RSS Chevrolet Impala

Si yo te digo drifting seguramente pienses en coches como los BMW M3, Nissan 240SX o incluso Ford Mustang, pero rara vez se te ocurriría mencionar a un Chevrolet Imapala, y menos de 1964. El enorme coupé americano estrenado en 1961 es largo y pesado, pero ¿por qué no iba a poder hacer drifting? A los noruegos les encantan los coches estadounidenses, así que a uno muy loco se le ha ocurrido usar uno para quemar rueda.

De serie aquellos Impala de mediadis de siglo equipaban motores de seis cilindros en línea y 140 CV o bien V8 de 195 y, a juzgar por las insinuaciones que vemos en el vídeo, ninguno de los dos están presentes. El Chevrolet ha sido profundamente modificado, aligerado y reforzado para soportar un uso intensivo en circuito y su motor tiene pinta de ser un V8 apretado hasta las cejas. Tanto es así que incluso se permite el lujo de leerle la cartilla a un Toyota Supra de cuarta generación.

Aquí tenemos entre manos una prueba fehaciente del eslogan mítico que rezaba 'la potencia sin control ni sirve de nada'. Jamond Haug estrenaba su Chevrolet Impala mega-preparado en la competición Eat Sleep Street, unas carreras de aceleración que se realizan en lo que parece un pequeño aeródromo en medio del campo.

Pues tanta potencia desarrolla el Impala que Jamond es incapaz de dosificarla. Las ruedas traseras pierden tracción, el coche se pone de lado y termina saliéndose por uno de los laterales de la pista y empezando a segar trigo a una velocidad que ya quisieran las cosechadoras convencionales. El resultado de la carrera es lo menos importante, viendo hacia dónde se dirigía el coche fuera de control.

El Chevrolet Impala es el típico coche americano moderno, muy vendido. Se cree que unas 400.000 unidades podrían estar afectadas por un potencial problema en la suspensión, que desgasta los neumáticos en un tiempo récord. ¿Cuál ha sido la respuesta de General Motors?

Los Impala al servicio de los distintos cuerpos policiales han sido revisados y reparados, pero los de particulares no. General Motors dice que, al ser modelos fabricados antes de la bancarrota de 2009, no es responsabilidad suya, sino de Motors Liquidation Corp., es decir, la empresa “basura” producto del rescate gubernamental.

En otras palabras, como es un “marrón” de la antigua GM, ahora pasan la patata caliente a dicha empresa, y que ellos se ocupen de la reclamación de garantías o llamadas a revisión. Yo también lo he pensado, son unos cachondos mentales. El año pasado se revisaron más de 300.000 Impalas por un potencial defecto en el cinturón de seguridad. Qué cosas…

General Motors ha descubierto que en algunos Chevrolet Impala modelos 2009-2010 podría darse el caso de que el anclaje inferior exterior de los cinturones de seguridad delanteros cediese en caso de accidente, volviendo inútil al cinturón de seguridad. Se ha puesto en marcha una llamada a revisión voluntaria.

Son 322.409 coches que deberán inspeccionarse uno por uno para comprobar si el anclaje está bien y si cumple con la normativa estadounidense y canadiense al respecto. Como siempre, será gratuita incluso si hay que cambiar piezas. Empezarán a llamar a los dueños a finales de mes.

General Motors dice que lo han descubierto a través de incidencias en garantía y que no hay víctimas conocidas por este defecto. De todas formas, sigue siendo un número muy elevado de unidades potencialmente afectadas y un elemento muy sensible de cara a la seguridad. Menos mal que lo han descubierto a tiempo.

Había hablado de esto en Racingpasión, pero no aquí, y dado que os gusta mucho lo americano, no puedo perder la oportunidad de mostrarlo. En estos momentos se está rodando en Chicago la tercera parte de la saga Transformers. Entre los modelos que encarnarán a Autobots y Decepticons, los habituales modelos GMC como el Cámaro, Bumblebee, o el Hummer, Ratchet.

Pero en esta tercera parte, habrá un pequeña sorpresa que estará encarnada por Chevrolet Impala SS que encarnarán a los modelos que en la NASCAR utilizan las estrellas Jimmie Johnson, Juan Pablo Montoya y Dale Earnhardt Jr.

Pero a tenor de las imágenes nos puede surgir la duda si los modelos son para simular la NASCAR o pensar en esa competición mezclada con las armas de Death Race, una película que en su remake protagonizó Jason Statham y en la cual era más importante sobrevivir que ganar la carrera.

Los gustos son como los culos, cada uno tiene el suyo. En el típico Top10 de persecuciones más cañeras del cine a veces aparece esta que os traigo, a veces no. Se trata de la película “Vivir y morir en Los Ángeles” o “To Live and Die in L.A.”. Un jovencísimo Grissom William Petersen se pone al volante de un Chevrolet Impala y huye de los tíos chungos.

Con él va John Pankow en el asiento de atrás, dando botes y cagando fuego. Estas persecuciones son graciosas ya que vemos coches sin las más elementales medidas de seguridad, y los cinturones nunca se los ponen… El vídeo dura unos diez minutos, ha sido editado para durar menos al final.

No estoy muy puesto en la cultura Lowrider, no es uno de los movimientos que más me agraden. Por eso no conocía la existencia de este coche, el Pure Onda de Robert Espinoza. Un 1964 Chevrolet Impala SS que ha ganado todo lo ganable en los concursos en los que se ha presentado, llegando incluso hasta el extremo de que no se le permitía participar en nuevas ediciones.

Pero todo eso fue antes de verlo como está ahora, recubierto de oro hasta el último rincón. Una vez que un coche de exhibición tiene vetada la entrada a concursos por abusón, sólo quedan soluciones extremas de personalización.

Así que su dueño y su equipo pensaron que la mejor forma de rejuvenecerlo era chapando todo elemento metálico del coche. Suspensiones, motor, detalles del interior, paragolpes, altavoces, etc… Todo. Para que luego digan que hay crisis y que los excéntricos sólo viven en Dubai.