Este pueblo no puede dormir: las batallas de altavoces han convertido a Celine Dion en una pesadilla

Este pueblo no puede dormir: las batallas de altavoces han convertido a Celine Dion en una pesadilla
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Los habitantes de la gran ciudad de Porirua, en Nueva Zelanda, se enfrentan a un especie que de momento no está en extinción: una subcultura que emergió en Auckland a principios de los 2.000 y que usa el sonido de los altavoces y megáfonos de sus coches y bicis para batallar. Es decir, para reproducir la música lo más alta posible.

Y qué mejor embajadora, reina de los agudos, que Celine Dion. Su preferida.

Lo vecinos de Porirua no pueden más: "Les encanta Celine Dion", reconoce a la AFP la alcaldesa de la ciudad, Anita Baker, con un paracetamol en la mano (dramatización de Motorpasión). Y es que los adeptos a esta subcultura automovilística necesitan de voces muy agudas para resaltar entre sus oponentes, y batallan a cualquier día desde las siete de la tarde hasta altas horas de la madrugada para alzarse con la victoria.

Se valen de una tecnología casera, basada en cables y megáfonos al uso para manejar los agudos. El más ruidoso es el que gana, pero se defienden: "Se trata de tener sonidos limpios. No gana solo el sonido más alto o el más claro, han de ser las dos cosas". Se lo toman muy en serio.

Lo único positivo es que solo reproducen 30 segundos de canción, pero para los vecinos es como estar en Guantánamo: "La gente está harta de escuchar baladas como 'My Heart Will Go On' y 'It's All Coming Back To Me Now', relata la AFP.

De momento se han recogido más de 300 firmas en change.org para tratar de parar estas competiciones de ruido que ya acumulan años, y la policía se reunirá pronto con la alcaldesa de la ciudad para tratar de devolver el sueño reparador que tanto necesitan sus votantes.

La primera batalla de megáfonos tuvo lugar en 2010, y la competición se dividía en dos categorías: el rey de las bicis (cuyos megáfonos y altavoces son en muchas ocasiones más grandes que el propio vehículo) y el rey de los coches. Una forma de escapar de la violencia entre bandas, también, a través de una competición que se sale de lo normal pero que es al fin y al cabo, cordial.

Foto | Youtube/ Re: News

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