Conducir en Turquía, una curiosa experiencia

Conducir en Turquía, una curiosa experiencia
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Como ya habréis visto, la semana pasada estuve en Turquía en la "presentación del Renault Fluence":https://www.motorpasion.com/renault/renault-fluence-presentacion-y-prueba-en-turquia-i. Además del hecho de probar el coche, conducir por las carreteras de Turquía es una pequeña experiencia en sí misma que merece la pena contar.

Antes de empezar el partido, presentemos a los jugadores. Turquía es un país con un nivel económico bajo, como podría ser España hace dos o tres décadas. De hecho los coches nos recuerdan mucho a los españoles e italianos de los 70, con la particularidad de que la carrocería sedán arrasa en esos países.

Un vistazo a su parte automovilístico nos hace ver que Fiat fue la reina en el pasado, ya que se ven muchos modelos de la misma. Sin embargo, en el presente parecen triunfar más Renaut y sobre todo Opel: en poco tiempo pude ver un buen puñado del Astra saliente e incluso varios Insignia.

Carreteras de Turquía

Intermitentes, esos grandes desconocidos

Quizás sea la característica más chocante para alguien que nunca había salido de su pueblo llamado Europa. Como estadística que pueda resumir el comportamiento de sus conductores, podríamos decir que el cláxon se utiliza más que los intermitentes.

Eso sí, su connotación parece menos agresiva que la nuestra, la semántica del pitido suele ser "oye, que voy a pasar", más que "quítate de ahí, sucio europeo". O eso o soy demasiado optimista.

Los intermitentes existen, sí. De hecho si empiezas a fijarte de forma consciente en todos los coches que te rodean, acabarás viendo a alguno con él puesto, por ejemplo para incorporarse a la vía desde parado. Pero eso es la excepción, su uso no parece muy generalizado.

Carreteras de Turquía

Responsabilidad al volante

La responsabilidad de los conductores turcos está muy lejos de la de los conductores europeos. No he conseguido encontrar datos de siniestralidad, pero me imagino que con una cultura de seguridad vial menos desarrollada y un parque móvil vetusto, las cifras no pueden ser buenas.

Las carreteras que he visto eran aceptables, aunque este dato es muy difícil de extrapolar a todo el país. El uso del cinturón, de nuevo sin poder realizar estadísticas concretas, parece lejos del nivel europeo.

En la foto superior, una de las "anécdotas": en esa vía con dos carriles para cada sentido, circulábamos correctamente cuando vimos un coche que venía hacia nosotros, pegado al arcén, a una velocidad considerable. La primera respuesta fue pensar si nosotros circulábamos correctamente o íbamos en sentido contrario, pero sí, nosotros circulábamos bien.

Simplemente al señor le daría pereza ir a dar la vuelta (había una mediana) y decidió coger el camino corto. No se puede decir que hubiese riesgo de colisión, porque él venía rápido pero la calzada era ancha, sin embargo es lo que aquí llamaríamos, y con razón, conducción temeraria.

Carreteras de Turquía

Seguridad

No, no hablamos de seguridad en caso de colisión. Hablamos de seguridad en el sentido de vigilancia contra atentados. En la entrada del hotel nos esperaba un camino bloqueado con un bolardo. Antes de dejarnos entrar (y eso a pesar de que todos llevábamos en mismo coche) nos revisaron el maletero y, con un espejo, los bajos del coche. Por lo visto, es algo habitual en muchos los edificios públicos.

No tengo fotografía de esto, ya que me resultaba un poco violento, pero la imagen de arriba bien sirve para ilustrarla: hombre con ametralladora y escoba.

Carreteras de Turquía

No somos tan distintos

Con todo, conducir en Turquía no es tan diferente, ni ellos son tan diferentes. Como decía Vincent en Pulp Fiction: ¿Sabes lo que realmente diferencia a Europa de Estados Unidos? Pequeñas diferencias. En Francia, puedes tomarte una cerveza en el cine.

Aplicado a la carretera, llaman la atención esas _pequeñas diferencias_ como las señales de prohibido adelantar. Funcionan igual que aquí (aunque quizás se respeten menos), pero la línea tacha al coche que adelanta, no a ambos.

Carreteras de Turquía

Peajes, esas grandes trampas

Hasta aquí, algunas de las cosas que he visto y aprendido. Y ahora la que sigo sin saber cómo funciona: los peajes. La organización nos entregó la tarjeta que véis en la fotografía, y nos explicó que en los peajes debíamos entrar por las cabinas que ponían KGS, como la tarjeta.

Efectivamente, al llegar al peaje encontramos puestos con las letras KGS y otras con un símbolo que parecía indicar que se trataba de un telepeaje. Paramos delante de la máquina de KGS, y pasamos la tarjeta. La máquina emite un pitido raro. No hay barrera, pero el semáforo sigue en rojo.

Después de insistir, y sin respueta por parte de la máquina, decidimos que lo único que podemos hacer es pasar, ya que no hay nadie para preguntar. Entonces comienza a sonar una alarma. Uno se siente como en la película _Hit and run_, pero luego piensa que quizás la película también podría acabar como la típica película de cárceles turcas, con señores de nombre impronunciable al lado de los cuales "Luis Tosar":https://www.blogdecine.com/criticas/celda-211-el-corazon-de-la-bestia es un osito de peluche.

Una vez superado el susto inicial, seguimos con normalidad y repetimos la jugada en el siguiente peaje. No eran ganas de saltarnos las normas, es que la maldita tarjeta parecía no funcionar. Más tarde nos enteramos de que todo el mundo había tenido el mismo problema.

Y después de la breve pero interesante experiencia, aquí estamos de vuelta, sanos y salvos y probablemente debiendo unos 3 euros al Ministerio de Fomento de Turquía.

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