La guerra entre Rusia y Ucrania y las sanciones afectan a la fabricación de coches: Renault y Volkswagen paran la producción

La guerra entre Rusia y Ucrania y las sanciones afectan a la fabricación de coches: Renault y Volkswagen paran la producción
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La nueva invasión por parte de Rusia en Ucrania (ya hizo lo propio en 2014), ha puesto del revés el panorama social, político y económico de medio mundo, con las materias primas subiendo como la espuma y a la industria automotriz, de nuevo, contra la pared.

Fabricantes como Renault, el Grupo Volkswagen o Hyundai ya han tenido que pausar la producción o buscar planes alternativos debido a la escasez de componentes. La guerra y las sanciones por parte de EEUU y el bloque europeo están ahogando la ya asfixiada cadena de suministro global.

El paladio, en el punto de mira

Kaluga

Renault es una de las marcas más expuestas a la guerra: es el primer fabricante del mercado ruso, y su marca Lada representa un tercio de las matriculaciones de vehículos nuevos en el país.

Ha anunciado que tendrá que suspender operaciones en sus plantas de ensamblaje durante los próximos días debido a las dificultades para recibir componentes.

Por ejemplo, Rusia es un proveedor clave del paladio que se usa en convertidores catalíticos -junto con Sudáfrica- y suministra aproximadamente el 33% de la demanda mundial.

"Las interrupciones son causadas principalmente por controles fronterizos más estrictos en los países de tránsito y la necesidad forzada de cambiar una serie de rutas logísticas establecidas”, ha dicho la unidad rusa de la compañía, AvtoVAZ, en declaraciones recogidas por Autonews Europe.

El Grupo Renault representa casi el 40 % de la producción de vehículos de Rusia, seguido por Hyundai, con un 27,2 %, según IHS Market.

La firma coreana tiene desde 2010 una planta en San Petersburgo, Rusia, que es responsable de fabricar unas 230.000 unidades de automóviles al año.

También Volkswagen dijo que detendría la producción durante unos días en dos fábricas alemanas después de un retraso en la fabricación de piezas en Ucrania.

El consorcio alemán tiene una fábrica en Kaluga, a 170 km de Moscú, donde se fabrican el Volkswagen Tiguan, Volkswagen Polo y el Skoda Rapid, y que sin duda notará los efectos de las sanciones a Rusia. También cuenta con una planta en Nizhny Novgorod.

En 2021, el volumen de ventas de las marcas del Grupo Volkswagen en Rusia alcanzó los 199.200 vehículos.

Por su parte, explica la cabecera, el fabricante de neumáticos finlandés Nokian está trasladando la producción de algunas líneas de productos clave de Rusia a Finlandia y Estados Unidos para prepararse para posibles sanciones adicionales tras la invasión.

Incluso Suiza, un país históricamente neutral, se ha unido a las sanciones europeas, mientras que Suecia y Finlandia ha empezado a mandar equipos y armamento a Ucrania.

Ford asegura estar "profundamente preocupada" por la situación y asegura que será capaz de "manejar cualquier efecto" en su negocio en tiempo real.

Ante el agresivo avance por parte de Rusia, las potencias occidentales han bloqueado el acceso de los bancos rusos al sistema de transferencias internacionales SWIFT.

El rublo ya acumula un 27 % de devaluación frente al euro y el dólar tras las sanciones económicas de Occidente, aunque el banco central ruso asegura que puede mantener la estabilidad financiera del país.

Al aumento del precio del petróleo, el gas natural, las materias primas y los alimentos, se le une una crisis migratoria que no ha hecho más que empezar.

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