Ciclocarriles y ciclocalles, la solución para poder usar las bicis en la ciudad

Ciclocarriles y ciclocalles, la solución para poder usar las bicis en la ciudad
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En España se usa poco la bicicleta como medio de transporte, y estamos lejos de ver en el día a día el uso que se le da por ejemplo en los países centroeuropeos, como Holanda, Dinamarca o Alemania, donde es una gran alternativa al coche para moverse por la ciudad. Y fijaos que digo medio de transporte, no medio de ocio o de deporte.

En España se suele argumentar que el relieve no es plano y hay que enfrentarse a cuestas con frecuencia, pero una bicicleta eléctrica que nos asiste al pedaleo con un pequeño motor eléctrico alimentado por una batería recargable, es una opción muy interesante para no llegar agotado al trabajo, a la universidad o al centro a dar una vuelta e ir de compras.

Mucho se habla de crear carriles bici para poder usar la bicicleta de forma más segura, pero no siempre se puede tener un carril independiente y exclusivo para bicicletas (por ejemplo porque no haya espacio). Pero esto no tiene porqué significar que no se puedan aplicar otras estrategias: los carriles de coexistencia pensados para que las bicis convivan con los automóviles.

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Un ciclocarril es un carril de la calzada lo más a la derecha posible de una determinada calle, en el que se limita la velocidad máxima a la que los automóviles pueden circular, y donde las bicicletas tienen la preferencia. Una ciclocalle es lo mismo pero para aquellas calles estrechas con un sólo sentido y un solo carril.

En estos carriles el tráfico está más calmado que en el resto gracias a la inferior velocidad, si en general son 50 km/h en vías urbanas, son 30 km/h o menos en los ciclocarriles, y además las bicicletas pueden circular por el centro del carril. Esto precisamente es lo que indican los dos chevrones de ángulo abierto que se pintan en el centro del carril cada cierta distancia. Estos chevrones se denominan sharrows (de share, compartir, y arrows, flechas) y van acompañados del símbolo de la bici y el límite de velocidad específico.

Si un automóvil quiere adelantar a una bicicleta tendrá que hacerlo cambiando de carril, pero no obligando al ciclista a ceñirse a la derecha sin dejar distancia lateral suficiente.

Esta solución es mucho más viable, rápida y económica que hacer carriles bici, pues no requiere alterar físicamente la calzada, ni realizar obras, solo emplear un poco de pintura y colocar alguna señal vertical que recuerde qué tipo de carril es.

En Madrid ya se están transformando los carriles de varias calles del centro en ciclocarriles, creando un eje ciclista entre la calle Mayor y la Calle de Alcalá.

Por supuesto las bicicletas pueden circular por cualquier calle o carril de la vía pública como cualquier otro vehículo, pero gracias a los carriles bici o a los ciclocarriles pueden hacerlo con más seguridad.

Nota: Gracias a Guibuu por la pista.

Vía | En bici por Madrid (1) y (2), Ecomovilidad Madrid
Fotografía | Ososxe (Instagram)
En Motorpasión Futuro | Una bicicleta eléctrica asequible: la Decathlon B’ebike 7

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