos referimos precisamente a los múltiples kei car y berlinas que se ven en el vídeo.

Más bien a los deportivos JDM (Japan Domestic Market) que ahora tienen precios prohibitivos en Europa. Es el caso del Nissan 300ZX, el Nissan Silvia, el Nissan Skyline GT-R R32, el Mitsubishi Lancer Evolution VII, los Subaru Impreza WRX STi o el Honda S2000.

Pero ya sabemos la afición que existe en Japón al mundo del automóvil, por lo que también hay muchos coches extranjeros de primer nivel. En el vídeo se ven varios clásicos americanos, como un Chevrolet Impala SS de 1962.

Pero también joyas europeas del calibre del Porsche 911 de la generación 964, incluso un Mercedes-Benz Clase S W220 Lorinser que está abierto y mantiene su interior impoluto. Y no es el único coche que se puede abrir y se conserva intacto por dentro.

También hay depósitos de vehículos donde descansan todo tipo de coches antes de ser desguazados. El autor del vídeo se cuela en uno de ellos, dado que el acceso a muchos lugares está restringido y, como demuestra con su contador Geiger, el nivel de radiactividad que tienen estos vehículos todavía es muy alto.

Bob Thissen Exploring The Unbeaten Path
Foto: Bob Thissen - Exploring The Unbeaten Path

Ese es el problema y el motivo por el que ninguno de ellos se puede rescatar. De hecho, el creador del vídeo está accediendo a zonas restringidas sin autorización, arriesgándose a que las autoridades le sancionen. También reconoce que no quiere exponerse a los altos niveles de radiación, por lo que algunas de las tomas las ha grabado directamente con un dron.

¿Qué pasará con todos estos coches? Pues bien, muchos ya han sido destruidos a lo largo de los últimos años y lo más probable es que la mayoría de los que quedan abandonados en las zonas de exclusión corran la misma suerte tarde o temprano.

Bob Thissen Exploring The Unbeaten Path
Bob Thissen - Exploring The Unbeaten Path

Por culpa de la radiación, sus dueños no podrían volver a utilizarlos, ni venderlos o exportarlos. Tampoco se pueden desmontar para utilizar o vender sus piezas. Es triste, pero no hay otra opción.

Lo más curioso es que se conserven en ese estado. Por aquí, a muchos les daría igual la radiación y ya habrían hecho todo lo posible para llevárselos o servirse con las piezas de recambio que necesitasen, como si fuese una especie de desguace gigante con “buffet libre”.

Al fin y al cabo, es tentador que esos coches estén tan enteros y muchos de ellos abiertos. Pero ya conocemos la mentalidad japonesa y, gracias a ello, es posible disfrutar de un vídeo así.

Fotos: Bob Thissen - Exploring The Unbeaten Path

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