En mayo de este año se filtraron 100 GB de datos de Tesla al medio alemán Handelsblatt. Más de 23.000 documentos con, entre otros, miles de quejas de clientes del polémico Autopilot FSD e ignoradas sistemáticamente por la marca. En su artículo, la publicación germana señaló que la filtración fue gracias a informantes anónimos.
En realidad se trataba de un único informante: Lukasz Krupski. Exempleado de Tesla de un centro de Noruega, acaba de confesarse en una entrevista para The New York Times. Y narra con todo detalle como pasó de ser héroe a villano para la marca californiana.
Fue felicitado por Musk y acabó sufriendo acoso durante años
En 2019, Krupski salvó de un incendio un centro de exposiciones de Tesla en las inmediaciones de Oslo. Allí llevaba trabajando unos pocos meses. Su función era preparar los coches para entregárselos a los compradores.
Un punto de carga indebidamente manipulado por otro compañero fue el detonante: estalló en llamas enchufado a un Tesla Model 3. Krupski arrancó el enchufe con las manos desnudas y también quitó del coche otros componentes incendiados. En el intento se quemó gravemente las manos.
"¡Felicidades por salvar el día!", le escribió el mismísimo Elon Musk en un mail. Pero a este empleado le quitaron rápidamente la capa de héroe. Krupski contestó a Musk quejándose de la falta de seguridad del centro noruego: no había ni extintores a pesar de que estaba plagado de objetos inflamables.
Este atrevimiento no sentó bien a sus jefes y tampoco a sus compañeros: se tiraron meses acosándole laboralmente. Krupski volvió a escribir a Musk denunciando el trato y su intento de despido encubierto, pero la respuesta del magnate fue que no estaba para pormenores que no fueran "crisis" para Tesla.
Krupski ha asegurado a The New York Times que el acoso continuó: le obligaron a trabajar en el sótano y un compañero llegó hasta amenazarle con apuñalarlo con un destornillador. Finalmente en 2022 fue despedido. Sus superiores alegaron mal comportamiento, indebida gestión del tiempo y ser una influencia negativa para otros empleados.
Así, tras años sufriendo bullying, este empleado decidió tomarse la justicia por su mano: accedió a datos confidenciales de Tesla. Y lo hizo sin recurrir a hacker alguno: los consiguió fácilmente en la web interna de la empresa. Y así fue como descubrió las miles de quejas de los clientes de Tesla. Aunque no fue lo único. Además, estas filtraciones han derivado en varias investigaciones por posible violación de la ley de protección de datos.
La venganza se sirve fría: filtraciones del Autopilot y Tesla investigada
En total, en los documentos obtenidos por este extrabajador, hay quejas de todo tipo sobre hacer del Autopilot FSD: más de 2.400 sobre aceleración repentina, 1.500 deficiencias de la frenada o casi 400 sobre frenazos fantasma.
Pero más allá de estas muchas reclamaciones, lo más grave es que Tesla ha intentado encubrirlas sistemáticamente. Y es que en estas filtraciones también se detallaba el modus operandi del fabricante ante estas protestas de los clientes: tenían prohibido responderlas por escrito y sólo podían ser contestadas verbalmente.
Además, los datos obtenidos por Krupski también han tenido a la Tesla Cybertruck como protagonista. En concreto los problemas de fabricación de este pick-up eléctrica eternamente retrasada y que, por fin, va a comenzar a entregarse a los clientes.
Además, Krupski también compartió su información con Aaron Greenspan, un corredor en bolsa cortoplacista. Éste le instó a que facilitara todos los datos obtenidos del Autopilot a la NHTSA (la Administración Nacional de Seguridad en el Transporte por Carretera por sus siglas en inglés). Krupski asegura que este organismo le ha entrevistado en varias ocasiones por las deficiencias del Autopilot FSD.
Y el caso es que precisamente a principios de este año este organismo de seguridad ha obligado a Tesla a llamar a revisión a más de 360.000 de sus modelos por el deficiente hacer del Autopilot.
Demandas por violar la protección de datos en Europa y EE.UU. A todo esto se suma que Tesla está siendo investigada por esta filtración de datos. De momento en Países Bajos, pues consideran que la marca no cumple en seguridad para proteger los datos tanto de sus clientes como de sus empleados. Y es que en la información obtenida por Krupski también se encontraban datos personales de los trabajadores de Tesla, incluyendo sus números de la seguridad social.
También en EE.UU: otro exempleado ha demandado a Tesla ante un tribunal en California precisamente por esta evidente falla en seguridad, alegando que esa información podría venderse a delincuentes.
De momento Tesla ha ganado tiempo: ha conseguido que un tribunal en Noruega prohíba a Krupski filtrar más información de la empresa. Y le han confiscado su portátil, el cual han entregado a Tesla. La marca ya dejó caer en agosto que eran dos extrabajadores los que estaban detrás de la filtración: lo que trasladó a los empleados en agosto, además de alertarles que sus datos habían quedado expuestos.
La intención de Krupski es demandar a la firma por todo el daño sufrido, tanto a nivel físico como psicológico: depresión, ansiedad, insomnio... Sea como fuere, sostiene que esta reciente entrevista, con la que ha salido del anonimato, ha sido un gran alivio para él.
