Alejandra Otero
La DGT lleva tiempo insistiendo que los atascos de la ciudades tienen un principal culpable: que viajemos solos en el coche. "Si consiguiéramos viajar dos personas habría la mitad de coches, la mitad de emisiones y la mitad de consumo", señaló en verano Pere Navarro a las puertas de la operación salida de las vacaciones.
El director de Tráfico ha vuelto a incidir ahora en ello, señalando directamente a los trayectos para ir al trabajo. Navarro considera que hacerlo solo en el coche es un lujo "que no podemos permitirnos".
"Aumentar la ocupación es una necesidad"
El máximo responsable de la DGT reflexionó sobre ello en el Global Mobility Call de Madrid, una jornada dedicada al impulso de la nueva movilidad. Argumentó que los grandes atascos se han trasladado de los trayectos de las vacaciones a los diarios en las ciudades en hora punta.
Según detalla Tráfico, el 85 % de los coches que se desplazan cada jornada de casa al trabajo y viceversa solo tienen un ocupante. Y dado que los accesos a las ciudades se encuentran al máximo de su capacidad, en su opinión la solución no puede ser la de seguir ampliando las carreteras.
Que viajen más de dos personas en el coche, necesario. "Debemos hacer un cambio colectivo de mentalidad que nos permita incentivar la alta ocupación de los vehículos, porque no nos podemos permitir mover cada día 1.500 kgs para desplazar a una sola persona", ha sentenciado. Una crítica que no es la primera vez que lanza, ya en verano comentó que esto "no parece inteligente".
La solución para la DGT pasa por compartir vehículo. Por ejemplo con las empresas y administraciones promoviendo los servicios de carpooling corporativo. "Aumentar la ocupación es una necesidad" para mejorar la movilidad urbana, sentencia Navarro, hablando de "adoptar hábitos más racionales".
Según Navarro, la gestión de la movilidad en las ciudades no solo tiene implicaciones medioambientales, también económicas y urbanas. "Las ciudades que gestionan bien su movilidad atraerán talento e inversión. Las que no, quedarán atrapadas en el ruido, la congestión y la contaminación".
Carriles de alta ocupación. No son meras palabras de cara al futuro de la movilidad en las ciudades: la DGT ya esta combatiendo la movilidad de un solo ocupante. Un ejemplo es el nuevo carril Bus-VAO de la A-2 en Madrid, tanto a la entrada como a la salida de la capital. Se controlará el acceso a este carril mediante cámaras infrarrojas operadas por IA, donde solo se permite circular con al menos dos pasajeros. Estará activo a principios de 2026 y será variable: se activará solo en horas punta.
Circular indebidamente por este carril de alta ocupación supone una multa 200 euros (100 euros reducida), siendo una infracción grave.
Una periferia atestada que ha fomentado el uso del coche. Este acceso es uno de los más problemáticos de la ciudad en trayectos diarios, y un buen ejemplo de que la idea de la DGT no tiene en cuenta el modelo habitacional de grandes urbes como Madrid. El elevado precio de la vivienda ha expulsado a los ciudadanos a las poblaciones de la periferia, pero muchos siguen trabajando en Madrid capital.
En el Corredor del Henares por el que discurre la A-2, entre Madrid y Guadalajara, engloba poblaciones como Coslada, San Fernando de Henares, Paracuellos de Jarama, Daganzo de Arriba, Torrejón de Ardoz, Meco, Alovera, Azuqueca de Henares o la propia Guadalajara. Supone una concentración urbana de más de 600.000 habitantes, cifra que ha seguido creciendo con los años.
Ir a trabajar desde estas poblaciones en transporte público supone tardar el doble o el triple o, dependiendo de la zona, es directamente imposible por conexión. No todas disponen de Cercanías y la red de autobuses interurbanos de la Comunidad de Madrid tampoco cubre siempre estos trayectos.
Este carril apunta a convertirse un estupendo embudo, más si cabe teniendo en cuenta los centenares de camiones que circulan por el acceso de la A-2 cada día y que tampoco pueden utilizar este nuevo Bus-VAO.
Imágenes | DGT, Pexels
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