Uno de los poco más de 5.500 Ford Sierra RS Cosworth de primera generación producidos entre 1985 y 1987 ha salido a subasta online por cortesía de la británica Bonhams. La unidad en concreto es de 1987, siendo por tanto uno de los últimos concebidos de esta variante de calle derivada del modelo de competición. Su precio estimado oscila entre los 61.000 y los 84.000 euros.
Este ejemplar destaca por su impecable estado, como puede apreciarse en las fotografías, además de que ha recibido una elevada puntuación de conservación por parte de Bonhams tanto a nivel de la carrocería como de habitáculo, así como de mecánica. Además, va acompañado de todo su historial de revisiones y tiene la ITV en regla hasta febrero de 2021.
Menos de 90.000 kilómetros
Con el volante a la derecha, este Ford Sierra RS Cosworth de primera generación con chasis WF0EXXGBBEGR93447 refleja en su odómetro que ha recorrido únicamente 55.365 millas, es decir: unos 89.101 kilómetros.
En carrocería de tres puertas y con el característico y sobredimensionado alerón coronando la zaga, viste su carrocería en color blanco y mantiene todos sus elementos originales, como por ejemplo las llantas de aleación de 15 pulgadas.
Ni en los paragolpes ni en todo su exterior se distingue rozadura o arañazo alguno y la tapicería también está en un estado excelente, no apreciándose holgura en los asientos. A nivel mecánico, la valoración de Bonhams es algo menor, aunque bastante buena: un cuatro sobre cinco en lo que toca al estado del motor, caja de cambios y componentes eléctricos.
Hay que recordar que el Sierra RS Cosworth escondía bajo el capó un propulsor DOCH turbo de 2.0 litros de cuatro cilindros y 16 válvulas, que llegaba hasta los 204 CV y las 6.000 rpm y ofrecía 277 Nm de par, disponibles desde las 4.500 vueltas. Toda su fuerza se transmitía al eje trasero e iba gestionado por un cambio de manual de cinco velocidades.
Parando la báscula en los 1.220 kilos, aceleraba desde parado hasta los 100 km/h en 6.8 segundos y su velocidad máxima estaba fijada en los 204 km/h. Además, también contaba con suspensión independiente en las cuatro ruedas, así como discos de freno todas ellas, yendo los delanteros ventilados.
Bondades que le convertían en un deportivo eficaz, pero no excesivamente exigente en lo que a manos se refiere. Es de esperar que no tarde mucho en encontrar nuevo dueño.
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