Mantenimiento preventivo: cómo preparar tu motor diésel o gasolina para pasar la ITV y consumir menos

Mantenimiento preventivo: cómo preparar tu motor diésel o gasolina para pasar la ITV y consumir menos
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El test de opacidad es lo que se conoce a pie de calle como prueba de humos. Según pasan los años, este requisito de la ITV ha ido ganando una fama (no muy buena) por impedir que muchos vehículos superasen el mantenimiento legal.

Cuando escribimos muchos vehículos, nos referimos, por ejemplo, a 1.355.508 vehículos que en 2018 padecieron este defecto calificado como falta grave. Dentro de esta categoría de falta, el test de opacidad supone el 11 % de las mismas, según cifras facilitadas por la asociación AECA-ITV.

El fenómeno de fallar en la prueba de humos se ha intensificado y, presumiblemente, continuará esta tendencia, debido a las cada vez más severas normas que regulan y controlan las emisiones contaminantes. Sirva de referencia el objetivo de 47,5 g/km de media en la industria que se pretende para 2030.

En esta tesitura, es clave un correcto mantenimiento del sistema de propulsión, incluso con ayuda de productos como los de Motul para vehículos diésel y gasolina. Nos detendremos en ello más adelante; pero antes detallemos una de las pruebas más duras de la ITV y las consecuencias de no superarla.

Los motores diésel, en el punto de mira

Como tantas otras circunstancias, la prueba concentra su mirada más estricta sobre las motorizaciones diésel más que sobre los motores de encendido provocado (aunque estos últimos también tienen unos límites claros que no han de superarse). El motivo reside en las exigencias sanitarias para reducir agentes contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx), característicos del encendido por compresión.

Muchos conductores no dejan de preguntarse, sobre todo en los momentos previos a la cita con la ITV, si hay alguna manera cómoda de preparar el vehículo para superar el test de opacidad. Por fortuna, la respuesta es que sí, un mal resultado se puede prevenir. De hecho, existen determinados aditivos, como los de la gama pre-ITV de Motul, que pueden hacernos la vida más fácil, ahorrándonos el mal trago, el coste del taller o, incluso, una posible sanción.

Así está regulada la prueba de opacidad

Itv

¿En qué se basa la prueba de humos u opacidad? Encontramos la normativa aplicable, junto a la explicación de en qué consisten las pruebas de humos, en el quinto punto de las primera dos secciones del Manual de Procedimiento de Inspección de Estaciones ITV.

El manual distingue dos procedimientos diferenciados dependiendo de si se trata de un modelo alimentado por gasolina o diésel.

Vehículos de motor encendido por chispa

En los propulsores de gasolina, se toma como referencia para el control de la opacidad el monóxido de carbono (CO). Como ocurre también con los MEC, se establecen unos límites u otros en función de la edad del vehículo y la norma Euro aplicable en el momento en que se incorporó a la circulación, de manera que:

  • En la medición con el motor al ralentí (caja en punto muerto y motor embragado girando en régimen de ralentí), el máximo aplicable es el que el fabricante declarase para el vehículo.
  • Si no se dispone de ese dato, no se puede superar un 0,5 % de volumen de CO en el escape de gases para vehículos matriculados antes del 1 de julio de 2002 y de 0,3 % para los registrados tras esa fecha.
  • En la medición con el ralentí acelerado (con la caja de cambios en punto muerto se presiona el acelerador hasta superar las 2.000 revoluciones durante más de 30 segundos), los valores anteriores descienden hasta el 0,3 % en el caso de vehículos matriculados antes del 1 de julio de 2002 y de 0,2 % para el resto.

Esta regulación de las mediciones corresponde a vehículos que cuenten con catalizador. Para los que no, se establece un límite de un 5 % para los matriculados antes del 1 de octubre de 1986; y de 3,5 % para los posteriores.

Entre las condiciones previas que han de cumplirse antes de la medición, destaca que el motor ha de estar "caliente", manteniendo antes del inicio un régimen de entre 2.500 y 3000 revoluciones. Si se trata de modelos híbridos o bifuel, se intenta aislar y evaluar tan solo los bloques de combustión.

Vehículos con motor de encendido por compresión

Los diésel realizan la prueba "mediante el método de aceleración libre y pasando de la velocidad de ralentí a la velocidad de desconexión". Los valores límite van en función del tipo de gases y no pueden superar lo establecido en la placa del vehículo.

Si el vehículo carece de ella o se desconoce el dato, se aplica una serie de coeficientes máximo de absorción (de la opacidad):

  • 0,7 m-1 para vehículos nuevos con niveles de emisión en TITV Euro 6 y Euro VI.
  • 1,5 m-1 para los matriculados tras el 1 de julio de 2008.
  • 2,5 m-1 para los diésel anteriores a esa fecha.
  • 3 m-1 para los turboalimentados.

Tras la preparación del vehículo, similar a la de los motores de gasolina, se dirige el motor desde el ralentí al corte de inyección (con la cautela de que el motor se encuentre a 80 ºC). A la par, se acelera el vehículo en función de unos intervalos de tiempo en el cambio de ciclo. La medición de los gases de escape se acomete en tres ocasiones y se saca la media de esas tres (salvo que se juzgue en la primera que ya supera con creces el límite).

¿Qué pasa cuando no se supera el test de opacidad?

Aditivo Motor Prueba Humos

Hemos mencionado que si el vehículo no pasa esta prueba "del algodón" se considera falta grave. ¿Qué implica esto?

Según la legislación, indica un defecto que disminuye la seguridad del vehículo y pone en riesgo a otros usuarios de la vía o el medio ambiente. En consecuencia, el vehículo queda inhabilitado para su tránsito en vía pública. Solo se puede circular para acudir a un taller, remediar el defecto y regresar para cumplir con el trámite de la inspección.

¿Por cuánto puede salirnos "la broma"?

La cantidad en euros que toque abonar dependerá del motivo por el que el vehículo haya sido rechazado. Si se trata de un sencillo cambio de filtros, el precio del taller no debería superar los 100 euros. Por el contrario, si es un fallo en la válvula EPG o en los inyectores, esa cantidad puede elevarse hasta los 500 euros.

Hay quien puede pensar que sale más barata la sanción por no pasar la ITV que por realizar estos mantenimientos. Conviene rechazar esta idea. Y es que la ley también establece multas por delitos contra el medio ambiente que, en el caso de los catalizadores, ascienden a los 3.000 euros.

Y, lo que es más, ciudades como Madrid ya han estrenado normas que habilitan a los agentes locales a inspeccionar visualmente los vehículos, comprobar los humos de escape, inmovilizarlos e instar a pasar la ITV. Las sanciones por no hacerlo van desde los 750 a los 3.000 euros, según gravedad.

Cuidar de tu motor, la mejor prevención

Aditivos Motul

Todos estos desagradables episodios con la Administración pueden evitarse llevando un manteamiento adecuado del vehículo. Respecto a la prueba de humos, es sencillo tratar con la dignidad que se merece a la motorización.

Así lo demuestra la facilidad para el uso de aditivos que se introducen vía depósito previo al repostaje. Motul cuenta con un pack específico previo a la cita ITV que mantiene la salud del motor durante 8.000 kilómetros.

La gama de productos se divide, en primer lugar, en función de si se trata de un propulsor diésel o gasolina. Así, podemos encontrar:

  • Diesel System Clean. Una solución para limpiar los residuos acumulados en todo el sistema de combustible y la cámara de combustión. Facilita, además, el proceso de combustión eliminando el agua que tiende a taponar los inyectores.
  • DPF Clean. Favorece la eliminación de partículas en el filtro de los modelos diésel, manteniendo la temperatura ideal de trabajo.
  • Fuel System Clean. Esta fórmula se adapta a todo tipo de motores de gasolina. Despeja obstrucciones y limpia sus sistemas, evitando la condensación y eliminando adherencias en el carburador, incrustaciones en los inyectores y suciedad en las cámaras y válvulas de entrada.
  • Valve and Inyector Clean. En esta solución, el fluido concentra su poder limpiador en la admisión e inyección del combustible en un motor de gasolina, sin necesidad de realizar ningún desmontaje.

El uso de estos aditivos de Motul, además de ofrecernos unas enormes garantías de cara al trámite de la ITV, incide en la salud del motor. Mantienen la eficiencia óptima de la combustión, de modo que no solo reducimos emisiones, sino también consumos. Igualmente, son una fórmula más que recomendable para ahorrarnos algunas de las averías más temidas.

Queda patente, una vez más, la importancia de llevar el mantenimiento de nuestro vehículo al día. Aparte de las soluciones de Motul, existen algunos trucos que pueden ayudarnos en los kilómetros previos al test de opacidad, como no transitar a revoluciones bajas y conducir durante unos 30 kilómetros (sin perder la necesaria prudencia), apurando el recorrido de cada marcha antes de cambiar a una superior.

Eso sí, estos últimos son más bien parches que ocultarán, solo temporalmente, la necesidad de atención que nos demanda el propulsor. Tarde o temprano, con mucha seguridad, tendremos que recurrir a los "enjuagues" de Motul o a descarbonizar en un taller mecánico el modelo, operación que se debe realizar cada 20.000 kilómetros.

Imágenes | Motul y La fabrica de nubes (CC BY-SA 4.0)

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