¿Lo oyes? Es el motor más legendario de Bugatti diciendo adiós en su hiperdeportivo más extremo antes de su nueva era

  • El Bugatti Bolide, un hiperdeportivo imposible solo para circuito, es el último modelo de la marca que equipa el W16 de 8.0 litros

  • La última de sus 40 unidades acaba de fabricarse

Bugatti Last Bolide 01
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Alejandra Otero

Bugatti, esa fábrica de sueños de hipercoches de más de 1.000 CV, acaba de cerrar un importante capítulo de su historia: ya no va a producir más coches con su mastodóntico motor W16. Ese bloque de 8.0 litros que ha equipado los Bugatti Veyron y Chiron, y sus series especiales, durante 20 años. Ahora, nos dice adiós.

La última bestia de la firma francesa que equipa este venerado propulsor es el Bugatti Bolide, que la propia marca define como su hiperdepotivo más extremo en la era moderna. Su última edición, y que pone fin a su limitada producción, ya ha salido de las dependencias de Molsheim. Larga vida a los W16.

El último eslabón de una saga que nunca olvidaremos

El Bugatti Bolide nació como concept solo para circuito, en plena pandemia. En 2021, un año después, la marca gala anunció que tendría versión de producción: 40 unidades de esta brutalidad de aristadas y aerodinámicas formas verían la luz. Bugatti invirtió varios años en darle forma a nivel técnico, de diseño y aerodinámica. El primero de estos Bolide definitivos se entregó en 2024.

1.600 CV para volar en pista. El Bugatti Bolide definitivo equipa el mencionado W16 de 8.0 litros, firmando los 1.600 CV y los 1.600 Nm de par, acompañado de cuatro turbos. No llegan a los 1.850 CV del concept, pero son los mismos del Bugatti Chiron Super Sport 300+. Con este comparte el trono como Bugatti de serie más potente, al menos así será hasta que se entregue el primer Bugatti Tourbillon, su primer retoño híbrido.

Esos 1.600 CV del Bolide se maridan con solo 1.450 kg de peso, gracias a su chasis monocasco en fibra de carbono y a los paneles de su intrincada carrocería que también van en este material. Sus elementos aerodinámicos definen un diseño propio de nave espacial: múltiples aperturas de aire, un gigantesco alerón trasero, su indescriptible difusor en la zaga o un generoso labio delantero están el menú.

Bugatti Bolide, última unidad

Con estos ingredientes, las cifras del Bolide son extraterrestres: hace el 0-100 en 2,2 segundos, llega a los 300 km/h en solo 11,5 segundos y su punta se fija en 380 km/h. Con una relación peso/potencia de 0,9 kg para cada caballo, su cuidada aerodinámica permite un paso por curva vertiginoso. Y es que el Bugatti Bolide ha sido diseñado por y para circuito: no está homologado para circular por carretera. El sonido del W16, es pura delicia en este vídeo de sus pruebas Imola. Nunca volveremos a escucharlo en los nuevos modelos de la firma. 

Homenaje histórico. El último Bugatti Bolide acaba de llegar a manos de su afortunado dueño. Como el resto de las 39 unidades, ha sido concebido artesanalmente, con tremendo mimo como exige un coche que arranca en los 4 millones de euros. Además de para circuitos, el objetivo de Bugatti es que formara parte de las mejores colecciones de coches del mundo. Algo que cumple el dueño de esta postrera unidad.

Se trata de un "reconocido coleccionista", indica Bugatti. En su garaje ya dispone de un Bugatti Type 35, en el que se han inspirado para este último Bolide. Su carrocería es bitono, vistiendo en dos tonos de azul: el oscuro 'Black Blue' y el celeste 'Special Blue Lyonnais'. El interior va revestido en Alcántara 'Lake Blue' con costuras más claras en constraste también en azul (Light Blue Sport). 

Bugatti Bolide, última unidad

Por lo demás, estamos ante otro excelso Bugatti Bolide al que la marca ha dedicado "una atención extraordinaria a cada detalle de ejecución, desde la pintura hasta el interior, para que poseer un Bolide refleje el mismo nivel de artesanía que cualquier otro Bugatti de su colección", refiriéndose al garaje del dueño. Es cliente habitual, pues también atesora un Veyron Grand Sport. Modelo que igualmente viste estas tonalidades.

Empieza la nueva era de Bugatti. La marca francesa pone así punto y final a su saga W16, dando paso a su nueva era en la que ha sucumbido a la electrificación. El sucesor del Bugatti Chiron pasa a ser un híbrido enchufable: el Bugatti Tourbillon. Combina tres motores eléctricos con un V16 gasolina atmosférico de 8.3 litros y 1.000 CV. Su potencia total es de 1.800 CV y su producción será de 250 unidades. 

Es cierto que sus cifras mejoran la del Bolide, además de las de los Veyron y Chiron: su velocidad máxima es de 445 km/h y hace el 0-100 en 2,0 segundos, necesitando menos de 5,0 segundos para llegar a los 200 km y menos de 10 para alcanzar los 300 km/h. Pero seguiremos mirando con nostalgia ese W16 que ha dado vida a sus estratosféricos coches durante las últimas dos décadas.

Imágenes | Bugatti

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