El prófugo y exjefe de la alianza Nissan-Renault-Mitsubishi, Carlos Ghosn, nunca ha hablado demasiado bien de la alianza, y de su futuro, desde que las cosas se volvieran tan surrealistas a finales de 2018. Ahora, los malos datos que han propiciado uno de los peores trimestres para la industria automotriz en décadas han hecho que Ghosn se explaye.
En una entrevista al periódico Le Parisien, el exempresario ha calificado de "patéticos" los resultados de la Alianza: "Ya no hay una mezcla real de gestión entre Renault y Nissan, sino una distancia desconfiada", ha dicho.
Orgulloso de sus últimos años en el frente de batalla
En la entrevista a la cabecera francesa, Ghosn considera que hay un "problema de confianza" dentro de la Alianza desde que él se fue: "Personalmente, encuentro los resultados de Nissan y Renault patéticos. Las dos compañías están mirando hacia adentro", ha explicado.
Los comentarios se refieren no solo a los últimos resultados financieros, sino a la caída en Bolsa de hasta el 70 % para Renault, que ha llegado a ganarse la calificación de 'bono basura' por parte de Moody´s.
"Todos estos fabricantes se enfrentan a la misma crisis COVID, pero Renault y Nissan están siendo castigados más que los demás", ha aseverado.
En en el mercado estadounidense, las ventas de Nissan han caído a la mitad en comparación con el mismo trimestre del año pasado, mientras que en el año fiscal 2019, el volumen de ventas globales cayó un 10,6 % respecto al año anterior a 4,93 millones de vehículos (a niveles de 2012).
Hace unos días informó de pérdidas de 6.200 millones en el primer trimestre, su primer déficit anual en 11 años.
Centrada en expandirse en mercados emergentes, el segundo mayor fabricante de coches de Japón ha dejado que su cartera de productos envejeciera, y ha tardado 10 años en presentar un coche eléctrico totalmente nuevo tras el LEAF, con el SUV Ariya.
Por su parte, las ventas del Grupo Renault han caído casi un 35 % en la primera mitad de año debido a la pandemia. La crisis sanitaria ha obligado a Nissan a reducir la producción mundial en un 30 % hasta diciembre debido a la disminución de la demanda.
Nissan producirá solo 2,6 millones de vehículos en todo el mundo entre abril y diciembre, por debajo de los 3,7 millones que produjo durante el mismo período del año pasado, según datos de Reuters.
Bajo Ghosn, Nissan, junto con los socios de la alianza Renault y Mitsubishi, se convirtió en uno de los grupos automotrices más vendidos del mundo, y es lo que le motiva a seguir dando titulares tan llamativos.
El brasileño, que también fue jefe de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, consiguió que las ventas globales del grupo alcanzaran un máximo de 10,76 millones en 2018, lo que lo convierte en uno de los tres grupos automotrices más vendidos del mundo, junto con Toyota Motor Corp. y el Grupo Volkswagen.
Para Ghosn, "los últimos cinco años de mi mandato fueron los mejores de la historia de Renault, tanto en términos de crecimiento como de rentabilidad".
Ahora, dos años después, vive como prófugo acomodado en su país natal, Líbano, acusado de serios cargos por supuestos delitos fiscales y aludiendo a una conspiración en su contra. La realidad es, que si acaba de vuelta en Japón, es bastante improbable que vuelva a salir de allí.
No después del bochorno que ha causado su fuga a Japón.
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