Irene Mendoza
Lo que empezó como un reproche por una falta de respeto acabó en un brutal atropello que podría costarle la movilidad a una mujer de 39 años. Ocurrió el pasado domingo en Torrejón de Ardoz (Madrid) a las puertas de un bazar, y dejó a la víctima, una comerciante china, con la cadera, el peroné y la tibia fracturados.
El autor, un joven español de 20 años sin carné y con antecedentes por delitos similares, se dio a la fuga tras embestirla a propósito con su coche. Fue arrestado al día siguiente gracias a las cámaras de seguridad y los testimonios de testigos presenciales.
Un reproche que acabó en atropello intencionado
El incidente tuvo lugar sobre las 14:20 horas del domingo, frente al bazar Maxilandia, en la avenida de la Constitución de Torrejón de Ardoz. La víctima salió a la puerta del establecimiento al ver cómo un joven, acompañado de dos mujeres, orinaba sobre su vehículo aparcado en la zona.
Tras recriminarle la acción, el individuo se subió a un Volkswagen Golf negro e intentó marcharse. La comerciante se colocó frente al coche para impedir que se fuera, pero el conductor aceleró y la arrolló sin dudarlo, lanzándola varios metros por el impacto, según relataron fuentes policiales a ABC. Los sanitarios del SUMMA 112 la atendieron en el lugar y la trasladaron de urgencia al Hospital La Princesa, donde continúa ingresada con pronóstico grave, aunque se recupera favorablemente.
El agresor huyó en dirección a Alcalá de Henares a gran velocidad, acompañado de las dos mujeres que iban con él. Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron todo el incidente, imágenes que resultaron clave para identificar al autor, que fue detenido el lunes por la Policía Nacional en Torrejón.
Fuentes policiales confirmaron que el joven, de etnia gitana, carecía de permiso de conducir y contaba con antecedentes por conducción temeraria y otros delitos vinculados al tráfico de drogas. Ahora se enfrenta a tres cargos: delito contra la seguridad vial, omisión del deber de socorro y lesiones, que podrían agravarse dada la aparente intencionalidad del atropello y la gravedad de las lesiones.
No es el primer caso reciente en el que una conducta temeraria de este tipo acaba en tragedia: hace apenas unos meses, una conductora sin licencia protagonizó un atropello múltiple en Fuengirola provocó un atropello mortal en Barcelona tras saltarse un control policial. Además de superar por mucho el límite de velocidad, iba sin carnet y bajo los efectos del alcohol… El incidente se saldó con dos personas fallecidas y diez heridas, entre ellas un bebé.
El pasado junio, otro joven sin carnet atropelló a un niño de tres años en Granada. Y la lista lamentablemente es larga. Según datos de la DGT, cada año se interponen más de 25.000 denuncias por conducir sin permiso, un delito que puede acarrear hasta 6 meses de prisión y multas de hasta 12.000 euros.
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