Diseño, tecnología e hibridación, el secreto del nuevo Suzuki S-CROSS para rendir al máximo en cualquier escenario

Diseño, tecnología e hibridación, el secreto del nuevo Suzuki S-CROSS para rendir al máximo en cualquier escenario
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La gran familia SUV ha diversificado el mercado como nunca. Los fabricantes han roto moldes buscando todo tipo de soluciones y, pese esa fertilidad en la innovación, dar con un modelo capaz de lidiar con los escenarios de conducción actuales no resulta tan sencillo. El nuevo Suzuki S-CROSS muestra qué facetas distinguen a los todocaminos más polivalentes.

Nadie discute la hegemonía SUV en el mercado. Las cifras que ofrece de forma periódica la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) no invitan a la duda. Desde el inicio de la década, la tendencia mes a mes es que uno de cada dos vehículos que se matriculan en España sea un todocamino. Controlan más de la mitad de mercado, pero no de manera uniforme.

La mencionada diversificación ha acarreado un sinnúmero de soluciones a las que cada fabricante intenta, con más o menos éxito, dar una identidad propia. Y Suzuki lo ha conseguido con éxito en su nuevo crossover urbano y compacto Suzuki S-CROSS, que demuestra a qué se debe gran parte de la popularidad y ventas del segmento.

En busca de una versatilidad a la altura de los tiempos

Ciudad Suzuki S Cross

Las marcas tratan de dar con una versatilidad que no siempre es sencilla. El objetivo es adaptar los modelos a las complejas necesidades y requisitos de movilidad actuales.

Por una parte, ya resulta casi obligatorio que los todocaminos de última generación integren mecánicas con solvencia eléctrica. Detrás de ello, se esconde una mayor fluidez urbana y un descenso en los consumos (y más teniendo en cuenta la escalada de precios de los carburantes). Así, el rendimiento y comportamiento en ciudad constituye uno de los pilares básicos en su concepción.

Y, desde luego, las nuevas tecnologías de propulsión ayudan en esta asignatura. Sin embargo, los fabricantes han de resolver ciertos retos asociados a ellas, como unas dimensiones y una masa superiores, y encontrar soluciones que se adapten tanto a las dinámicas de movilidad familiar como a una conducción más deportiva o agreste.

En ese aspecto, resultan muy interesantes las aproximaciones que hacen fabricantes como Suzuki con el Suzuki S-CROSS. La nueva generación del SUV compacto demuestra con acierto ese esfuerzo por la polivalencia. El atractivo de una imagen renovada se acompaña de un trabajo de precisión de la compañía nipona para diseñar un coche que responda con soltura a las necesidades de los conductores. Esa versatilidad se materializa en diferentes aspectos.

Un diseño de crossover urbano...

S Cross Ciudad

Entre los indispensables de los todocaminos actuales está el de transmitir una imagen que abandere al propio segmento. Aquí encontramos todo tipo de fórmulas y una variedad de especímenes muy rica (en ocasiones, da la impresión de que es demasiado rica).

No es sencilla la labor de fusionar un semblante poderoso que además anticipe un comportamiento eficaz, elegante y proporcionado. En las calles, encontramos desde todocaminos compactos cuyos cuerpos musculados esconden realmente fibras de utilitario hasta motorizaciones con prestaciones premium, pero en envoltorios desacertados.

En el fondo, los conductores reclaman un diseño sincero, acorde con las características reales del vehículo. El diseño actualizado del Suzuki S-CROSS persigue eso mismo.

El fabricante no ha tocado sus dimensiones (ha mantenido los 4.300 milímetros de la anterior generación) y su esencia básica. En cambio, sí ha sofisticado su apariencia, alineándola con su dinamismo. Ahora, su diseño destaca con un frontal algo más elevado y fortalecido gracias a una nueva una parrilla hexagonal con un toque más oscuro.

...y agilidad en la respuesta

Carretera S Cross

Si la imagen que se busca y reclama para los SUV ha de dignificar el segmento, la piedra angular de la polivalencia está en su respuesta a las diferentes situaciones que se dan en carretera.

En este punto, los fabricantes punteros se apoyan en las diferentes soluciones eléctricas. La hibridación ha llegado al segmento y está demostrando sus virtudes. Ahora bien, estas no resultan suficientes si no se acompañan de un sistema de propulsión ajustado a las características del vehículo.

Una mecánica eléctrica puede no explotar al máximo su eficiencia si las tecnologías de gestión y la transmisión no desempeñan un papel acorde a las circunstancias. Hablamos, por ejemplo, de propulsores que en vía urbana son capaces de dar con cifras de récord, pero que en una autovía o en otras circunstancias disparan su consumo o muestran otros problemas, como defectos de coordinación del trabajo entre la genética térmica y la eléctrica o exceso de ruidos.

Mayor personalización en la canalización de la energía

Interior Suzuki S Cross

En este sentido, Suzuki ha perfeccionado su tecnología mild-hybrid. No solo se ha limitado a ofrecer un cambio manual o automático, sino que ha logrado personalizar el despliegue de par para los momentos en los que se demanda más o menos energía al conjunto. De este modo, se ha mejorado la fluidez en las arrancadas, cuando se necesita acelerar o en la asistencia eléctrica en ralentí.

Esto, aplicado a la anatomía del Suzuki S-CROSS, potencia la suavidad de la marcha al conducir a través de las calles de una ciudad, al incorporarse a una vía rápida o al circular a velocidades propias de autovía.

Los atributos originales de los modelos SUV también invitan a poseer, cuanto menos, una respuesta digna off-road. Esto significa, por encima de todo, contemplar la opción de la tracción integral. En el caso del Suzuki S-CROSS, cuenta con la tecnología Allgrip que añade cuatro modos de conducción (Auto, Sport, Snow y Lock), garantizando el agarre según el tipo de firme o las condiciones meteorológicas y favoreciendo unas sensaciones al volante que se adaptan a la personalidad de cada piloto.

Habitabilidad, detalles y carga tecnológica

Interior Suzuki

Más allá del corazón de los vehículos, la versatilidad también se demuestra en las prestaciones ofertadas a través de los acabados.

Algunos desafíos actuales de los todocaminos van dirigidos a brindar una habitabilidad que vaya en proporción a la robustez que muestra en el exterior, pero no siempre se da. En ocasiones, el diseño e incluso las dimensiones y la integración de la motorización terminan por restar litros en la segunda fila y en los maleteros.

Por tanto, la pericia de los fabricantes se demuestra también a la hora de armonizar sus arquitecturas con prestaciones palpables para conductor y pasajeros. Y una de las que más se agradecen es poder explotar al máximo el espacio disponible y asegurar la sensación de desahogo. ¿Cómo? Con flexibilidad y luz.

Techo Solar

En el trabajo realizado en el Suzuki S-CROSS, sobresalen unos grandes ventanales en frontal y laterales que harán las delicias de cualquier familia que suba a bordo. Más todavía si se decantan por las versiones S3, que añaden un techo solar panorámico de 1.000 mm capaz de meter un atardecer de verano hasta en las plazas traseras.

Igualmente interesante es la opción de abatir los asientos de la segunda fila para multiplicar la capacidad del maletero, ideal para hacer la compra semanal y no jugar al tetris a la hora de dejar los bultos o para jóvenes sin hijos, pero con mucho equipaje que transportar.

Se trata de detalles que piensan en los distintos tipos de usuario. Eso sí, contemplando una oferta tecnológica que para nadie es ya prescindible. Esta se traduce en sistemas ADAS de asistencia a la conducción y pantallas multifunción compatibles con Apple CarPlay y Android Auto, para extender al coche el ecosistema digital con el que cada uno se sienta más cómodo. Asimismo, permiten realizar la gestión a través de menús de, por ejemplo, el climatizador y muestran información tan útil como el consumo de combustible o la autonomía.

Sukuzi S-CROSS 2022: polivalencia por bandera

Polivalencia S Cross

Entre las muchas soluciones SUV que presenta el mercado, el compacto de Suzuki es una de las que más aporta en cuestión de versatilidad y polivalencia.

Las propiedades que hemos revisado encajan en su naturaleza. El Suzuki S-CROSS no se define como un modelo familiar o un SUV compacto con el que liberar sensaciones en carretera porque, en el fondo, se ha diseñado buscando que sean los conductores los que le adjudiquen esa personalidad en función de sus necesidades.

De este modo, combina la eficiencia de un motor de gasolina 1.4 litros turbo, que trabaja en conjunto con un sistema de hibridación ligera de 48 V.  Otorgan en total 129 CV y 235 Nm. Estas cifras se trasladan a un conducción suave y resuelta incluso a bajas revoluciones. Su consumo homologado para la versión con transmisión manual y tracción delantera se queda en 5,3 l/100 km.

Además, Suzuki prevé para la segunda parte de este año contar con una segunda opción de motorización strong hybrid que promete mejorar aún más su eficiencia al tiempo que eleva los límites de su rendimiento.

Suzuki S Cross

Este SUV compacto también se actualizado con una imagen exterior más vigorosa, como relatan la mencionada calandra y sus pasos de rueda. A su vez, la zaga nos recuerda sus mejoras tecnológicas y de estilo gracias a sus representativos faros LED.

Otro aspecto mejorado es habitabilidad interior y un volumen de maletero superior a la media del segmento, pues logra hasta 430 litros. Suzuki divide las prestaciones a lo largo de tras acabados (S1, S2, S3), que coinciden en una faceta fundamental, la de poseer un precio accesible.

De este modo, el Suzuki S-CROSS resulta una opción real para una gran mayoría de los conductores. No se excede en detalles premium artificiales, pero cuenta con una robustez y elegancia que lo distinguen de la media. Y su polivalencia muestra vocación de libertad tanto para circular como pez en el agua en ciudad como para escapar con ligereza por caminos desconocidos.

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