La de idea de unir Europa y África a través de una conexión física entre España y Marruecos lleva sonando más de un siglo. A finales de los años 80, cogió fuerza la opción de construir un túnel bajo el Estrecho de Gibraltar, pero el proyecto se acabó desestimando.
Ahora, la propuesta del túnel submarino vuelve a estar sobre la mesa. El Gobierno ha reservado una partida de los Presupuestos General del Estado para estudiar la viabilidad de construir una galería submarina que una ambos continentes. El objetivo es facilitar el transporte de mercancías, personas y energía entre los dos continentes.
Coches, camiones, trenes... e hidrógeno
Si hablamos de túneles submarinos es inevitable acordarse del Eurotúnel que une Francia con Reino Unido a través del canal de la Mancha. Pero esta no es la única infraestructura de este tipo que existe en el mundo, de hecho, hay cerca de 200 galerías de este tipo y por la mayoría de ellas se puede circular en coche o tren.
Sin embargo, no hay ningún túnel que conecte España con Marruecos a través del mar, pese a que el proyecto lleva planteándose desde principios del siglo XIX. De hecho, existen dos sociedades creadas para estudiar su viabilidad, por un lado, el SECEGSA español (Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar, S.A.) y por otro el SNED marroquí (Société Nationale d’Études du Détroit de Gibraltar).
A lo largo de los años 80 y 90, esta infraestructura tuvo muchos papeles de salir adelante, pero finalmente se canceló. A principios de los años 2.000 volvió a tomar impulso, pero es ahora cuando vuelve a estar realmente sobre la mesa. Y es que el Gobierno ha reservado 750.000 euros de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 para estudiar su viabilidad.
Esto último es importante. La partida presupuestaria está destinada a la realización de estudios por parte de SECEGSA para determinar si es viable reactivar el proyecto, tanto por costes, como a nivel técnico. En caso positivo, España debería ponerse de acuerdo con Marruecos para trazar el plan de acción.
El megaproyecto del túnel submarino conectaría los dos continentes para facilitar el transporte de personas y mercancías con vehículos ligeros y pesados, tanto por carretera como en tren.
La diferencia con las otras ocasiones en las que se ha planteado su construcción es que ahora también se utilizaría para transportar energía, como hidrógeno verde. También se baraja la posibilidad de llevar fibra óptica y líneas de alta tensión a través de esta conexión.
Esto último tiene todavía más sentido tras saber que España, Francia y Portugal trabajan en un nuevo gasoducto, el denominado BarMar, para enviar gas e hidrógeno verde a toda Europa a través de Francia.
De acuerdo a los estudios realizados anteriormente por SECEGSA, que incluso llegó a crear una galería experimental en Tarifa, la infraestructura tendría una distancia entre estaciones terminales de 42 km, de los cuales 27,7 km serían submarinos, alcanzando una profundidad máxima de 475 metros. Los puntos de entrada y salida estarían ubicados en Tánger (Marruecos) y Punta Paloma (España).
